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Almería: más pelotazos en Torrecárdenas

 Otra sociedad de Gabriel Amat compró 6.500 metros cuadrados de una finca ‘fantasma’ por 1.300.000 euros

Redacción C. A./ Luis Montoya.- Si días atrás el periódico El País anunciaba el “pelotazo urbanístico” del que Amat se habría visto beneficiado al aprobar el Ayuntamiento de Almería el PGOU donde figura un cambio de uso de un suelo de secano a terciario-comercial, ahora es Confidencial Andaluz el que ha tenido acceso a nueva documentación y nuevos testimonios que ponen de manifiesto que esa no fue la única compra que realizó el Sr. Amat en la zona de Torrecárdenas. De la documentación contrastada –Registro de la Propiedad de Almería y Catastro–, se deduce que el Sr. Amat compró el 15 de noviembre de 2005 (cuatro días después de su anterior adquisición y en el mismo paraje de Torrecárdenas) a través de la mercantil Surponiente (sociedad que según el Sr. Amat únicamente se dedica a la venta de vehículos de la marca Volkswagen y Audi) el 50% de 12.898 metros cuadrados por un importe de 1.300.000 euros.

Luis Cabrera Mas, padre de la actual teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Roquetas de Mar y candidata en el puesto número tres al Congreso de los Diputados por el PP de Almería, logró obtener una sentencia favorable que le legitimaba para trabar embargo sobre bienes de la propiedad de Antonio Méndez Salvador. Dicho embargo se trabó sobre un resto de la finca nº 2289 del Registro de la Propiedad nº 2 de Almería (lindante, por su zona sur, con la otra adquirida por la sociedad SOFTOLL y en la que el Presidente de la Diputación de Almería, alcalde del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, presidente del PP almeriense y presidente regional del Comité Electoral del Partido Popular figura, conjuntamente con su esposa, como administrador solidario), propiedad del Méndez Salvador, en  septiembre de 1993, y que luego fue trasladada a otra finca, la nº 16.800, que es donde SOFTOLL adquirió las dos terceras partes de seis hectáreas (60.000 metros cuadrados).

Hay que aclarar que dicho resto lo era tras numerosas pequeñas segregaciones (una finca registral puede aumentar o disminuir su cabida si se le añade o se le resta superficie) que formaron el actual barrio de Torrecárdenas, en calle Teruel y adyacentes, el que obviamente tiene sus calles. No consta en la finca la superficie destinada a los viales que atraviesan dicho barrio, por lo que los 12.898 metros cuadrados, si bien constan como metros registrales, no físicamente, pues en dicho barrio no existe solar alguno libre, correspondiendo la mencionada  superficie a los viales (calles de la barriada de Torrecárdenas). Es por tanto una irregularidad  trasladar este resto como si de un solar libre se tratara cuando en realidad no existe, dejando la finca 2.289, de la que dimana, con todas las viviendas sin que existan calles.

Luis Cabrera Mas sacó a subasta judicial dicha finca inexistente que fue adjudicada por cesión del remate (cesión que hace el ejecutante en un procedimiento de apremio a una persona ajena al proceso, de los bienes que haya adquirido en subasta judicial o por adjudicación de los bienes embargados) por parte de dicho señor a Francisca Maldonado Martínez, a la sazón, y al parecer, pareja sentimental del padre de la concejal de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera.

Esta inscribió el pleno dominio de este resto en abril de 2001, mientras tanto,  y habida cuenta de que la finca no existía físicamente, Cabrera y su pareja se las ingeniaron para ubicar dichos 12.898 metros cuadrados donde estimaron conveniente e hicieron las gestiones “aparentemente fraudulentas”  en el Catastro de Almería hasta conseguir catastrarlos en otra finca diferente con unos propietarios diferentes al que era su deudor.

  • Dicha finca donde han aparecido catastrado este resto es en el cerro de Torrecárdenas donde la sociedad de Gabriel Amat –Softoll, SA– adquirió un tercio proindiviso (bienes comunes que no han sido divididos entre sus propietarios) de la propiedad. Es evidente que un resto de 12.898 metros cuadrados de una finca ya agotada no puede ubicarse de ninguna de las maneras en otra finca de cabida de seis hectáreas, que, además, está en proindivisión a nombre de tres propietarios distintos, ninguno de los cuales es Antonio Méndez Salvador, por lo que estamos ante una conducta presuntamente “delictiva”, realizada incomprensiblemente a través de los trámites que el propio Catastro ha realizado, y que ha constituido un auténtico expolio a sus legítimos propietarios, ello sin contar que en una finca en proindivisión ha llegado un tercero y se ha instalado en la esquina que ha querido con los 12.898 metros cuadrados perfectamente delimitados cuando no se ha realizado la división material de la finca entre sus comuneros, así lo manifestaba a este periódico una de las personas perjudicadas.collage registros

Las irregularidades se suceden desde el principio al fin:

– Se ha dejado la finca 2.289 luego 16.800 sin viales, disponiendo de los metros de las calles como si de una finca libre se tratara, creándose una finca fantasma.

En el Catastro se ha realizado una “alteración de dominio”, saltándose todas las normas posibles de la ley se ha catastrado una finca independiente perfectamente delimitada en la zona elegida dentro de unos terrenos en proindivisión. Además esta finca constaba catastrada a nombre de tres propietarios ninguno de los cuales era Antonio Méndez Salvador, que venían disfrutándola como dueños quieta y pacíficamente, y desde mucho antes de trabarse el embargo del que hablamos.

El Catastro ha realizado tal alteración, sin notificación alguna a las personas a cuyo favor venía catastrada, por lo que se han visto privados de su dominio sin conocimiento ni notificación alguna, habiendo conocido esta circunstancia mucho tiempo después cuando ya los hechos estaban consumados.

Una vez conocida tal tropelía, el Catastro ha hecho caso omiso a cuantas reclamaciones se han realizado. Las últimas por escrito que no son contestados.

Pues bien, Gabriel Amat Ayllón, cuatro días después de la operación realizada en este terreno a través de la sociedad Softoll, realiza una operación de compraventa a la pareja de Luis Cabrera Mas –Francisca Maldonado, a cuyo nombre aparece esta propiedad– , esta vez a través de la entidad Surponiente, actuando igualmente como representante legal su yerno José Zapata Pomares, mediante escritura autorizada por el notario de Roquetas de Mar José Sánchez y Sánchez-Fuentes el día  15 de noviembre de 2005, al nº 3.782 de su protocolo, de la mitad indivisa de dicha supuesta finca y por precio de 1.322.732,68 euros. Hay que resaltar que cuatro días antes había comprado 20.000 metros cuadrados por 1.700.000 euros y ahora solo 6.000 por 1.322.000 euros. Estos 6.000 metros están en el mismo sitio que los otros 20.000 metros cuadrados. En el Catastro aparece a nombre de Surponiente no la mitad indivisa que sería los 6.000 y poco más de metros, sino la totalidad de los 12.898 metros cuadrados.

Se da la circunstancia no solo que Gabriel Amat haya ocultado la compra de estos 6.000 o 12.000 según el Catastro más los otros 20.000, sino que en esta ocasión provienen de una finca inexistente ubicada de forma fraudulenta en este terreno, como se ha explicado, y coincide que la vendedora es Francisca Maldonado Martínez, o lo que es lo mismo, Luis Cabrera Mas, pues ambos son o eran presuntamente pareja.  Y ambas compras, la de Softoll y la de Superponiente, se realizan con cuatro días de diferencia, el 11 y el 15 de noviembre de 2005.

Ahora la pregunta es si Gabriel Amat era ajeno, o no, a las maniobras del padre de su teniente de alcalde para instalarse en ese terreno y si, al mismo tiempo, era o es ajeno a la cantidad de “irregularidades” cometidas, en principio y muy especialmente, por el Catastro de Almería.