Un muerto político que se hizo el harakiri cuando el Salomón del PP se lo quitó de en medio mandándolo al Hades de los números primos en las listas de la Eurocamara, ha resucitado. Arrimadas lo ha cogido de la mano diciéndole joven levántate y se lo ha entregado a Ortuzar para que dejara de llorar ante la amenaza de que un tal Alonso hiciera migas a Urcullu el cinco de abril. Arrimadas tiene poderes. Ha sumido en la gehena al compañero de la cantante y ha reducido a una decena la cincuentena de la legislatura anterior. Y todo a base de leer a Espronceda y temblar por el ruido del cañón y el doblar tocando a muerto de las espadañas patrias que cotizan para la renta episcopal.
El joven resucitado obtuvo 16 escaños en Vitoria en 1998. 22 años después por la mano de Arrimdas y el hueso del aceitunero teosofico que le acertó ayer en el ojo, derecho por descontado, ¿cuántos obtendrá?. ¡Qui lo sa¡, que decía el conde don Mendo a su menguado el de Toro a cuenta de Magdalena.
Cosas veredes don Sancho, cosas veredes don Pero. Rodrigo Rato a Hacienda con Casado de sobrero. Y Zaplana en Exteriores para sus cuentas off shore. Así cabalga el PP de Teodoro y de Casado, cogiditos de la mano con el ángel de la guarda de Aznar en las esquinitas del pañuelo que es España. Y la mano de Arrimadas en relicario de plata presidiendo en Vascongadas las conquistas de Iturraiz, vuelto a la vida por ella. ¡Virgen Santa, qué mujer¡.