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El Ave y Cuenca, en Granada

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Pepe Torrente

Me llama la atención esa manifestante persistencia contra el AVE que ha de llegar a Granada, no por el hecho en sí, respetable por lo que supone a su democrático derecho de ejercer la libertad de expresión, en su más amplia significación, sino por quienes protagonizan el insólito hecho. Los que se manifiestan son los socialistas, sí, ellos, los de los retrasos del Metro, el Tranvía, Rules, autovía del Almanzora…, ellos son quienes consideran inaceptable que llegue sin soterrar a Granada la Alta Velocidad Española.

El Sr. Cuenca hace tan amarilla la demagogia que le ocupa, que se pone, incluso, la camiseta amarilla chillón para aparentar que hace algo. A ver si así se le ve más. Es el color elegido por una comunidad de vecinos que no quiere que el AVE pase por el barrio granadino de La Chana, de entrada a la ciudad, sin que sea soterrado.

Bien visto, así, sólo con palabras de adornar los eslóganes, no parece que sea descabellado hacer que el AVE llegue soterrado a Granada. Sería ideal qué duda cabe, pero, claro, en caso de poder permitírselo las arcas públicas. El problema está en que la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre no iba a dar abasto en fabricar el volumen excesivo de billetamen necesario para pagar la cosa. Ya nos pretendieron vender con Magdalena Álvarez de ministrísima una estación de Moneo que era la monda, pero con 750 MM€ de impagable caché, (Messi y Ronaldo juntos). No es tiempo de retrasos, las oportunidades cuyo logro se extienden en exceso en el tiempo, dejan de serlo, para convertirse en pesadillas. Los retrasos del Metro urbano (o quizá prefieran llamarlo tranvía) empantanando la ciudad de norte a sur, los delata.

Los socialistas en general, pero especialmente las altas cúpulas gobernantes, son expertos en poner por escrito las cosas que desearían, pero sólo cuando están en la oposición. Cuando digo por escrito, no me refiero a documento contable alguno, o proyecto concatenado entre la fiabilidad, la viabilidad y el pragmatismo, sino que lo escriben en pancartas y carteles, para que parezca que reivindican, curiosamente, lo mismo que luego olvidan cuando tienen el BOE y los Presupuestos Generales del Estado a su disposición, bajo su firma.

En materia de trenes el PSOE tiene poco que enseñar en Andalucía. Bueno, sí, aquel tramo de Tocón en el que despilfarraron más de 30 millones de euros en 2002 por el caprichoso desaire que Chaves quiso hacerle a Cascos con la doble vía y el ancho internacional.

Mientras fue presidente, hubo un aspirante a contar nubes desde su hamaca, que prometió venir en AVE a Granada en 2007, y por aquí vamos. Luego lo reiteró para 2011, y aquí seguimos. Pero eso no les sonroja, al contrario. Los pone amarillos de camiseta de plataforma anti o pro, según se mire la intención partidaria o la mejora vecinal.

En materia de trenes el PSOE tiene poco que enseñar en Andalucía. Bueno, sí, aquel tramo de Tocón en el que despilfarraron más de 30 millones de euros en 2002 por el caprichoso desaire que Chaves quiso hacerle a Cascos con la doble vía y el ancho internacional. Vía y traviesas que hoy ha habido que desmantelar por inservibles. Aquella época política la llamaban de “confrontación” socialista, de ellos, pero que pagábamos todos los andaluces.

Y no se cortan, oiga, siguen con su retahíla de eslóganes y frases hechas. No quieren reconocer que existe plena voluntad y prioridad, reiterada en Granada ayer mismo por el presidente en funciones Rajoy. No recuerdan ya que el único que planteó el AVE a Granada desde el principio fue Álvarez Cascos, Ministro de Fomento en su época, a través del PEIT. Ningún felipista hasta entonces lo había hecho. Tampoco los guerristas cayeron en ello. Tanto es así que, el gobierno del PP ha sido el que ha programado más de MIL millones de euros desde 2012 para acabar este proyecto.

Mucho le queda que leer y entender al actual alcalde de Granada de la historia del AVE en esta tierra, antes de enfundarse el amarillo chillón de la plataforma de su barrio, para ser justo, equitativo, responsable, y… aceptar la realidad material que toca, en pleno siglo XXI, año 2016. AVE sí, y cuanto antes aquí.