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Dear Hillary

Lola Álvarez, Periodista
Lola Álvarez*

Me resulta difícil encontrar palabras con las que poder consolarte. ¿Qué se le puede decir a alguien a quién la historia le anula su cita a última hora?

Te imagino dándole vueltas aún a lo ocurrido sin encontrar explicación que te convenza. Se equivocaron todos: las encuestas, tu equipo y tú misma. Te equivocaste o dejaste que te equivocarán, tú sabrás por donde viene la vaina, pero a los cabezas de huevo que te hacían los análisis electorales, mándalos ya a casa.

Y  te entiendo, no sabes cómo,  cuando no aciertas a saber qué te da más rabia si  el haber perdido esta carrera – la carrera de tu vida-  o que te la haya arrebatado semejante neandertal.

 

Malos y populistas vientos arrecian, dear Hillary, así que guárdate de las pulmonías que son muy malas;  dale una mano a la más que segura futura presidenta, Michelle Obama  y lánzate a vivir lo más libre y feliz que puedas.

 

Cómo ha debido dolerte. Y no ya sólo porque en tu cara le hayan dado, además,  una patada a Obama y a todo lo que ha intentado llevar a cabo en estos ocho años de presidencia demócrata.  Te ha tenido que doler, muy especialmente, ver como el  49% del voto de las mujeres ha ido a apoyar a un candidato que las desprecia, las humilla y las infravalora.  No  es por consolarte pero somos muchas, muchísimas, las que tampoco entendemos cómo es posible no morir en el intento siendo tan masocas.

Ha tenido que doler también, y mucho,  que una parte importante del voto hispano haya sido para quien piensa de ellos lo que piensa: que son ladrones, drogadictos, vagos y violadores,  y hasta haya amenazado con construir un gran muro en la frontera de México, para que no entren. ¿Les insulta y le votan?  ¿O será que muchos hispanos también han perdido la memoria histórica?

Las dos sabemos bien que no pasará nada  o al menos queremos confiar en ello. Que las bravatas de este “bocachanclas” no vayan más allá de una táctica de campaña y que más pronto que tarde donde dijo digo, dirá Diego y  se quedará en la gloria.  ¿Incoherencias a él? El presidente electo se las pasa por el puente del rio Kwai.

Muchos análisis se han hecho ya sobre lo que nos deparará el futuro bajo el mandato del gran tupé y lo más seguro es que… ¿qué sabe nadie? Habrá que esperar para que, llegado el caso, sus conciudadanos,  los mismos que le han votado más los que no lo han hecho, se unan para exigirle la sensatez y la cordura que no ha demostrado hasta ahora.

Malos y populistas vientos arrecian, dear Hillary, así que guárdate de las pulmonías que son muy malas;  dale una mano a la más que segura futura presidenta, Michelle Obama – que lo será a pesar de ser mujer y negra,  se pongan los machos Alfa como se pongan-   y lánzate a vivir lo más libre y feliz que puedas. Recuerda, hay vida más allá de la presidencia y hasta del mismísimo Bill, aunque no lo creas.

Take care.

 

*Lola Álvarez es Periodista