_María Auxiliadora, aquí, en España, el que no corre, vuela.
_En un Falcon.
_Crest.
_¡Menudo culebrón!
_De altos vuelos.
_Y mientras tanto, aquí, en la tierra, una invasión de extranjeros.
_A ver, ¿no van a venir esas criaturitas si los que vinieron antes les dicen que esto es Jauja?
_Y luego cuando llegan ¡Ja!
_Y ¡Jo!
_Y todo son quejas del por qué no avisaron para recibirlos como Dios manda…
_Con su muchito de bombo mediático.
_Y su platillo.
_¡Qué nos gusta un recibimiento, niña!
_Más bien un recibidor.
_Vamos, lo que toda la vida de Dios ha sido política de confort. Tienden la mano desde el despacho…
_Y al que está al pie del cañón le echan cal viva.
_¡Viva la democracia!
_Niña, no levantes mucho la voz que ahora lo que se lleva son los caídos.
_Pues como se levante uno que yo sé…
_¿Otro más?
_Chiquilla, el genuino.
_Pues ése, que pase y se siente.
_¿Y qué hacemos con los demás?
_¿Pues qué vamos a hacer si los políticos se lo pasan todo por el forro?
_¿Qué forro? ¿Cómo el que se ponía tu madre en los bolsillos del abrigo cuando iba a un convite y ¡hala!, pa la buchaca?
_Mi madre y la tuya. A ver si ahora va a resultar que has nacido en Dueñas.
Así no se manchaban y siempre iban con las manos limpias.
_Déjate de manos limpias, que luego resulta que no son inmaculadas.
_El que esté como una patena que tire la primera piedra.
_Pero, si está clarísimo, ellos se pasan todo por el forro porque están aforrados.
_¿Aforrados? Muchas erres veo yo ahí.
_Claro, de erre que erre, de no parar hasta conseguirlo.
_Niña, los políticos están forrados.
_A ver, si no abren nunca la cartera.
_Ya, pero abren las de los demás.
_Hija, como el dinero público no es de nadie…
_Pero es privativo de unos pocos, porque yo soy pagana.
_Y ellos, forrados y aforrados.
_Pero, eso, ¿qué es lo que es, niña?
_Que son intocables, como la gente gorda; vamos, como el Rey.
_¡Qué golpe de realismo me acabas de dar, niña!
_Realismo de altos vuelos.