La última decisión tomada por la instructora del caso Eres, María Núñez Bolaños, viene a dar la razón, en parte, a la argumentación usada por Mercedes Alaya en su alegato contra su sustituta para que no fuese designada encargada de instruir el caso de los Eres, un sumario que dura ya casi un lustro.
Nuñez Bolaños acaba de trasladar al TSJA, a su Sala de Gobierno, la propuesta de que sea el juez sustituto que tiene asignado en su Juzgado el que se encargue de las piezas que integran el denominado ‘procedimiento específico’ o lo que es lo mismo, la parte donde salen investigados (imputados) un ramillete importante de cargos públicos de la Junta de Andalucía, incluidos los expresidentes Chaves y Griñán.
[blockquote style=»1″]Si Bolaños se aparta del nudo gordiano del complejo caso, puede ser una señal inequívoca que demostraría que no está suficientemente preparada para emplearse a fondo en la maraña o cacao procesal de los eres. Exactamente lo que dijo, negro sobre blanco la Sra Alaya.[/blockquote]
¿Que por qué da la razón a Alaya la instructora apartando el amargo cáliz de los Eres? Dos versiones circulaban ayer por la tarde en los mentideros jurídicos sevillanos. La primera apunta a que si Bolaños se aparta del nudo gordiano del complejo caso, puede ser una señal inequívoca que demostraría que no está suficientemente preparada para emplearse a fondo en la maraña (o cacao) procesal de los Eres. Exactamente lo que dijo, negro sobre blanco, la Sra Alaya cuando expuso en su polémico y desafortunado informe al CGPJ, que Bolaños llevaba toda su vida en un Juzgado de Familia y que de penal, pues más bien novata e inexperta.
Otra versión, ciertamente más perversa, es la que apunta a que la magistrada Bolaños sale de la primera escena – seguirá detrás del juez sustituto- para que nadie pueda decir que sirve a los intereses de sus amigos del PSOE.
Sean cuales fueren las causas de este nuevo golpe de timón en el caso Eres, lo cierto es que el espectáculo no parece nada edificante. Que una jueza que hasta antier mismo peleaba por instruir esa causa contra viento y marea, a las pocas semanas de asumir formalmente el caso le pase la pelota al sustituto que ya estaba adscrito al Juzgado, no parece un comportamiento que invite a confiar demasiado en quienes tienen la obligación de una búsqueda eficaz de Justicia.
Pepe Fernández
editor@confidencialandaluz.com
Foto: Manuel Olmedo