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‘El Mundo de Andalucía’, de parón contra los despidos

Los trabajadores de Sevilla secundan la huelga de 24 horas, no seguida por Málaga, con una concentración frente a la sede del periódico

G. Hildebrandt / Redacción C.A.- Los periodistas de la redacción sevillana de El Mundo de Andalucía no escriben noticias estas 24 horas. Han escenificado este miércoles su protesta contra los tres nuevos nuevos despidos y dos traslados forzosos, anunciados recientemente, con una concentración frente a las puertas de la sede, en la avenida República Argentina. Arropados por compañeros y compañeras de los medios del mismo grupo Expansión y Marca y algunos representantes sindicales, han posado con camisetas reivindicativas y un par de exiguas pancartas. «No somos el astillero, no vamos a cortar el tráfico ni a liar el pitote«, contaba uno de ellos, «pero sí queremos que le duela un poco la cabeza a la empresa».

Tanto en Málaga –que no ha hecho huelga– como en Madrid ha habido un parón solidario de una hora, pero todos asumían en Sevilla que mañana saldrán las cuatro hojas en que se ha convertido aquel cuadernillo que llegó a tener 32 páginas entre regional y local.

Sabiendo que difícilmente se cumplirá la exigencia de «reincorporación inmediata a sus puestos de trabajo de los tres compañeros despedidos», la batalla ha sido en las redes sociales, sobre todo en Twitter. El hashtag #NoSobraNadieEnElMundo, que ya fue tendencia la pasada semana, volvió a canalizar mensajes de apoyo a los periodistas y contra las políticas de los grandes medios de tirada nacional.

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«Están sacrificando la cercanía con los lectores, y es algo que no solo se da en los grandes medios privados, también ocurre en Canal Sur, donde tiran cada vez más de noticias generalistas y se olvidan de los pueblos y las provincias», protestaba Paco Burgos, secretario provincial del Sindicato de Periodistas de Andalucía. A su lado, Guillermo Polo, miembro de la ejecutiva de la federación nacional (FeSP), advertía de las consecuencias de los sucesivos despidos: «Esto tiene que explotar en algún momento. Si siguen quitándole componentes a la máquina, esta fallará antes o después. Y es un cambio que tiene  que venir de dentro de la profesión. Tenemos que poner en valor nuestro trabajo». Ambos coincidían al apuntar que la precariedad no es ya un asunto de los nuevos graduados en Periodismo, sino de todos los niveles de la profesión.

«Han quitado tendón y hueso»

Manuel Becerro es uno de los despedidos. Atiende a las preguntas de Confidencial Andaluz entre abrazo y abrazo, los móviles de todos están que arden. Manuel, que deja la sección de Andalucía después de 11 años –13 en la empresa–, asume que entra «en un pedazo de túnel muy negro y sin marcas de salida», pero no pierde la sonrisa en ningún momento e intenta tomárselo con humor: «Yo tenía tres objetivos en la vida. Vivir en Sevilla, trabajar en prensa escrita y ser socio del Betis. Ahora me falta una».

«Ya la había, así que ahora los compañeros se van a quedar con una sobrecarga de trabajo aún más grande».

Desde que empezaron los despidos en 2008, ERE en en 2012 incluido, el ambiente en la redacción ha sido de incertidumbre y resignación: «Ya la había, así que ahora los compañeros se van a quedar con una sobrecarga de trabajo aún más grande. Yo me he encontrado con tener enfrente un tema de calado en el que tener que trabajar muy duro, como el caso ERE, y tener que compaginarlo con la corrección de textos o la edición gráfica. Es sencillamente imposible mantener la calidad del producto.

Rodeado de compañeros y compañeras, afirma: «Las bajas han dolido, y mucho. No es que hayan quitado grasa que sobraba, se han llevado por delante tendones y hueso, y aún así el periódico salía adelante en un ambiente de mucho compañerismo». El periódico seguirá saliendo mañana, y no se sabe hasta cuándo. Lo que está claro es que lo hará con cada vez menos de sus mejores firmas.

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