El peor escenario de todos, temido por Susana Díaz en Andalucía y por Pedro Sánchez en Madrid , se ha producido con el auto del Juez de los Eres, Álvaro Martín, por el que se anuncia el procesamiento de los dos últimos presidentes federales del PSOE –Manuel Chaves y José Antonio Griñán– con el escándalo de los Eres como fondo.
Ambos, al conocer la noticia, se han dado de baja como militantes del partido, sin duda un desgarro interno para ambos personajes, especialmente para Chaves más de partido que Griñán, participante en el congreso de Suresnes.
Un proceso, convendrá destacar, que en su pieza más política parece, a la vista de este auto judicial, que va a castigar especialmente el delito de mirar para otro lado cuando a tu lado y bajo tu mando están robando. Una doctrina jurídica, por cierto, que como se extienda van a faltar jueces, banquillos y cárceles en este país.
Junto a los dos expresidentes de la Junta también se sentarán en el banquillo seis exconsejeros: José Antonio Viera, Carmen Martínez Aguayo, Francisco Vallejo, Magdalena Alvarez, Gaspar Zarrías y Antonio Fernández.
A todos ellos el juez, ratificando las tesis mantenidas durante la instrucción inicial de Mercedes Alaya, les considera responsables de un delito continuado de prevaricación, mientras que también atribuye un delito continuado de malversación de caudales públicos a Griñán, Martinez Aguayo, Vallejo, Viera y Fernández.
Se han salvado de la pena de banquillo los exconsejeros Manuel Recio, Martín Soler y Antonio Ávila.
Junto a todos ellos queda también desimputado el presidente de Unicaja Banco, Braulio Medel. Sin duda, esta última desimputación, es una victoria como Cid Campeador del dueño de Ausbanc Luis Pineda, en prisión desde el 18 de abril pasado por orden de la Audiencia Nacional. El mismo que como abogado pidió en nombre de Manos Limpias la desimputación de Medel, previo pago de importantes cantidades de dinero por parte de Unicaja, según sostiene el juez Pedraz en la Audiencia Nacional.
En el peor momento para las expectativas electorales del PSOE
La noticia de que Chaves y Griñán acabarán en el banquillo de los acusados llega, además, en el peor momento de todos. En puertas de una campaña donde el PSOE se juega más que nunca su hegemonía, el segundo puesto, y la noticia, que casualidad, llega desde la agrupación del sur donde Susana Díaz se ha planteado ir a por Sánchez desde la misma noche del 26J. Que por morbo político que no quede.
Seguramente Sánchez se estará preguntando, como hace otra mucha gente, qué grado de responsabilidad política ha podido tener en todo el asunto de los Eres la mujer que aspira a echarle de Ferraz. Directa seguro que ninguna. En términos políticos, quien conozca a Susana Díaz y toda su trayectoria sabe que a la hoy baronesa no se le escapaba un detalle de lo que se hacía o decía en el partido, especialmente en un asunto como el de los Eres donde la mayoría de las veces se compraba, además de paz social, una nueva red clientelar a añadir a las existentes en toda la región al servicio del partido. Conflictos que casi siempre llegaban avalados desde las instancias socialistas locales o provinciales, presionando como partido al consejero de turno y urgiendo soluciones con la presión de la calle.
Claro que Susana conocía esas cosas sin estar en el gobierno, como otras muchas que veía a su alrededor, especialmente en la época de la troika de los llamados “griñaninis”, Rafael Velasco, Mario Jimenez y la propia Susana.
Pero ella jugó siempre a medio y largo plazo. Entrar a desbrozar las tupidas redes y lo que detrás de ellas se ocultaba, no parece que fuese un camino adecuado para llegar a controlar todo el partido, tal y como finalmente acabó sucediendo.
Un auto políticamente impactante
Tras este auto judicial, posiblemente el más impactante y trascendental desde el punto de vista político que se haya producido en un juzgado de Andalucía, hay que acordarse de quienes hasta anteayer mismo pronosticaban que el caso de los Eres iba a quedar zanjado, archivado, con los políticos socialistas limpios de polvo y paja. Los mismos que tras el aterrizaje de la juez Bolaños dijeron desde el PP que la había poco menos que colocado el consejero de Justicia Emilio de Llera, amigo personal de de la magistrada y su marido, alto funcionario de la Junta.
Lo anunciado en este auto del magistrado Álvaro Martín –al que los Ausbanc mencionan como asistente a sus foros jurídicos– echa por tierra todas las tesis conspirativas que, de ser ciertas, sus urdidores han demostrado una torpeza monumental a la vista del fracaso logrado.
Visto el cariz que procesalmente ha tomado la pieza «política» de los Eres lo que se constata es que, junto a sus dos expresidentes federales, también se sentará el propio PSOE de forma simbólica en el banquillo de los Eres. Ver a Griñán, pero sobre todo a Manuel Chaves respondiendo ante un tribunal acusado de haber prevaricado, visto por los ojos de la calle simboliza el «pago» de la corrupción bajo la responsabilidad socialista.
Dos anotaciones finales. La primera que el PSOE tiene razón al remitirse ahora al juicio final, exactamente cuando un tribunal dicte sentencia. Será entonces cuando formalmente sabremos si son culpables o inocentes. Lo de hoy, el auto de hoy, es otro tipo de «sentencia» que depura responsabilidades políticas y da el nombre de los responsables políticos del escándalo de los Eres, algo que no fue capaz de hacer la Comisión Parlamentaria creada precisamente para depurar y señalar ese tipo de responsabilidades. Y segunda, de ninguno de los procesados se ha documentado judicialmente enriquecimiento personal o que tengan cuentas en paraísos fiscales.