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Despolitizar el PSOE

Javier_Menezo
Javier Menezo*

La evolución del PSOE hacia un partido de cuadros – forma fina de llamar a un partido de cargos públicos, aspirantes a serlo y sus familiares- va superando nuevas etapas. Primero fue la decisión sobre la abstención. Consultar sobre ella a los militantes era una excentricidad que polemizaba un partido fundado hace 135 años. Dicho por algunos dirigentes que casi llevaban siéndolo desde entonces. No, no pienso en Ramón Jáuregui. Y pretender que los militantes de cada provincia elijan, votando, a los integrantes de las listas electorales, sería instaurar la anarquía.

Después hubo afiliados que se quejaban de que solo estaban para pagar la cuota. Fue necesario quitarles la tontería, recordando que, en España –y Europa entera- los partidos se mantienen esencialmente por las subvenciones públicas. Lo que proporciona fondos es ganar elecciones. Lo que proporciona puestos públicos es ganar elecciones. En un partido de cuadros, los militantes no son necesarios, a diferencia de los fondos y los empleos. Cuánta razón tenía Elena Valenciano. El PSOE no puede ser el partido de la cuevita de la izquierda. Y añado de mi cosecha: en la cuevita hay pocos cargos. Con vigilante de cueva y portavoz de cueva te arreglas. Sin empleo público no te quedan más cuadros que los de la pared. Eso acaba generando cierto resentimiento interno y luego no queremos que se monten un motín.

En ese avance, y en un acto de sinceridad, se dejó claro que no pasa nada porque cause baja la mitad del partido. Sobre todo si es la mitad hostil a quien, por derecho natural, le corresponde la Secretaría General. Así, si no hay más remedio, se podría pasar con cierta tranquilidad esa absurda ocurrencia de las primarias.

 

De José Carlos Díez, su mérito es no ser afiliado. Aunque no se diga, también lo es ser cercano a Susana Díaz –en eso coinciden ambos-. Otro podría serlo esta afirmación de 2009: “el mercado inmobiliario ya se ha reordenado y superado el pinchazo de 2007 y 2008. Los mercados ajustan por precios o cantidades, y el de vivienda ya lo ha hecho»

 

Avanzamos un paso más. Cuando al PSOE de la gestora se le ocurrió el calendario de enfriamiento, se dijeron: reeditemos aquello de “panem et circenses” que los romanos sabían mucho de esto. ¿Queréis política, militantes que no paráis de dar guerra? Pues una conferencia política. La denominación es buena. Conferencia suena a tostón y política refuerza el sentimiento. Se hizo el silencio. Tanto que pasado el día de la presentación se olvidaron de la Conferencia. Aunque no todos. Quizás no avisaron al equipo coordinador, o este se creyó su misión, no sé. Pero el caso es que alumbraron un informe de tres folios. Se resumen en un tuit en el que cabe incluso foto: hay que atraer talento. Inoportunamente, el informe coincidió con una noticia de esas que dicen que ha dicho: no pasa nada si se van 90.000 afiliados. Podrían ser los torpes. Para dejar sitio al talento.
Descartada la conferencia, pero no abandonada la idea del ninguneo al afiliado, surge externalizar el “diseño de las líneas maestras del nuevo proyecto”. Mientras en el Congreso, los diputados socialistas presentaban una proposición de ley sobre las subcontratas, la gestora subcontrata la ideología del partido. Un centenar de personas, de las que muchos serán de fuera del partido –ser de dentro te hace menos experto- y altos cargos socialistas de varias generaciones. Como lo leen. Varias generaciones siendo altos cargos podría decirse.

Han elegido hasta coordinadores. Dos. De José Carlos Díez, su mérito es no ser afiliado. Aunque no se diga, también lo es ser cercano a Susana Díaz –en eso coinciden ambos-. Otro podría serlo esta afirmación de 2009: “el mercado inmobiliario ya se ha reordenado y superado el pinchazo de 2007 y 2008. Los mercados ajustan por precios o cantidades, y el de vivienda ya lo ha hecho». O esta. Esta es mejor. Año 2008, el economista declara: “El crecimiento económico para 2008, 2009 y 2010 se mantendrá por encima del 3,5% »

 

El PSOE, pues, se despolitiza. Las decisiones importantes no se someten a la opinión de sus miembros. La reconstrucción de su ideología tampoco.

 

A lo que iba. Da igual en que acabe la ponencia, quizás otros tres folios a doble espacio. Lo trascendente es su significado. Hay élites –varias generaciones de cargos- y expertos –muchos sin carnet- que dirán desde su altura lo que los socialistas necesitan. O mejor dicho: lo que los de abajo deberán repetir cuando salgan a pedir el voto para los de arriba. Cierto es que después, se pueden presentar enmiendas. Pero, les confesaré algo. Una gran parte de mi trabajo consiste en detectar el fraude de ley, la generación de apariencias de legalidad. Igual eso me hace desconfiado.

El despropósito, uno más, es que la gestora del PSOE y el comité de sabios – la modestia la inventaron los envidiosos, pensará el que eligió el nombre – hará la propuesta de Susana Díaz. Nada tiene de extraño dada su cercanía intelectual. No van a consultar a partidarios de Patxi López, y menos aún de Pedro Sánchez.

El PSOE, pues, se despolitiza. Las decisiones importantes no se someten a la opinión de sus miembros. La reconstrucción de su ideología tampoco. En 1997, Blinder, entonces vicepresidente de la Reserva Federal americana, escribió: “Hay que marginar el papel de los políticos en la elaboración de las políticas o, al menos, confinarlos a los ámbitos delicados en los que el juicio de los expertos no bastara para legitimar los resultados.” Sustituyan la expresión políticos por militantes socialistas y la frase queda, no solo igual, sino como vaticinio de futuro del PSOE si no hay un cambio de rumbo. El proceso finalizará cuando se haga realidad la frase de Lambán: elegida por los dioses del socialismo. No por todos, no, por los dioses.

 

*Javier Menezo es Abogado y Funcionario.