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El año que vivimos “pedrigrosamente”

Benito Fdez 2
Benito Fernández*

Por fin pasó este interminable 2016 y, afortunadamente, parece que las cosas políticas se han arreglado mal que bien aunque quedan aún algunos flecos que deberán cerrarse cuanto antes, como los presupuestos, para que este país funcione con la deseada normalidad. Lo cierto es que estamos en fechas de balances y, a bote pronto, lo mínimo que se puede decir de este bisiesto que nos deja es que a los españoles se nos ha hecho eterno, y no precisamente porque haya tenido un día más, sino por el vivo sin vivir en mi que ha supuesto el estar practicamente todo el año con un Gobierno en funciones que no podía tomar decisiones trascendentes e importantes aunque, visto lo visto, no lo ha hecho tan mal.

Dice el clásico refranero español que “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Y no le falta razón. Que se lo pregunten al electorado socialista y, por ende, al resto de los españoles. Cuando todos pensábamos que nadie iba a superar la ineptitud de Rodríguez Zapatero, su heredero, el ínclito Pedro Sánchez, ha demostrado que la insensatez no tiene límites y que el egocentrismo y la ambición personal de algunos políticos puede colocar a todo un país al borde del abismo. Zapatero consiguió arruinarnos en un breve plazo de tiempo, pero Sánchez, si lo hubiesen dejado, nos habría metido en un lío de inmensas proporciones. Afortunadamente, otras mentes más lúcidas del socialismo hispano han sabido poner freno a tiempo a una carrera de despropósitos cuya única meta era la consecución del poder al precio que fuera, sin importarle lo más mínimo los intereses de sus paisanos.

 

Gracias a Dios se ha impuesto la cordura y Pedro se ha quedado compuesto y sin novia buscando por toda España apoyos en las bases socialistas que le devuelvan ese prestigio que creyó tener y que nunca tuvo.

 

Más que peligrosamente, este ha sido un año que hemos vivido “pedrigrosamente”. Pendientes todos los días de los caprichos y las fracesitas jocosas del lider del “no es no” y su cohorte de cogecosas que le animaban a pactar con tirios y toyanos con el único fin de impedir que gobernaran quienes habían ganado las elecciones dos veces consecutivas y, de camino, conseguir la Presidencia del Gobierno que le asegurara un futuro cómodo lejos de las tediosas clases universitarias. A él le daba igual pactar con Ciudadanos, como ya lo hizo en su momento, que con los muchachos de su enemigo natural, Pablo Iglesias o con los nacionalistas catalanes o vascos. El socio era lo de menos siempre que ese socio le apoyara en su obsesivo camino a la Moncloa.

Gracias a Dios se ha impuesto la cordura y Pedro se ha quedado compuesto y sin novia buscando por toda España apoyos en las bases socialistas que le devuelvan ese prestigio que creyó tener y que nunca tuvo. No sé si, al final, será Susana quien tome las riendas del actual socialismo en la UVI y podrá reconducir el rumbo que el PSOE ha perdido en este último año, o será alguno de los lideres regionales quien sea elegido secretario general en el Congreso que se celebrará en Primavera. Da igual. Lo único que le pido al colectivo socialista es que se deje de experimentos con nuevas y jóvenes caras surgidas de la nada.

Las últimas experiencias (Zapatero y Sánchez) demuestra que este tipo de envites deberían descartarse y apostar por líderes sólidos y consolidados que sean capaces de devolverle al partido el prestigio perdido. Y en estos momentos, se esté o no desacuerdo con sus métodos y formas, Susana Díaz es la que mejores cartas tiene sobre la mesa para llevarse el gato al agua. Otra cosa es que ella quiera asumir la apuesta, sabiendo, como sabe, que antes o después tendría que renunciar a su actual y cómodo trono andaluz.

 

Y en estos momentos, se esté o no desacuerdo con sus métodos y formas, Susana Díaz es la que mejores cartas tiene sobre la mesa para llevarse el gato al agua.

 

Del resto, poco que decir. El PP, por suerte o por desgracia, sigue y seguirá siendo Rajoy y unos cuantos más que volverán a ser ratificados en el Congreso de febrero. Ciudadanos continua nadando entre dos aguas en la posición que a Rivera le resulta bastante cómoda mientras no asuma los riesgos del poder. Y Unidos Podemos, como muchos nos temíamos, está representando en toda su crudeza los peores defectos de la casta que tanto criticaban. El batiburrillo de marxistas-leninistas-independentistas-socialdemocratas-anticapitalistasy antisistemas acabará antes o después explotando en toda su crudeza a no ser que Iglesias imponga su dictadura y mande al gulag a los errejonistas que han querido recortarle poder. Vamos, estos neorrenovadores progresistas no han descubierto nada nuevo bajo el sol. La dictadura del proletariado ya hace más de un siglo que fue inventada en la Unión Soviética de Lenin y Stalin, en la China de Mao o en la Cuba de Fidel Castro, que en esa paz que no le dieron a sus pueblos descansen todos ellos.

¡Ah, se me olvidaba! Que tengan una feliz salida de año y que 2017 les depare toda la felicidad y la tranquilidad que 2016 nos ha negado.

 

*Benito Fernández es Periodista