La única diferencia entre ambas imágenes está en el tamaño de los cuernos de las piezas abatidas. Animales que, pocos minutos antes de la instantánea para la posteridad del macho Alfa hispano, corrían libres por su hábitat natural; un lugar al que llegaron una fatídica mañana dos señores con escopetas y dinero más que suficiente para pólvora.

Lo que llama la atención de ambas fotografías que han visto la luz pública en momentos distintos en los últimos meses es la respuesta social que una y otra ha levantado.

En la imagen de la izquierda aparece César Cadaval, humorista y de derechas. A la derecha Antonio Pulido, exbanquero (Cajasol, Cívica) y socialista, hoy presidente de la Fundación Cajasol.

Contra el primero la virulencia de la condena social está siendo durísima en las redes, incluyendo sin culpa ninguna en las andanadas a su hermano Jorge, como integrante de Los Morancos. Como dando por sentado que la mucha o poca calidad artística del dúo quedase afectada para siempre porque a uno de ellos le gusta matar animales.

No soy amigo de César Cadaval ni le defenderé por una afición que no comparto y que detesto, pero no me parece justo que se le esté juzgado con distinta vara de medir que a otros personajes.

Contra el segundo cazador, Pulido, se produjo en su día media docena escasa de comentarios en Twitter y paren Uds. de contar. Nadie se hizo eco de la imagen novedosa del poderoso excajero, que aparecía compartiendo afición con el político que le colocó en la rampa de la presidencia de El Monte, el socialista José Antonio Viera, también buen cazador.

Procede por tanto preguntarse qué tiene el ejecutivo de La Caixa, Antonio Pulido, que no tenga el cómico César Cadaval, si ambos son aficionados a la caza (menor y mayor) como queda en evidencia en las imágenes, aunque uno pueda presumir de haber obtenido una cornamenta más espectacular.

Pues muy sencillo, el Sr Pulido está protegido social, mediática y políticamente; se ha especializado en tapar bocas con dinero de la Fundación que preside de forma perpetua, así de sencillo y de simple. Recientemente se ha cobrado su última pieza mediática, una de las más afamadas por su independencia profesional más que contrastada (veremos ahora). Así que nadie ha osado en criticarlo por su afición cinegética, sencillamente porque los medios nunca publicaron esa foto y difícilmente publicarán algo que no convenga a Pulido que se publique.

No soy amigo de César Cadaval ni le defenderé por una afición que no comparto y que detesto, pero no me parece justo que se le esté lapidando con tanta crueldad en la plaza pública, usando distinta vara de medir que para otros personajes,  que les gusta matar animales y también chulean fotografiándose ante sus piezas abatidas.

Nota final: El denominado Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), que obtuvo en 2011 un total de 102.144 votos en toda España, ha obtenido en diciembre de 2015 un total de 219.191 votos. El Pacma ocupa el puesto número 11 en el ranking de partidos tras las elecciones del 20D. Un crecimiento espectacular que debería hacer meditar a quienes desde su actividad, sobre todo si es de cara al público, ‘disfrutan’ acabando con la vida de un animal vivo.

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