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De la jaula de grillos salió un delfín traicionero

“Mr. Lanzahuesos” ha usado al delfín de Sebastián Pérez en Granada, para la traición.

 

Descanso en la Condomina, por ahora uno en la quiniela. Y sólo por ahora…

Mientras esperaba en la puerta de Starbucks café, en Puerta Jerez, recordé aquellas tardes de transistor futbolístico con Vicente Marco y Juan Tribuna.

Mi compañero de tertulia cafetera bajaba como tantas ocasiones del tranvía y aquella tarde como siempre nos adentramos en el Hotel Alfonso XIII. La tarde prometía.

La situación del Partido Popular nacional no puede ser peor, y además como no tienen problemas, los buscan. ¡Qué no estarán haciendo allí ni donde no gobiernan, si en los enclaves que controlados por el partido la lían parda!

Pero empecemos por el principio, porque el café como digo fue largo, tenso y si se me permite transversal. Coincidimos en que el gobierno socialcomunista no acierta una, o sí. Puede que su hoja de ruta sea romper el régimen constitucional del 78, a base de colapsar el sistema. Desde esa perspectiva la labor del Partido Popular es la lógica oposición,  crítica frontal sin paliativos y como dice Aznar sin pensar en Vox, haciendo la labor del primer partido de la oposición.

Para ganarse la confianza de los españoles hay que hacer oposición, pero hay que construir una alternativa que ofrezca soluciones. Frente a cada desliz gubernamental, un propósito, una alternativa y una solución. Sobre todo un referente y ahí está el problema. El Partido Popular pierde agua por todas partes.

Génova no aporta nada al debate político y es fácil comprobarlo:

¿Quién es el referente popular en política laboral?

¿Quién es el referente popular en política social?

¿Quién es el referente popular en el Pacto de Toledo?

¿Quién es el referente popular en política internacional?

¿Quién es el referente popular en política migratoria?

¿Quién es el referente popular en política económica?

¿Quién es el referente popular en política sanitaria?

¿Quién es…..?

Y así todo, nadie, no hay nadie,

Y ¡dónde están las ideas que nos hicieron grandes! ¡Dónde está nuestro programa de gobierno!

No hay nada ni nadie. Si los cuadros del partido en las provincias andan confusos sin saber qué hacer y dónde acudir. Los ciudadanos de a pie, ni reciben nuestro mensaje, ni saben quién es quién en el partido popular. Eso sí, para la calle somos una jaula de grillos.

El Partido Popular nacional no transmite nada, incluso si transmite algo, ese algo son malas vibraciones. Una pésima sensación sin orden ni control.

Pablo Casado está solo,  tiene 98 diputados, que son unos perfectos desconocidos y además está mal acompañado. ¡Quiénes son hoy los sucesores de aquellos hombres y mujeres que llevaron a este partido a aquellas mayorías absolutas¡ Sencillamente no existen.

Nadie conoce a nadie y además el nivel el paupérrimo. Pablo en este momento no goza de buena salud política. Los políticos populares transmiten aquella idea castiza de ande yo caliente…. O lo que es peor, a mi ni me mires que yo vengo a descansar cuatro años y después ya veremos. Esto es lo que hay, demasiado mediocre, y de trabajo poquito.

Esto es lo que tienes Pablo, sin olvidarnos del polvorín a tu derecha, el popular “Mr.Lanzahuesos”. No hay decisión que tome este nefasto Secretario General que no sea errónea, equivocada, mediocre e incluso descabellada.

 

Traición en Granada

Ojeando la prensa y echando un rato de digitales, lo acaecido en Granada y por lo que hemos podido constatar es la crónica de una muerte anunciada a finales de Agosto por el propio presidente de Granada, cuando soltó un órdago contra todo y contra todos, incluido contra sí. Desde entonces caída tras caída, error tras error, y malas compañías han hecho el resto.

Indudablemente “Mr Lanzahuesos” ha metido sus manos en el corazón de Granada, buscándose a unos aliados de su nivel, aquellos que no han hecho más que fomentar la división en esta provincia popular.

“Mr. Lanzahuesos” ha usado al delfín de Sebastián Pérez, para la traición. Algunas traiciones costaron treinta monedas y esta cuatro años en el Senado. No ha hecho falta mucha argucia para convencer al personaje y que cometiera semejante felonía política. Sus ansias de poder siempre lo delataron dentro del partido popular en Granada. El delfín no ha tenido escrúpulos para la traición.

El delfín quiere mangonear el partido y mover a sus peones dentro de la estructura por puras ansias de poder. Es posible que en el pecado les acompañe a los dos la penitencia. El delfín no goza de sólidos cimientos, y cuando sus pies de barro empiecen a temblar, Teodoro habrá unido su suerte granadina a la de este personaje, mal compañero y peor político. Bien dotado en el arte del pillaje político, pero de cortas luces y peor bagaje intelectual. Muchos amigos lo esperan a la vera del camino. La verdad siempre sale a la luz y el delfín tiene mucho que callar y todo por tapar en política. En el periodismo de investigación gustan estos perfiles.

Granada sin Sebastián Pérez tiene un camino de reconstrucción por delante duro, reconstruir el partido sobre las ruinas no será tarea fácil. De ello puede dar fe uno de sus mayores artífices, el delfín. Quien ha ido laminando, apartando y eliminando a compañeros de valía, honestos y transparentes para el Partido Popular. Todos los que le han estorbado los ha ido bloqueando con la aquiescencia de Sebastián Pérez que lo dejó maniobrar a su antojo. Alcalde, diputado, portavoz, senador, presidente del comité electoral y todo lo que ha querido, hasta convertirse en: ”El partido soy yo”.

El mañana de los populares en Granada debe surgir desde la suma, el diálogo y la reconciliación, pero antes habrá que hacer examen de conciencia y propósito de enmienda. La reconstrucción es cosa de todos, pero de unos más que de otros. No pueden ser protagonistas  aquellos que rompieron y dinamitaron la grandeza de los populares granadinos.

Terminamos tarde de café, y nos marchamos como lo hacen dos amigos y hermanos. Un fuerte abrazo quedó entre nosotros y hasta luego. La conciencia muy tranquila, porque ya tenemos una edad para decir y contar las verdades del barquero. Por cariño a este partido lo hacemos antes de que se hunda en la indiferencia de los españoles que aún siguen apostando por el centro derecha.