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Ciudadanos al desnudo

Aquel chico que posó cubriéndose sus partes solo con las manos se muestra hoy con opciones de abordar la Moncloa

Regina Farré / Opinión.- El primer cartel electoral de Ciudadanos se ha convertido incluso en materia de estudio en alguna universidad. Un entonces desconocido Albert Rivera, chico cachas por haber practicado natación y otros deportes, posaba como Dios lo trajo al mundo, eso sí, con sus dos manos cual hoja de parra tapando su sexo.

Eso ocurría un par de meses antes del 1 de noviembre de 2006, día en que por vez primera Ciudadanos sacaba tres diputados en las elecciones autonómicas catalanas. La campaña con la idea base de “no tenemos nada que ocultar” y “solo nos importan las personas “ encontró en esta fórmula atrevida una manera barata y llamativa de romper el cerco que los medios de comunicación catalanes, cautivos del régimen nacionalista, les impusieron. Como ejemplo, vivido en primera persona porque en aquellos momentos trabajaba en Tv-3, la televisión autonómica catalana, en el dispositivo de la noche electoral no había previsto mandar equipo alguno a la sede de Ciudadanos.

Durante toda la campaña les habían ninguneado y en la tradicional porra de la redacción solamente yo aposté porque iban a tener representación parlamentaria. A media tarde, cuando los jefes ya tenían datos claros, mandaron un equipo, encabezado por una joven independentista, que supongo que tragando mucha saliva tuvo que informar durante la noche electoral desde la sede de Ciudadanos que el chico desnudo había conseguido su efecto con tres parlamentarios.

[blockquote style=»1″]Lo que pretendo esbozar es que detrás del nacimiento de Ciudadanos hay un largo recorrido con la implicación de personas procedentes de un amplio espectro ideológico con un punto en común aglutinador: el enfrentamiento al nacionalismo excluyente.[/blockquote]

Pero Ciudadanos no nació por generación espontánea, detrás de estas siglas hay una larga lucha de hombres y mujeres que desde 1979 se enfrentaron a las diferentes ofensivas del nacionalismo catalán. No puedo en este espacio detallar todas ellas; por ello, recomiendo a quien pueda interesar el tema leer el libro Historia de la resistencia al nacionalismo en Cataluña del periodista y profesor de filosofía Antonio Robles. Destaco por su relevancia la Asociación por la Tolerancia que como su nombre indica trabaja en todos los ámbitos en los que se vulnera este valor, que en el caso que nos ocupa son muchos.

Por ejemplo, un comerciante que tenga el rótulo de su tienda en castellano puede ser denunciado por algún vecino y como consecuencia multado; en el transporte público de Barcelona todas las comunicaciones están sólo en catalán, y hay espacios de restauración como Pans & Company que sólo tienen las cartas en catalán e inglés. No entro en la inmersión lingüística en la escuela porque necesitaría todo un confidencial para mí solita.

Lo que pretendo esbozar es que detrás del nacimiento de Ciudadanos hay un largo recorrido con la implicación de personas procedentes de un amplio espectro ideológico con un punto en común aglutinador: el enfrentamiento al nacionalismo excluyente. Yo, que seguí muy de cerca una parte del proceso previo de formación del partido de Rivera, puedo decir que conocí desde gente que me pareció muy próxima a la caverna hasta exmilitantes de la extrema izquierda, pasando por un buen número de socialistas cansados de las derivas nacionalistas del PSC.

[blockquote style=»1″]Aquel muchacho buenorro que lucía tipo en su primer cartel electoral es hoy un candidato bien situado en la carrera hacia la Moncloa.[/blockquote]

Volviendo a Ciudadanos, aquel muchacho buenorro que lucía tipo en su primer cartel electoral es hoy un candidato bien situado en la carrera hacia la Moncloa. En cuanto a la definición ideológica de este partido que todavía no ha cumplido los diez años, parece que definitivamente la mayoría lo sitúa en el espectro del centro derecha. Hace unos días una publicación digital entrevistaba a uno de los fundadores de Intereconomía, que aseguraba que Rivera consiguió financiación para presentarse a las elecciones europeas de un multimillonario irlandés llamado Declan Ganley y que pretendía formar un lobby pro-vida  y euroescéptico en el Parlamento Europeo.

Su paso por las juventudes del Partido Popular hasta tres meses antes de la fundación de Ciudadanos también apuntan hacia esta línea. Incluso hay quien afirma que desde el PP se apoyó en su momento a Ciudadanos para intentar neutralizar la UPyD. Sea como sea, el partido de Rivera se ha convertido en una buque con el timón bien encarado hacia la Moncloa. Sólo tendrá que decidir, en su momento, si vira hacía la derecha o hacia la izquierda, pero lo que parece claro es que por el momento no naufragará.