Redacción C.A.- Juanma Moreno Bonilla y Carlos Rojas posaron ante las cámaras así de sonrientes y así la captó la de Manuel Olmedo. ¿Qué celebraban para aparecer tan risueños? Pues que Rojas, exalcalde de Motril y en estos años de debilidad de liderazgo en el partido, verdadero sostén político en la cámara autonómica como portavoz popular. Rojas se va a Madrid con escaño al encabezar la lista del PP por Granada. Bonilla lo ha largado al Congreso – uno menos meneando la colita por Andalucía- y el otro se ha dejado; harto quizás de ver pasar tantos trenes y no poder subirse a ninguno, porque Arenas nunca se fió de él porque no le reía sus chistes sevillanos. Bonilla pierde a un gran parlamentario, de excelentes formas, sí, que no quiere decir que sea un blandiblue, ha sido un auténtico destroyer desde la tribuna para con la acción de gobierno del PSOE. Menos bonitos, les ha dicho de todo. La sonrisa de Rojas se entiende. Saldrá de la rutina de años y en Madrid su talante, seguro que desentona menos que en Sevilla. Sin embargo, la sonrisa de Bonilla, invita a la división de opiniones. O la está forzando o se está descojonando. Quizás lo sabremos cuando se marchen los Reyes Magos.
