Si, Aznalcollar, esa localidad conocida por su Mina y fundamentalmente por el desastre ecológico que se produjo tras la rotura de una balsa de contención de lodos tóxicos, que acabó afectado al cauce del rio guadiamar y se plantó en las inmediaciones del parque nacional de Doñana. El desastre tuvo lugar en 1998 cuando la adjudicataria de la explotación era BOLIDEN APIRSA, filial española de BOLIDEN. La administración autonómica más de diecinueve años después aún no ha podido cobrar de BOLIDEN los gastos que supuso la reparación ambiental habida cuenta de que BOLIDEN APIRSA era insolvente y BOLIDEN, no era responsable subsidiario de la primera a tenor del acuerdo existente entre ambas. Desde entonces muchas han sido las noticias relacionadas con este suceso, pero la más significativa sin duda fue conocer tras diferentes sentencias judiciales, que los responsables de este desastre se fueron de España libres de culpas y sin abonar ni un solo euro en concepto de indemnización por los daños causados. Esto se debió en gran medida a la regulación del sector minero y muy principalmente a la desastrosa labor llevada a cabo por los letrados de la Junta de Andalucía encargados de hacer valer nuestras legitimas pretensiones.
Desde entonces se ha especulado en muchas ocasiones con la reapertura de la actividad minera en esta zona. Recordemos que el yacimiento de Aznalcóllar está compuesto por sulfuros polimetálicos, es decir, unas rocas que contienen diferentes metales y en diferente proporción, que hay que moler y lavar abundantemente para su obtención, plomo, cobre y zinc entre otros. Que se trata de una mina a cielo abierto (cuya explotación está prohibida por ley) y por tanto que su viabilidad está en función de la calidad de los metales obtenidos (su ley), de los costes de su extracción y del precio ofertado para estos metales en el mercado internacional.
Susana, promesas electorales en Aznalcóllar
A raíz de la designación de “su susanisima” para ocupar el cargo de Presidenta de la Junta de Andalucía en sustitución del vilipendiado y encausado José Antonio Griñán y el comienzo de su campaña para perpetuarse en el cargo se retoma el discurso paternalista de la Junta y se da esperanzas a la población de Aznalcóllar de una futura reapertura de esta explotación minera con la consiguiente reactivación industrial y la creación de “cientos” de puestos de trabajo.
Ni que decir tiene que en Aznalcóllar no queda ni un solo minero, que es una población subsidiada desde hace años y que carece de las mínimas infraestructuras para albergar un proyecto de explotación de esta envergadura para que los posibles beneficios recalasen realmente en sus pobladores.
No obstante Susana Díaz, con el único interés de acaparar un puñado de votos en estas tierras dejadas de la mano de dios, y en uno de los muchos mítines previos a su proclamación como lideresa del sultanato andaluz, anuncia la convocatoria de un concurso internacional (si, si, ha leído bien, un concurso internacional…oju) para que los mineros del mundo saliesen en desbandada para presentar la mejor oferta y hacerse así con el valioso tesoro que alberga la Mina de Aznalcollar, los referidos sulfuros polimetálicos, cuya ley por cierto es bastante baja.
La minería, ese oscuro objeto de deseo
Parece que la normativa estatal no convenía a los intereses de “su susanísima” para el desarrollo de este importantísimo proyecto, así que se reinventa y “…. tras un debate por las competencias de ámbito minero entre el gobierno andaluz y el nacional, finalmente resuelto a favor del primero, se dicta el Decreto Ley 9/13 de 17 diciembre de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía a través del cual se articulan los procedimientos necesarios para la reapertura de la mina de Aznalcóllar. Éste se materializó en la Resolución de 13 de enero de 2014 de la misma Consejería por la que se establecen las bases de un concurso internacional (…) para la adjudicación de estos derechos mineros que fue refrendada en el Decreto Ley 4/14 de 11 de abril, por el que se adoptan las medidas urgentes necesarias en relación con el procedimiento de reapertura de la mina de Aznalcóllar y se complementan las disposiciones recogidas a tal fin en el Decreto Ley 9/13, de 17 de diciembre…”
Dentro del plazo establecido se presentaron al concurso tres licitadores : Consorcio Grupo México – Minorbis, Emérita Resources España S.L.U. y Nyrstar NV.
En el mes de diciembre del año 2013 se celebra en Londres la “Mines & Money” (feria minera) situada en el Busines Design Centre of London. A la misma asisten, diferentes compañías mineras, y la Junta de Andalucía que instala un stand. Es en este marco donde la Junta a través del Secretario de la Consejería de Economía, Innovación Ciencia y Empleo Vicente Fernández Guerrero y la Subdirectora de esta Consejería Susana Sarriá Sopeña promocionan la próxima convocatoria del concurso de Aznalcóllar
El mes de enero de 2014 se hace pública la convocaría del concurso para la explotación de la mina de Aználcollar al que se presentan el Consorcio Grupo México – Minorbis. Emerita Resources España S.L.U y Nyrstar NV.
De Londres a Toronto, pasando por Aznalcóllar
La primera semana del mes de marzo del 2014 se celebra el PDAC (Prospectors & Developers Associations of Canadá) en la ciudad de Toronto. Este evento es la mayor congregación de empresas mineras en el mundo. A este encuentro asisten como visitantes la Directora General de Minas de la Junta, María José Asensio y Susana Sarriá, y entre las empresas mineras asistentes se encuentra Emérita, como compañía perteneciente a Forbes & Manhanttan.
Todo parece ir bien, Emérita se interesa por el proyecto y la Junta aplaude su participación y su interés.
Y aparece Minorbis, empresa creada ex profeso por los hermanos López Magdaleno, electricistas de profesión, para ofrecer su participación como socio local en la explotación de estos recursos mineros en el futuro. Minorbis asegura tener en su mano la adjudicación del concurso e intenta negociar con Emérita su participación a cambio de un porcentaje. Teniendo en cuenta que Minorbis no aporta ni un solo euro a la sociedad, el porcentaje de cero es cero. Pero no era este el sentido de la participación de Minorbis en la sociedad, no, el verdadero sentido de esta oferta era que a Minorbis se hacía con los derechos de explotación y luego se los vendía (al mejor postor) a cambio de un porcentaje. Vamos, lo que se dice llevárselo crudo por el simple hecho de mover papel. Finalmente, ante la negativa de Emérita a aflojar pasta por la cara a Minorbis, ésta última buscó un nuevo socio en el Grupo México y acabó ganando el concurso para la explotación de la mina de Aznalcollar.
Detenciones y archivo
Como es bien sabido toda esta historia desembocó en un proceso judicial donde el Juzgado de Instrucción nº 3 de Sevilla inicio las Diligencias Previas 979/15 y encomendó la investigación a la UDEF de la Policía Nacional. Esta Unidades de Delincuencia Económica y Fiscal elaboraron varios atestados en los que se informaba al Juzgado del resultado de sus investigaciones. En el transcurso de estas investigaciones pasaron por las dependencias policiales, en calidad de detenidos, quince funcionarios de la Junta de Andalucía que habían participado en la calificación de las propuestas de las dos empresas que concurrieron al concurso, además de los hermanos López Magdaleno.
Aquí se monta el lío, tanto el Consejero de Economía José Sánchez Maldonado, el secretario Vicente Fernández Guerrero y la directora de Minas María José Asensio Coto no dudaron en salir a la palestra a decir que ni la jueza ni la policía ni el Instituto Nacional de Toxicología tenía ni la más mínima idea de lo que estaban diciendo, oseáse, una panda de impresentables indocumentados que habían osado discrepar del criterio unívoco de la todopoderosa maquinaria administrativa de la Junta.
Aparecen oportunamente los cronistas de sociedad de los más rancios medios de comunicación escrita de esta ciudad. Plumas a sueldo que en todo momento se dirigen a la empresa Emérita como “la perdedora”; a la policía y a la jueza como analfabetos profundos y, como no mencionarlo, al que en esos momentos era el Director de la estación biológica de Doñana, el científico del CESIC Juan José Negro, con el tono despectivo e insultante de los que se creen en posesión de la razón absoluta, como “el ornitólogo”, por el hecho de haber opinado sobre la bondad del agua residual de las labores mineras y que se depuraba mediante “aireación” según el proyecto de Minorbis. ¿Cómo puede opinar un ornitólogo sobre el agua que se va a verter al entorno del Parque Nacional de Doñana? Olvidando maliciosamente que era el director de esta estación, científico de reputada trayectoria y profundo conocedor de los males que afectan a esta nuestra sufrida tierra, tales como los vertidos tóxicos al rio Guadiamar que desemboca directamente en Doñana.
No sabemos si gracias a la presión política y mediática o debido a otras cuestiones, el asunto fue archivado al no apreciar la fiscalía indicios de delito. Tras el recurso de Emérita la Sección 7ª de la Audiencia Provincial ordena reabrir el caso al apreciar “indicios claros y evidentes de la comisión de varios delitos”. Hay gente pa to, como diría el gran Belmonte. Lo que unos no ven, otros si lo ven…
La Jueza Alaya, entra en acción
Como no podía ser de otra manera la Sra. Mercedes Alaya, ponente de la resolución de la Audiencia que ordenó reabrir la investigación, no desaprovechó la gran oportunidad que se le brindaba de hacer otro gesto de desprecio, evidenciando la animadversión que profesa abiertamente hacia la Policía Nacional y “recomienda” que la reactivación de esta investigación sea llevada a cabo por sus agentes de la UCO.
Han sido muchas las noticias que aseguraban que el Grupo México había desembarcado finalmente en Aznalcollar, a pesar del proceso judicial aún abierto. Muchas las noticas sobre las millonarias inversiones que se estaban llevando a cabo. Prospecciones, infraestructuras, puestos de trabajo, etc.etc.
Como cada domingo desde hace casi ocho años cumplo con la ineludible visita a un familiar en la residencia de ancianos de la localidad de Aznalcóllar. Aprovecho y de regreso suelo ir a “casa Salvi” en Gerena para tomar unas cervezas y comer algo de carnuza interesante, y como el sendero así lo establece, paso por las instalaciones de la Mina. Miro detenidamente, busco los camiones, las excavadoras, los obreros entrando y saliendo de la mina, el mineral viajando a su destino en el puerto o las estaciones de ferrocarril. Si, miro detenidamente, incluso aparco el coche y hago un pequeño recorrido a pie. Pero no veo nada, ni camiones, ni excavadoras, ni obreros, solo una gran montaña de escombros altamente contaminantes, que cuando llueve se disuelven liberando mercurio, arsénico y todo tipo de metales pesados y tóxicos, que esas aguas contaminadas llegan a unas balsas donde se van a acumulando pues la depuradora hace años que no funciona.
En fin, en Aznalcollar trabajan catorce o quince personas, las mismas que llevan trabajando allí desde hace casi diecinueve años. Cuidan que las vallas que protegen el recinto no se desmoronen por completo y que la depuradora no se oxide hasta el punto de tener que desguazarla.
Promesas electorales, negocios amañados y diseñados para colocar a los amigos del régimen, absoluto desprecio hacia la verdad y lo que es peor, desprecio hacia nuestra tierra, hacia nuestros recursos, hacia nuestra gente. Quizá sea que el susanismo nos trae lo que merecemos.
*Salvador Gata, (seudónimo).