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El camino de Pedro Sánchez

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Ramón Triviño Barros*

Durante unos días de retiro en la Galicia de mis ancestros he tenido tiempo para la reflexión, sobre todo gracias a una interesante publicación, que no cayó en mis manos por casualidad, titulada “Elogio del caminar” (Siruela, 2014), del sociólogo y antropólogo francés David Le Breton, un auténtico libro de culto, que me ha servido para infinidad de cosas, pero sobre todo para repensar la relación de los ciudadanos con el reto que plantea la configuración de la nueva sociedad post industrial, concretamente en lo referente a su ámbito urbano.

En esa tarea me encontraba cuando, a pesar de mi voluntario aislamiento, me llegó la buena nueva de que Pedro Sánchez Castejón acababa de anunciar, en la localidad sevillana de Dos Hermanas, su intención de concurrir, si nadie no lo impide, a las primarias que celebrarán los socialistas en el mes de mayo.

La noticia, por deseada, me causó gran alegría, ya que coincido con el profesor Antón Losada, en lo que señalaba en su reciente artículo “Robin Sánchez”, “el mensaje del aspirante Sánchez no puede sonar más claro y directo. Él es el Robin Hood de los socialistas, el candidato que roba poder a la casta socialista para devolvérselo a los sufridos militantes”.

 

Según la información obtenida en medios próximos a Sánchez, consta que el candidato ha tenido tiempo para reflexionar sobre el pasado de cara a perfeccionar su trabajo futuro.

 

Una buena nueva que, sin embargo, llegó acompañada de cierta preocupación, ya que es más que probable que Pedro Sánchez deba pelear, además de con el aparato de su propio partido, con los dilatados tiempos que han de discurrir hasta la celebración de las referidas elecciones internas en el PSOE. Aunque por otro lado, me tranquilizaron las palabras de seguridad que pronunció el de nuevo candidato a la secretaría general ante sus allegados, “no está nada escrito”, lo que denota confianza y fuerza.

Además según la información obtenida en medios próximos a Sánchez, consta que el candidato ha tenido tiempo para reflexionar sobre el pasado de cara a perfeccionar su trabajo futuro. Pedro Sánchez empieza a trabajar ya con nuevos cuadros, con savia nueva y con interesantes propuestas innovadoras que van a facilitar la elaboración de un nuevo discurso, que, entre otras cosas, tratará de atraer a su candidatura a una gran cantidad de cuadros medios del PSOE, que no se sienten cómodos, diría que incómodos o huérfanos, en la actual situación por la que atraviesa el Partido Socialista.

Pedro Sánchez, que sin duda se ha ganado el derecho a ser escuchado, trabaja en lo más importante ahora mismo, el fruto del doloroso proceso que se vive en las filas socialistas, un proyecto político que esencialmente sea capaz, desde la socialdemocracia, de dar respuestas a una sociedad, sobre todo urbana, en cambio permanente, revolucionada por el apasionante mundo de las nuevas tecnologías.
Pero parece claro que el camino emprendido por Pedro Sánchez no va a ser fácil. Ahí están las desaforadas críticas que ocasionó su anuncio de presentarse a las primarias, no sólo de sus adversarios políticos, sino también de algunos medios de comunicación que parecen ligados a la derecha más rancia o a un inaudito populismo.

 

Destaco el papel jugado por el número dos de Susana Díaz en el PSOE andaluz, el secretario de Organización, Juan Cornejo, que con los nervios perdidos lanzó una terrible diatriba contra Pedro Sánchez.

 

Destaco el papel jugado por el número dos de Susana Díaz en el PSOE andaluz, el secretario de Organización, Juan Cornejo, que con los nervios perdidos lanzó una terrible diatriba contra Pedro Sánchez, luego hablan del respeto a los compañeros, con palabras cargadas con efecto boomerang, ya que, una vez analizadas, se pueden volver de inmediato contra los mandarines del socialismo andaluz que tienen la extraña virtud de ver siempre la paja en el ojo ajeno y no, la viga, en el propio.

Unas reacciones que en lugar de templar el agitado ambiente, causan más tensiones, a la par de extender el temor de que la Gestora del PSOE y sus adláteres sean capaces de organizar un nuevo golpe de mano para conseguir unos propósitos que cada día se antojan más difíciles.
Por último, queda por despejar la incógnita sobre la decisión que adoptará Susana Díaz. Un paso que complicará el escenario de cualquier manera. Tanto si decide concurrir a la secretaría general, como si opta por quedarse en Andalucía, ya que entonces habría que contemplar sus siempre oscuras maniobras y la dirección de sus apoyos. Tampoco hay que dejar de lado la existencia de una cuarta vía, promovida por un sector joven del PSOE que trabaja en una alternativa a los proyectos del trío de candidatos ya conocidos.

 

*Ramón Triviño es Periodista.