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Alarmante déficit democrático

Benito Fdez 2
Benito Fernández*

Bueno. Se acabó lo que se daba. Tras casi un año perdido en un quítate tú para ponerme yo volvemos a lo que tenía que haber ocurrido en diciembre de 2015 que no es otra cosa que este país llamado España lo gobernara la lista más votada. Afortunadamente para casi todos se ha impuesto la cordura (a la fuerza ahorcan) en el todavía principal partido de la oposición y Mariano Rajoy será investido este fin de semana como presidente del Gobierno.

Una cosa ha salido ganando el PP y es que de haber sido investido en diciembre del pasado año, a estas alturas ya estaríamos hablando de la disolución de las Cortes y de nuevas elecciones anticipadas. El PP ha ganado un año y, si son medianamente listos, algo que yo pongo en duda dados los antecedentes, es muy posible que el nuevo Gobierno resista las presiones durante un año más. En contra de los que muchos pensábamos no vamos a tener esas vergonzosas terceras elecciones en vísperas de Navidad y noviembre va a comenzar con un signo esperanzador para que la anormal situación española se llegue a normalizar.

Miedo me dan todos estos populistas de Unidos Podemos que suelen aplicar la frase del despotismo ilustrado, ya saben, “todo por el pueblo pero sin el pueblo”

Con todo hay algo que me preocupa sobremanera y es  la postura antidemocrática que se atisba en diversos estamentos políticos de la sociedad española. Desde concejales que rompren públicamente sentencias condenatorias a los que se niegan a comparecer ante el Juzgado, desde el pasarse la ley por el forro (como ocurre en Cataluña) a no aceptar la decisiones de la mayoría (como acaba de suceder en el PSOE), desde diputados que apoyan el cerco al Congreso a aquellos que, como no han obtenido el respaldo esperado en las urnas, quieren lograr el poder movilizando la calle. Todos sabemos de quienes estoy hablando. No hace falta hacerles más propaganada, para eso tienen a las redes sociales y a la Sexta. Son esos a los que se le llena la boca con la palabra democracia y que, a la hora de la verdad, se la pasan por la entrepierna al mejor estilo bolivariano. Miedo me dan todos estos populistas de Unidos Podemos que suelen aplicar la frase del despotismo ilustrado, ya saben, “todo por el pueblo pero sin el pueblo”

Yo, qué quieren que les diga. Me considero un pacifista nato, incluso puede que un cobarde. Abomino de la violencia venga de donde venga pero hay situaciones que claman al cielo y que algunas veces justificarían el empleo de dicha violencia. Que un señor concejal que dice representar a sus conciudadanos y que ha vulnerado la ley se niegue a comparecer ante la Justicia y sea elevado a los altares por sus colegas como si fuese un martir es un contrasentido en una sociedad que dice llamarse democrática. A ese concejal o al diputado o a la presidenta del Parlament,  lo que hay que hacer es mandarle a la Guardia Civil para acabar de una vez con esta astracanada en la que algunos están convirtiendo la política española.

Me da igual que sean quince que treinta los diputados de Grupo Socialista que voten el famoso “no es no”. Con su pan se lo coman. 

Se está produciendo un alarmante déficit democrático en numerosas instituciones y organismos claves que deberían de ser un ejemplo para el personal. Puede que una decisión tomada por la mayoría sea errónea. De acuerdo. Pero la forma de  modificarla no es el no acatarla y salir por peteneras, sino emplear los mecanismos correctivos que existen, desde los orgánicos a los judiciales, para poder cambiarla. Con esto me estoy refiriendo a lo ocurrido reciéntemente en el seno del Partido Socialista Obrero Español y al golpe de mano dado por Susana & Company para defenestrar a su secretario general, Pedro Sánchez. Me da igual que sean quince que treinta los diputados de Grupo Socialista que voten el famoso “no es no”. Con su pan se lo coman. Estoy seguro que ni la gestora que dirige Javier Fernández ni nadie va a expulsar del Grupo a los díscolos porque sería la puntilla para que Iglesias consiguiera su anhelo de lograr ser el primer partido de la oposición. De lo que sí estoy seguro es de que ninguno de los diputados que no acaten la abstención dictada por la mayoría del Comité Federal irá en las candidaturas socialistas en las próximas elecciones. Al tiempo.

Ahora solo cabe esperar que las principales fuerzas mayoritarias en la Cámara tengan los suficientes redaños como para no caer en la trampa que les tiende Podemos y procuren sacar adelante a un país que parece estar dormido en los laureles. El sueño de este año perdido se ha acabado y ahora comienza para Rajoy una pesadilla de negociaciones y acuerdos si quiere que esta investiduea y la correspondiente legislatura dure, al menos, un año. Difícil lo tiene.

 

*Benito Fernández es Periodista