The news is by your side.

Denuncia que la Junta le obliga a elegir trabajo o hijas

Tras denegarle el centro una plaza para el comedor de sus hijas, María José se puso en contacto con la consejera de Educación para tratar de conseguir ayuda, “motivada por la constante publicidad que se le da al tema del feminismo, la conciliación laboral y familiar y la defensa del trabajo de las mujeres que hace la Junta de Andalucía, de quien depende la Delegación de Educación”. Pero la respuesta fue negativa, la misma que la del comedor escolar.

 

Antonio S. Candilejo / Redacción C.A.- Trabajo o hijas. Una madre de familia residente en Mazagón, María José García Gallardo, ha denunciado que la Junta de Andalucía “no está cumpliendo con la conciliación familiar”. Su problema es que su trabajo le impide buscar a sus hijas a la salida del colegio y darles de comer, ya que tiene que trabajar hasta las 18.00 horas de la tarde, y su marido se encuentra en la misma situación. Por esto, pidió una plaza en el comedor escolar del colegio El Faro de Mazagón, que se le denegó por estar fuera de plazo y no contar con plazas, según informa HuelvaHOY.

La cuestión es que ella se encontraba en paro cuando comenzó el curso y no se planteó inscribir a sus dos hijas en el servicio de comedor de este centro ya que en ese momento podía estar con ellas y no quería quitar una plaza para un niño que pudiera necesitarla. Pero en noviembre encontró un trabajo y con ello, comenzaron los problemas para conciliar su vida familiar y laboral. “Me hacen elegir entre trabajar o cuidar de mis hijos por no querer hacer otro turno para el comedor, ya que hay más madres que se encuentran en la misma situación que yo” explica María José, quien añade que “no puedo contratar a una persona que las cuide, ya que entonces estaría trabajando para pagar a esa persona. Para eso me quedo con mis hijos ¿no?” apunta. Una situación que considera “injusta”. Aunque María José no está sóla, ya que el AMPA del colegio El Faro le ha mostrado su apoyo para conseguir esas plazas, a través de un escrito para la delegación de Educación.

Tras denegarle el centro una plaza para el comedor de sus hijas, María José se puso en contacto con la consejera de Educación para tratar de conseguir ayuda, “motivada por la constante publicidad que se le da al tema del feminismo, la conciliación laboral y familiar y la defensa del trabajo de las mujeres que hace la Junta de Andalucía, de quien depende la Delegación de Educación”. Pero la respuesta fue la misma que la del comedor escolar y se acogió en su respuesta a la Orden del 3 de agosto de 2010; que no pueden ofrecer solución alguna. En la mencionada orden lo único que se puede destilar es que las solicitudes debían presentarse entre el 1 y el 8 de junio. “Momento en el que no necesitaba esa plaza”.

Esta madre considera que se encuentra en una situación “de indefensión absoluta” que le provoca a su vez una “total impotencia”, puesto que “me están situando en la tesitura de tener que elegir entre poder trabajar y desarrollarme profesionalmente o poder dar de comer a mis hijas, evitando abandonarlas”.

María José García entiende que si es una orden la que regula este tipo de circunstancia, “la potestad de regular y cambiar la materia es de la propia Consejería de Educación”, si no lo hacen, estima que es por “falta de voluntad política” para corregir o cambiar una norma “que se ha demostrado insuficiente para las familias, además de falta de respeto a la conciliación del derecho al trabajo y a la familia”.

[blockquote style=»1″]También otra madre nos cuenta que su hija, de apenas tres años de edad, tiene que esperar cerca de media hora en el colegio hasta que ella puede ir a buscarla por esa falta de plazas.[/blockquote]

 

Además, María José recalca que esta “falta de voluntad” va más allá de su caso, ya que hay más familias afectadas. Algunas de ellas, tienen que llevar a sus hijos al propio puesto de trabajo: por ejemplo, una cocina de un bar, como es el caso de Claudia, quien nos cuenta que al no obtener plaza para el comedor (en el mismo centro) tiene que llevarse a su hija a su puesto de trabajo lo que le provoca problemas. También otra madre nos cuenta que su hija, de apenas tres años de edad, tiene que esperar cerca de media hora en el colegio hasta que ella puede ir a buscarla por esa falta de plazas.

María José denuncia, además, que la documentación requerida para otorgar las plazas no exige documentación oficial, sino documentos privados “que cualquiera puede conseguir fácilmente”. Por este motivo, esta madre ha solicitado a la Delegación que revisen los expedientes, a lo que aún no ha recibido respuesta alguna. “No puede explicarse cómo unos padres que presentan la solicitud en junio y dejan de trabajar en agosto tienen derecho a comedor todo el año y a otro padre que le surja un trabajo durante todo el año, no puede optar a ninguna plaza”. Cree, por tanto, que se está produciendo “un agravio comparativo entre los padres y lo que es más, entre los menores, que de ningún modo tienen culpa de que sus padres hayan obtenido un empleo”.

María José pide una solución a su problema, al tratarse, entiende, de una situación “especialmente delicada y que debería implicar que no tuviera que abandonar su trabajo”.

Imágenes: María José García Gallardo, la mujer afectada y Adelaida de la Calle, consejera de Educación de la Junta de Andalucía.