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13 Aniversario de Bodas, 2018

Cumplimos 13 años de casados y faltan voces para describirte, irme tranquilo.

 

“Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”. Julio Cortázar
Matrimonio gay en España

 

 

¡Desaforadamente quiero más!

El anillo declarado bien patrimonial en caso de embargo, tu cabello preguntándose icebergs, imaginando al mar. El usufructo producido por el gato cuando la gente queda maravillada ante su hermosura genuina. Nuestro gato es la sombra aparecida bajo el arco de un puente entre dos países en guerra. La salida necesaria para la libertad, según la película proyectada.

Quiero al duende ruso con las manos ensangrentadas, las botas embarradas de carbón mineral y un pavo real gritando: “Nunca estarán perdidos, si duermen juntos”. Quiero surgir con alas de libélula en el libro para contar los numerosos silencios de un cuento interminable… Espero ilusionado, tus juegos denominando ciertos sectores de la luna, atrayendo con su imán, la sensación de asaltos al corazón. Seguir resistiendo la falta de aire, la asfixia angustiante, cuando suponemos que no llega a la nota, el cantante sufí de lapislázuli… Aun así, canta perfecto, a la hora donde confundimos amanecer con el ocaso, en esta nueva casa donde la vida descansa su extraña agitación.

Volverme verde o azul lo propicia tu mirada… Según marque la ruta del carácter con que imprimimos, esa sensación de plenitud, acelerando el coche en carretera nueva. Postes a alta velocidad pasan indescriptibles, seguimos buscando esa enigmática palabra ausente en el crucigrama. Dicen que nos complementamos, actuando en sincronizada complicidad, nos crecen odios por ser indivisibles… El amor libre del amor burgués, asilvestrado, produce ansiedad en los demás. Es nuestra manera concreta de mandar a la mierda a los mediocres que camuflan soledades.

 

Igual le pasa al naufrago, escuchando rabioso a medianoche, fiestas lujuriosas en la panza de los cruceros. Mientras una concha soporta por enésima vez su truculento relato, el dolor de haber enviudado de su querida brújula…

 

La noche nos mira, usando una seguridad talla 125 de sostén, sabiendo socarrona… “Hasta que la muerte nos separe”, es un chiste mal escrito, un reclamo manido de seres negados a imaginar. No sirve para describir la osadía de gozarnos. Te amo hasta la sangre, después del semen, incluso en las borracheras producidas por el dolor. Amo nuestra adicción a la belleza. Me burlo de los amantes planos, como suponían la Tierra, antes de Cristóbal Colón…Vivimos  contentos de no tener un pesimismo políticamente correcto, creciendo como cálculo renal. Venimos al mundo para algo mejor que orinar…Venceremos valientes a la normalidad, con eternidad.” Ser como todos, es no ser nadie”, pregúntenselo al Papa.

Imagínate, si de aquí a mil años entrasen a nuestra casa, interrogándose atónitos por tanto utensilio de cocina, varitas mágicas, plumas plateadas terrestres, rellenando sueños de nuestras volátiles almohadas … Cuantiosos, baratos papeles dispuestos a hacerse triturar, desfigurados por arte de Origami…Elefantes con delgadez jirafa, bajeles tiburones… Aviones hechos con envolturas de bombón, al medio de una sala, donde una Menina mira silenciosa, desde su astuta porcelana, a un reloj gritando “Tic tac” “Tac Tic”…Colérico, prohibido de su estúpida, pertinaz, cabrona labor de envejecer a los demás.

Para “sinonimarte” he utilizado palabras hermosas. Nadie podría haber adivinado el resultado de ese encuentro en México Distrito Federal. Las preciosidades cuneiformes desechadas con tal de estar juntos. Las pirámides dejadas de visitar, los Machu Picchus descartados, el Amazonas depositado en vasos para lavarnos los dientes.

Nos debemos hijos. Deberías haberme preñado para parir a  mi madre menos lejana, sin ese vestido describiendo  nubes a punto de estrellarse, quitarle su tormentosa manera al decirme “te quiero”… Desmaquillada en su trayecto de María Antonieta alumbrada por la guillotina. Debí haberte preñado para hacer re-nacer a tus hermanos, deshacer la monstruosa perfección de sus malos cariños, el abandono con que firman sus whatsapp, sin importarles si dormimos al fondo de un barranco.

 

Nos tenemos uno al otro, como el rio atado a su rumor, la madera al crujir del fuego, el amor, al verdadero amor.

 

Podemos reírnos del dibujo tatuado en la levedad de eso parecido a frivolizar, al tropezar con profetas y profetisas enterados/as por el Shazam, conferenciando de músicas sentidas para evitar nuestra sospecha ante su falta de fiabilidad. Me aterra la idea de servir al patrón con tal de facturar, de hablar de los pobres  con compasión, sin respeto, solo por farlar. “Menos pregones y mas trigo…” Por suerte nos tenemos y un detergente aleja la suciedad de ciertos corazones en este plano dimensional donde “desenrollamos” la vida.

Recién mudados tratamos de conciliar la verdad con lo útil, nada de eufemismos, “buenísmos de escritorio”, situaciones pretensiosas, retorcidas. Nada de “¡Qué buenos somos los buenos!”, tolerancia cero ante la sinceridad domesticada como animalito de circo provinciano, jamás hacer leña del árbol jodido.

 

Cumplimos 13 años de casados y faltan voces para describirte, irme tranquilo.

 

Es imposible separarse cuando uno habita dentro del otro. Será nuestro legado aparte de haber bebido poesía a borbotones, haber sorprendido a los prescindibles intentando torticeras faenas, olfateado la desgracia del desamor cometa, haber desflemado cebollas con azúcar y sal…

Te cargo en las venas, en estos espacios blancos entre mensaje y espejo. Es imposible no revelarte lo descifrado intuyendo al otro del uno…Me gusta escuchar tus cuentos cuando olvidas la verdad.

Te quiero sin explicaciones, es el mejor regalo que puedo regalar…