The news is by your side.

De ratas y ratones

Será por esa razón por la que está mejor aceptado que a uno le llamen ratón que rata. Mira Mickey Mouse.

 

Creo que la magnífica serie La peste, de Alberto Rodríguez, no triunfó a nivel de calle como se merecía por su original método de promoción en la ciudad de Sevilla. Eso de emplear ratas como conejos para adornar los enclaves de la miseria de aquella Sevilla que fue puerta de entrada y salida para las Indias, no creo que fuese una buena idea. Los sevillanos, imagino que como en otros muchos lugares de España, les tenemos una especial aversión a estos roedores, desagradables a la vista, agresivos y portadores de infinidad de enfermedades contagiosas. He oído en muchas ocasiones sucedidos relacionados con el ataque de una rata cuando se ha visto acorralada. Escalofríos entra con solo pensarlo.

Será por esa razón por la que está mejor aceptado que a uno le llamen ratón que rata. Mira Mickey Mouse. Este es un ‘ratón’ de biblioteca, oímos a menudo para elogiar a un cerebrito. Por no hablar del simpático ratoncito Pérez. Hasta un programa de Tv se inventó el cuerdo de Jesús Quintero que se llamó “Ratones coloraos” de donde salieron a la fama mundial una ristra de personajes irrepetibles, muchos sacados de la época de Rinconete y Cortadillo. Nunca se le habría ocurrido al de La Colina usar el nombre de rata, ni siquiera cuando tuvo que elegir nombre para su serie de entrevistas en las cárceles con los peores asesinos, a la que denominó ‘Cuerda de presos’.

 

Será por esa razón por la que está mejor aceptado que a uno le llamen ratón que rata. Mira Mickey Mouse.

 

Quizás por estas consideraciones – para muchos absolutamente subjetivas y con razón – convendrá dejar escrito que ha sentado muy mal el cartelito que cachorros de las NNGG del PP, dicen que de motu propio, han puesto en circulación por las redes sociales para ayudar a sus candidatos Juanma o Beltrán. ¿A estos niños alguien les está educando sobre los mimbres que existen para funcionar en la política?

Siempre hay entre los jóvenes gente impulsiva ha justificado el mal gusto un apurado Moreno Bonilla al que, entre el discurso aznarista de Casado y estos chicos del comando photoshop, le están dejando hecha unos zorros su campaña de alternativa de laboratorio y de centro. Una campaña cuyo eje iba a ser criticar las casi cuatro décadas que llevan gobernando los socialistas en Andalucía, camino de durar más que Franco (pero con urnas) y seguimos en la cola del paro.

El problema ya no es tanto la salida de tono de una viñeta de agitación lanzada a la red, el problema es que sus autores son chavales y chavalas seguramente jóvenes que han crecido y se han educado en estas últimas décadas en escuelas, institutos y universidades de Andalucía, de ese Sistema Educativo del que tanto presumen nuestros gobernantes socialistas. Y se supone que esas mamarrachadas de mal gusto las hacen y retuitean los nuevos andaluces, los mejor preparados de la historia.

 

Siempre hay entre los jóvenes gente impulsiva ha justificado el mal gusto un apurado Moreno Bonilla…

 

Llamar “ratas” a quienes han ostentado la representación democrática de la mayoría de los andaluces en las urnas durante 36 años al frente de la Junta de Andalucía, desde luego no ha sido una buena idea, ni digna de una educación basada en el respeto a los demás y en los principios de una democracia.

Ni siquiera ha sido aceptado el cartelito por la inmensa mayoría de militantes del PP a los que no ha gustado la iniciativa propagandística que ha contado con el apoyo  de las Nuevas Generaciones (NNGG) del PP en Sevilla.

No se han dado cuenta que, sacar a las ratas a pasear por las calles de Sevilla trae mala suerte, dicen que vaticinan miseria y ruina. Si hubiesen apostado por los ratones (coloraos, por supuesto) la cosa hubiese tenido incluso algo de gracia y hasta el toque Walt Disney. Calificar de “ratas” a los presidentes de la Junta oculta una patología dominada por el odio de la peor especie, así de simple y así de grave. No le den más vueltas.