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83 años después, ¿habría votado hoy Blas Infante a…’Gwynplaine’?

En 1935, el notario de Coria del Río había visitado en el penal de El Puerto nada menos que a Companys, 'President' de la Generalitat.

 

Muy poco antes de las primeras elecciones generales de la democracia posfranquista: esto es, muy poco antes del 15 de junio de 1977, se produjo un curioso incidente en un acto electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el hoy desaparecido Cine Estrella, en Coria del Río. Allí, y en los primerísimos minutos del acto, un destacado dirigente del PSOE -tan destacado como para aparecer señaladamente en la célebre ‘Foto de la Tortilla’, de Pablo Juliá, enarboló decididamente el nombre del notario Blas Infante Pérez (fallecido, dice la sentencia final de 4-5-1940… «el 10 de agosto de 1936 a consecuencia de la aplicación del Bando de Guerra»)… con la llamativa pretensión de que el nombre y legado de Infante envolvieran -no tan delicadamente- las pretensiones electorales de su Partido. 
En la espesa madrugada del 10 al 11 de agosto de 1936, Infante había sido pasado por las armas (Dios sabrá el destino y el paradero final de su pobre, acribillado cuerpo)… todavía como notario titular de Coria del Río. Allí, en el Cine Estrella, un familiar bien directo de Infante (familiar cuyo nombre carece aquí de importancia) hizo este reproche directo a aquel dirigente del PSOE: «El Partido Socialista no tiene derecho a nombrar a Blas Infante». Quizá a aquel intrépido descendiente de Infante, que fue expulsado de la sala a empujones y tuvo tiempo de pagar bien caras sus palabras (igual le dio), le faltó añadir… ‘y mucho menos, en un acto electoral’.

 

Sacando rédito electoral a la figura de Infante

 

Muy poco después o algo después de 1977, todo es según se mire, bastante más gente intentó sacar réditos del nombre y legado de Infante, ya con el notario nacido en Casares (5-7-1885) consolidado formalmente como ‘Padre de la Patria Andaluza’. Pero, en puridad y pese a todos los descendientes de Infante habidos y por haber… la realidad es que sólo el hábil PSOE se ha manejado con -al menos- suficiente pericia como para extraer jugosos dividendos a la ‘apariencia’ (y dejémoslo ahí)… de saber envolverse en la bandera andaluza, la ‘verde, blanca y verde’: la de la Asamblea de Ronda de 1918, la de los Omeya y del Profeta. Por cierto, el color del Califato Omeya es el blanco: y este verde del caso, ‘verde andalusí’ es… el verde del Profeta. De nuevo, dejémoslo ahí. Pero ¿tan mal lo han hecho todos los que no son PSOE, incluso sin el menor riesgo, folklore puro, algo de andalucismo de salón…? 
Blas Infante ante la tumba de Al Mu’tamid en Agmat, Marruecos. Junto a él un descendiente del ultimo Rey musulmán de Sevilla.

 

Y más que cabría cavilar, ¿tiene el Partido Socialista Obrero Español, a través de casi cuatro décadas de Gobierno autonómico no sólo ‘el derecho a nombrar a Blas Infante’, sino, vaya, a manejar toda su herencia política y sentimental? ¿Existe un ‘Poder Andaluz’? ¿Existe alguna conjunción de intereses que se pueda aproximar a estas palabras finales -él mismo no sabía hasta qué punto eran ‘finales’- del propio Infante en su Manifiesto ‘A Todos los Andaluces’, el 15-6-1936? … «El estatuto andaluz será lo que quieran que sea todos los andaluces…  Atended el anhelo que cada pueblo andaluz siente de emanciparse para siempre de caciques locales, provinciales y centrales ligaduras de su espíritu creador, piedras del sepulcro de su historia que quieren resucitar. 

 

Vosotros, acostumbrados a servir de espectáculo como Gwynplaine (N. B: ‘Gwynplaine’, personaje principal de Víctor Hugo en ‘El Hombre que Ríe’. Luego fue el inspirador del ‘Joker’ de Batman)… robado a sus padres nobles, y a quien la despiadada cuchilla de unos titiriteros, mutilándole los labios, condenó a reir en el circo eternamente; vosotros no podréis acaso admitir que en la historia de los hombres, por vuestra noble ascendencia, tenéis derecho a representar una suprema esperanza de la Humanidad en crisis… Concluyó el circo, Gwynplaíne, rescatado, vuelve al palacio de sus progenitores. Así, vosotros, a la sonrisa natural, una vez restaurada la boca abierta en risa trágicamente grotesca y forzada, caricatura operada por el crimen sobre el cuerpo noble. Concluyó el circo: Al palacio…  Y, por último: Vosotros, los hombres nacidos en cualquier país y que viváis en Andalucía: Ayudadnos a levantar a nuestro pueblo. Si sois españoles, por España. Copa la más Intensa de la originalidad de España, esto es Andalucía. La grandeza no bélica de España coincidió siempre con las eras de libertad andaluza. Andalucía libre será España libre de… la influencia desvirtuadora ejercida por otros pueblos sobre España. Y, si sois extranjeros, por la Humanidad. En Andalucía, no hay extranjeros…»

 

Así concluía en su literalidad el ‘Manifiesto’ que el 15-6-36 firmaba al pie: «Acción Pro Estatuto Andaluz.- Por su mandato, Blas Infante»… y que arrancaba y se sustentaba en párrafos de este reflexivo corte: «No es una motivación de mero egoísmo regional la que nos determina para atrevernos a pedir, con respecto a Andalucía la instauración de un (nuevo) régimen…  España precisa de que Andalucía se levante en petición de su autonomía»: esto, con repetidas alusiones en el Manifiesto de Infante a la ‘crisis del Estado español centralista, de solución inaplazable’. Sigamos con la propuesta literal de ‘A Todos los Andaluces’: «…España precisa de que Andalucía se levante en petición de su autonomía. El acatamiento ineludible que la Constitución de 1931 tuvo que rendir al hecho natural de España, República federable… no sólo hubo de expresar la realidad, por nadie discutida, de una crisis referida al Estado español centralista, de solución inaplazable; sino que vino a enunciar, también, la necesidad urgente sentida por España, de llegar a resolver aquella crisis». Si esto no es una profecía… se le parece bastante.

 

Que levante el dedo quien piense que, desde 1982, cuando irrumpió la Era de Bienestar socialista y de Juan y Medio (desde 1936, Andalucía es lo que ha venido transitando entre ‘Gwynplaine’ y Juan y Medio, Sic Transit Gloria Mundi)… algún Gobierno andaluz ha hecho algo remotamente parecido a estas líneas de Infante en ‘A Todos los Andaluces’. Andaluces, levantaos algo más… y buscad por ahí quién o quiénes planteen algo semejante al ideario del hombre… cuyo reloj ‘Movado’ se calló y detuvo secamente el ritmo de su eje volante a las 03:40 horas… durante más de 60 años: seguramente, las 03:40 horas del 11 de agosto de 1936. 

 

El reloj Movido de Blas Infante, parado durante años a las 3,40.

 

El Complot de Tablada y Ramón Franco
¿A quién habría votado hoy Blas Infante Pérez? Más exactamente: ¿hubiera votado a alguien? ¿Quién se puede apropiar, así pues, de los conceptos y la bandera que rebuscó, montó y desarrolló el mismo hombre que en una sola semana (ver imagen adjunta, procedente del propio ‘Korán’ de Infante) podía leer y asimilar extensas zonas de los Pitagóricos, de Lao-Tse, del Korán o San Agustín? El mismo hombre que en junio de 1931 montó en Sevilla capital la llamada ‘Candidatura Republicana Revolucionaria Federalista Andaluza’, la misma que da cimientos a la sentencia de 1940 del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas, junto a Ramón Franco (sí: el oficial aviador ‘hermano de…’), Antonio Rexach Fernández de Parga y Pablo Rada. La misma candidatura que luego se difamó como del llamado ‘Complot de Tablada’ y sobre la que el propio Infante tuvo que dar su versión directa (ya en 1936) en su libro ‘La verdad sobre el complot de Tablada y el Estado libre de Andalucía’. No le sirvió de mucho, a decir verdad.

 

Este era el mismo hombre de un vínculo musulmán tan fuerte y señalado (que extraía de los Omeya y del más pujante sentir andalusí)… como para llamar a su casa de Coria… ‘Dar Al-Farah’, ‘Casa de la Alegría’ -el nombre de su hija más pequeña-, y tanto más aún como para llenar las sillas y salas de ‘Dar Al-Farah’ con inscripciones en árabe de las ‘suras’ del Korán… sin que allí faltara en el gran comedor la Virgen de Guadalupe más negra. Eso, aunque (en árabe, arriba de la puerta principal)… ahí ‘entras en la casa de un Hombre que cree que sólo hay un Dios, Clemente y Misericordioso’.

 

Y ésa era la misma casa, la finca toda con la que, orientada a La Meca y a la salida del Sol por el Este, Infante brindaba un alarde panteísta a la Naturaleza con rosales (el rosal de Casas Viejas, el de ‘Seisdedos’, ‘los tiros a la barriga’, ay Don Manuel Azaña…), granados, nogales, melocotoneros, moreras, membrillos, azufaifos y ciruelos, nísperos y palmeras, higueras y encinas, patos y abejarucos, naranjos y limoneros, jazmines y perales, cintas y adelfas, olivos, vides y laureles, olmos y almendros. La casa de la que le sacó a empellones el pelotón de Crespo y sus falangistas: el 2-8-1936, por aquella cancela verde: pese a la asombrosa firmeza de la mujer de Infante, Angustias García Parias, la ‘sobrina del Gobernador’, el Gobernador Don Pedro Parias González, aquel gran amigo de Don Gonzalo Queipo de Llano, General Inspector de Carabineros. ¿’Algo cacique’… era eso lo que Don Gonzalo decía de Don Pedro? ‘Blas Infante vivía en un palacio cuando la gente vivía en chozas’. Eso pudo escucharse, no hace mucho y con voz rotunda, en cierto acto de Memoria Histórica, en Coria del Río. Andaluces, levantaos.

 

 

Visita en la prisión de El Puerto a Lluis Companys

En 1933, Infante se presentó por Málaga dentro de la coalición Izquierda Republicana Andaluza. Y en 1935, el ya notario de Coria del Río había visitado en el penal de El Puerto de Santa María nada menos que a Lluís Companys, ‘President’ de la Generalitat de Catalunya, que se hallaba encarcelado (por la misma República ‘centralista’ contra la que Infante cargó en ‘A Todos los Andaluces’) en la institución penitenciaria portuense… junto a miembros de su gobierno catalán. Impone cómo se repiten los tiempos, las historias.
SENTENCIA DE !940, EXP. 214.- Andaluces, levantaos y a ver quién se ve con alma para aplicar ese legado. Ese legado que se detiene y condensa en esta sentencia del 4-5-1940 (Exp. 214), del Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas; sentencia firmada por Rafael Añino Ilzarte, Francisco Diaz Plá y Francisco Summers e Isern. Algún día tocará extenderse sobre filias y familias de los firmantes, si mereciera la pena…

 

«RESULTANDO que ‘DON BLAS INFANTE PÉREZ (SIC) formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta el 1936 se significó como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz, y según la certificación del folio 46 falleció el 10 de agosto de 1936 a consecuencia de la aplicación del Bando de Guerra. El Sr. Infante dejó cuatro hijos menores y una finca rústica con 138 pesetas 85 céntimos de líquido imponible, donde existe una casa edificada después con 30.000 pesetas de valor aproximado…  CONSIDERANDO que acreditado en las actuaciones la aplicación al inculpado DON BLAS INFANTE PÉREZ, del Bando de Guerra dictado por la Autoridad Militar de la Región, lo que supone en él una actitud de grave oposición y desobediencia al mando legitimo y de las disposiciones del mismo emanadas… CONSIDERANDO Que los hechos probados constituyen para Don Blas Infante Pérez, un caso de responsabilidad política de carácter grave previsto en el apartado L) del art° 4° de la Ley de 9 de febrero de 1939, que considera incursos en responsabilidad política y sujetos a la correspondiente sanción a los que se hubieran opuesto de manera activa al Movimiento Nacional    (…) 
FALLAMOS: Que debemos condenar y condenamos a Don Blas Infante Pérez, como incurso en un caso de responsabilidad política de carácter grave a la sanción de pago de la cantidad de dos mil pesetas, librándose para notificar esta resolución a la Viuda del inculpado, por sí y en representación de sus hijos menores orden al Juez Instructor Provincial de Sevilla. Juzgándolo así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. Rafael Añino.- Francisco Diaz Plá.- F. Summers. -rubricados.- Es copia para entregar a la interesada».
La ‘interesada’ era, claro, Angustias García Parias, aquella imponente sobrina del Gobernador Don Pedro Parias. Entre 1936 y 1940, cuando Blas Infante ya había abandonado su ‘palacio’, la vida se reemprendía en Andalucía… mientras todas estas cosas sucedían en este inhóspito, terrible país. Que para la memoria de Infante sigue siendo igual de terrible e igual de inhóspito. Sólo tenemos el consuelo de que en la vara del rosal de Seisdedos, la vara que sobrevivió al incendio de Casas Viejas.. aún siguen floreciendo suaves rosas entre espinas como demonios. Para eso replantó la vara Blas Infante: en el jardín de la Terraza Grande de ‘Dar Al-Farah’, la que se enfrenta al ‘Uad El-Kebir’, Guadalquivir, el ‘Río Grande’. ¿A quién hubiese votado hoy Blas Infante Pérez hoy, 10 de agosto de 2019? Sin una sola duda, y diga la familia lo que diga: a Gwynplaine.