Los votantes socialistas de mi calle nos hemos vuelto a encontrar. Los cinco. Aquí vamos, analizando el devenir de la Comunidad, del socialismo y de la cerveza con tapa. Lamentablemente, nuestra primera impresión fue que, sí, da un poquito de vergüenza…ajena. No las tapas, que cada vez son mejores, ni el pacto de gobierno que anuncian para Andalucía, del que no nos hemos leído ni una medida, pero ya tendremos tiempo para valorar. No, vergüenza de lo más cercano, de algunas reacciones del partido al que entregamos, con una actitud muy positiva, nuestro voto.
Que si, comprendemos que el post 2D deja un sabor agrio, como si te hubieras comido un frasco de pepinillos de golpe, pero si, con ese exceso de teatralidad, gastamos ahora toda la energía en criticar nada, porque como todavía no gobiernan no han hecho nada y los resultados electorales son los que son y se iba a notar mucho si ahora intentamos cambiarlos ¿Qué se va a dejar para cuando empiecen a hacer cosas?
Es un poco como el cuento de Pedro y el Lobo. De antes de que los cuentos fueran sometidos a una somanta de revisión para hacerlos inclusivos. Quizás deberíamos cambiar el título, porque lo de “Pedro” trae unos recuerdos muy amargos y lo del Lobo también mal, porque cosifica al animal. La esencia es: estaba un pastorcillo o pastorcilla que era superchistoso, y venga a gritar que viene el lobo. Basta de criminalizar al Lobo, ya está bien de microagresiones, le decían los vecinos. Total que al final cuando vino el Lobo, nadie se creyó el aviso, y este liberó a las ovejas. En el relato original se las come, a todas, sin remordimiento ni nada y deja a la aldea sin sustento para el invierno con la consiguiente merma en la calidad de vida.
Que el consejero en funciones, Ramírez de Arellano, del que cuesta saber cual era su Consejería y, más aún, que ha hecho en ella, esté todo el día con lo de los sueldos y la vergüenza, genera más reacciones en contra que a favor.
Y esta es la moraleja, amigos socialista. Los comentarios exagerados a los que asistimos harán que, cuando empiecen a gobernar y con ellos las razones para criticar, ya no se nos haga caso. Que el consejero en funciones, Ramírez de Arellano, del que cuesta saber cual era su Consejería y, más aún, que ha hecho en ella, este todo el día con lo de los sueldos y la vergüenza, genera más reacciones en contra que a favor. Ya que no se ha hecho antes (es evidente que no se hizo, dada la estupefacción que siguió a los resultados) escúchen ahora lo que se dice en la panadería o comentan en la mesa de al lado del bar. No se creen esa preocupación por el dinero del contribuyente ¿Por qué? Quizás por la extendida idea de que la Administración pública andaluza ha sido una máquina de privilegios. Si era verdad o no, lo veremos en esa auditoria que amenazan o prometen (cada cual elija la palabra que cuadre)
Total, que después de los sueldos, vino lo de la vergüenza, ya decimos. ¡Pactan con Vox, es el pacto de la vergüenza! Varias dudas nos asaltaron a los cinco votantes. Si tan negativo es para la democracia ¿no debió prohibirse a ese partido? ¿O sostenemos la teoría de que la gente puede votar lo que quiera, pero gobernar, lo que se dice gobernar, debemos hacerlo nosotros? Ya sabemos que las elecciones son cada vez menos importantes y tiene más importancia para nuestro día a día lo que decida Bruselas que lo que opinen en Sevilla, pero disimulemos.
¿A quién llamarán los del IBEX, al presidente de la Junta o la líder de la oposición? Pero, es lo que hay. Eso y un millón de electores que requieren menos dramas y más ponerse al tema.
Pactos de vergüenza ha habido muchos, no nos escandalicemos ahora. En la asamblea del bar, uno de los votantes recordó la última vez que el PSOE gobernó la diputación de Almería. Fue con un pacto, si, y con un partido, el PAL, escisión del PP -por la parte derecha- Aquello terminó en monumental lio, con video incluido. Miren, pensamos, igual este del PP CS Vox acaba igual, trabajen en ello.
En el 2D, la abstención fue del 41%. Un gobierno apoyado por PP CS Vox representaría al 28,7% de los electores. Uno del PSOE al 16%. Es lógico y bueno, concluimos los cinco, que se creen alianzas que representen a la mayor cantidad posible de votos sociales.
Había otras posibles coaliciones. Responsabilidad de aquellos a quienes hemos votado, era intentarlo, en lugar de reaccionar con tanta amargura y negatividad.
Toca pues, iniciar un nuevo aprendizaje, el de no estar en el poder. ¿Sabrán? La labor de oposición es dura, apeados del gobierno y de los aledaños. Algunos no podrán adaptarse, ya que nada que no fuera estar entre los que mandan conocen. ¿Cómo convencer ahora, como llegar a donde antes era fácil? ¿A quién prestará más atención la prensa, al Consejero o a un parlamentario de la oposición? ¿A quién llamarán los del IBEX, al presidente de la Junta o la líder de la oposición? Pero, es lo que hay. Eso y un millón de electores que requieren menos dramas y más ponerse al tema. Para ello, lo primero sería un análisis real de la situación y eso quiere decir ver los fallos propios. Algún día habrá que empezar, pensamos.