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Balance de un año: ni gobierno, ni oposición

Quienes tienen que presentar la cara socialista no pueden ser las mismas caras (expresidenta y exconsejeras/os) porque carecen de fuerza moral.

 

En Andalucía se cumple ahora un año en el que nos encontramos sin gobierno y sin oposición. Nos explicaremos: llegó un gobierno, elegido de forma legítima (al tener los suficientes votos en el parlamento andaluz) presumiendo de que iba a ser el gobierno del cambio, el gobierno de la limpieza, el gobierno sensible con el personal sanitario, en definitiva vendiendo que “iba a dar una bocanada de aire fresco a los 36 años de gobiernos socialistas”. Un año después, miramos hacia atrás, y el saldo no puede ser más descorazonador. En el gobierno actual se dan, sin ningún tapujo, enchufismos a mansalva. La propia hermana del Presidente colocada de forma irregular en un cargo, numerosas altas y bajas simplemente por filias y fobias dentro de cada partido (la más reciente la de una Viceconsejera que, al estar en una posición distinta dentro de su partido de las ambiciones, legítimas, del vicepresidente del Gobierno andaluz y presidente de Ciudadanos en Andalucía, es cesada fulminantemente), la búsqueda para puestos técnicos de funcionarios que sean militantes, ni siquiera simpatizantes, militantes del partido, son algunos ejemplos del descaro de este nuevo gobierno.

 

Pero con ser eso grave, el deterioro que estamos teniendo en los servicios públicos es realmente alarmante. Tomemos como ejemplo la sanidad andaluza, auténtica joya de la corona de los distintos gobiernos socialistas. El grado de deterioro, tanto a nivel hospitalario, como de asistencia primaria es realmente escandaloso. Ya lo anunció el Consejero de Salud, que él colocaba a sus amiguitos y ¡cómo se notan dichas colocaciones!. Algún día la justicia determinará si este equipo es responsable de la muerte de varios ciudadanos y de la enfermedad de muchas decenas de andaluces, por una gestión irresponsable en el caso de la reciente listeriosis… Algo parecido está pasando con la educación, la otra joya de la corona, que progresivamente se está viniendo abajo. Y no hay que abundar en las demás políticas sociales: los propios comedores escolares están sufriendo un abandono terrible para las niñas y niños más vulnerables, o los centros de acogida de los Menas, o el desprecio hacia las mujeres maltratadas, o … Pero no pensemos que estos deterioros ocurren por casualidad, ni por dejación: la causa es la bajada de impuestos a los ricos y el objetivo: deteriorar servicios para, a continuación, “ofrecer” alternativas privadas (¡para quienes puedan pagárselos!) que enriquezcan a las empresas privadas. Es así de fácil, y ya lo hemos visto en otros escenarios.

 

Y en materia económica, todos los días nos dan también ejemplos de irresponsabilidad. Ahora les va bien decir que han sido intervenidos por el gobierno de la nación. Pero ellos saben perfectamente que no es cierto, y que se está aplicando una ley que nos impuso Mariano Rajoy a todos los españoles y que no tenemos más remedio que cumplir, nos guste más o nos guste menos. Por cierto, el señor Moreno Bonilla quiere que nos olvidemos, (él seguro que no se olvida) que era un altísimo cargo de los gobiernos de Rajoy, y que su parte de responsabilidad también es mucha en estas políticas…Pues bien siguen diciendo que tendría que hablar el gobierno de España con la Junta de Andalucía para ver la forma de no tener que cumplirlo. Pero ¿de verdad creen ustedes en el estado de derecho?. Ustedes, que se proclaman “constitucionalistas”, que no apoyaron la Constitución cuando se refrendó por los españoles, y que se permiten dar o quitar carnet de constitucionalistas a los demás. Y, como se ha descubierto su mentira, ahora piden ¡que se reúna el Consejo de Política Fiscal y F!. Un órgano colegiado, para tratar un asunto singular de una Comunidad A. Lo dicho: Este gobierno va como un pollo sin cabeza …

 

Y un detalle: ya que citan a la actual ministra Montero como responsable de ese déficit de la superación de una décima en el déficit de 2018, solo señalar que la entonces Consejera apenas ejerció el cargo 5 meses de ese año, por lo que dicha desviación, que corresponde a todo el ejercicio presupuestario, no creemos que sea imputable a ella (aunque sí al último gobierno socialista), puesto que se suelen producir las desviaciones a final de año (y más en el 2018, donde hubo que incrementar el gasto por dos sentencias producidas en el último trimestre…).

 

En definitiva no hacen más que aplicar el efecto espejo para decir que ahora hacemos lo que antes no hacía, o hacía mal, el gobierno del PSOE; pero eso sí, con la máquina publicitaria a tope. ¡Ni en los mejores tiempos veíamos tanta publicidad institucional, para satisfacción de sus voceros y de sus incondicionales.

 

Y, precisamente por esto, creemos que no podemos seguir con esta oposición que resulta poco válida. Quienes tienen que presentar la cara socialista frente a tan bestial gestión neoliberal no pueden ser las mismas caras (expresidenta y exconsejeras/os) porque carecen de fuerza moral, de argumentos válidos, a los que siempre les contestan refiriéndose a su gestión anterior, a la pérdida electoral y a los escándalos que ellos alimentan cada día. Caso paradigmático es la sentencia (no firme) del caso de los EREs, que por más que se empeñan en decir que tiene un volumen considerable, todos sabemos su escaso nivel de fraude, y en ningún caso de apropiación por un partido, de fondos públicos. O como el llamado caso de la FAFFE. O el caso de la formación. Con independencia y total respeto a los tiempos del Partido, que serán como deban ser ( y con una mayor implicación de la militancia), es necesario un esfuerzo de generosidad y reconocimiento de las limitaciones de los actuales portavoces, echándose a un lado, para que podamos tener un equipo de caras nuevas y fuertes, que nos defiendan frente a los destrozos sociales y económicos que el gobierno trifachito está ya acometiendo.

 

En conclusión, el saldo de este año no puede ser más negativo, y somos pesimistas respecto a lo que vuelva a ocurrir en el nuevo año 2020. Para esto no queremos ni un gobierno ni una oposición. Necesitamos un vuelco en ambos ámbitos, porque los andaluces queremos estar mejor gestionados y que haya quien vigile con eficacia los incumplimientos o malas gestiones del gobierno de turno. ¡Ay, Andalucía!, ¡con cuánta ilusión y esfuerzo impulsamos nuestra autonomía, y con qué pena vemos tu deterioro!.