Mi ya larga experiencia profesional conociendo denuncias sobre la corrupción me ha demostrado que casi siempre, detrás de los grandes asuntos de calado denunciados, casi siempre hay una mujer dispuesta a dar el paso al frente. Mujeres valientes, sin complejos, capaces y dispuestas a no dejar un mundo de mierda para sus hijos. Por eso denuncian, por eso llegan hasta el final, soportando incluso la calumnia, la injuria y la marginación social de los poderosos ladrones a los que han denunciado.
En la denominada trama de Albox, integrada por líderes políticos, funcionarios, cargos públicos, parientes e incluso amantes de los más altos dignatarios socialistas de la localidad y que la Justicia está poniendo patas arriba, también dos mujeres son las protagonistas a la hora de abrir y cerrar un paréntesis que le ha supuesto al pueblo de Albox muchos millones de sus impuestos mal gastados según ha dicho un juez. De momento, con el caso Rambla y tres asuntillos más, según el juez Ruiz-Rico, se han evaporado injustificadamente casi millón y medio de euros. Eso es mucho dinero, sobre todo para un pueblo de doce mil habitantes. Y en el escenario del crimen estaban además del alcalde de entonces José García Navarro un funcionario que ejercía de secretario sin serlo; un empresario vinculado mercantilmente con el yerno del número dos socialista en el Ayuntamiento y como remate, coleando por el procedimiento, el singular alcalde vecino de Arboleas, socio del empresario beneficiario de las adjudicaciones municipales albojenses a dedo. Un socio que, dice el edil de Arboleas, le falsifica su nombre y su empresa en un concurso amañado, razón por la que ha tenido que comparecer ante el juez en calidad de testigo. Todo, según la Justicia corrobora, se hacía a toro pasado. Fue tal la chapuza que llegó a incluirse en uno de los documentos hechos a posteriori el texto de una Ley que aún no se había aprobado por el Congreso en la fecha que figuraba en el contrato.
La Fiscalía Anticorrupción dio carpetazo a la UCO y ahora el juez procesa
Como les contaba, fue una mujer la primera en levantar la voz sobre la corrupción que, como concejal socialista, estaba descubriendo entre algunos de sus compañeros del equipo de gobierno. Esther Soto, abogada, concejal de Hacienda y número tres de la lista socialista, tras comprobar como la dirección del PSOE de Almería nunca hizo caso a sus documentadas denuncias usando la vía interna reglamentaria, se plantó en Madrid en la sede de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. (No se fiaba de hacerlo en Almería) Allí, con todo lujo de detalles y documentación, formalizó una serie de denuncias sobre las que, posteriormente y a instancias del Fiscal Anticorrupción de Almería, tuvo que ratificar y firmar como denunciante. Primer obstáculo puesto por Fiscalia a los agentes de la UCO que volvieron a la investigación. Por segunda vez don Jesús Gázquez, el fiscal, echó para atrás meses de investigación de la GC. Y aquello nunca se investigó y nadie sabe muy bien por qué.
Pasarán solo unos años para que un juez le dé en gran parte la razón a aquellas denuncias de Esther Soto, investigadas después por la UCO, a las que la Justicia ha accedido tarde y por otras vías distintas a las del Fiscal Delegado de Anticorrupción en Almería que dio el carpetazo en su día.
La instrucción del juez Ruiz-Rico Jr. sobre la trama Albox dicen que ha sido rigurosa, que incluso lo reconocen las defensas de los encartados y que las perspectivas penales no son nada halagüeñas para los que están señalados por el Juez como presuntos autores de graves delitos de corrupción. De hecho alguno de ellos ya ha comentado en su entorno familiar la posibilidad de que puedan salir condenados a pena de prisión.
El conocido como Caso Rambla, plagado de presuntas falsificaciones documentales, amiguísmo, intereses cruzados, mucho dinero volatilizado, corrupción en definitiva es solo la punta de un gran iceberg, aseguran quienes sobre el terreno siguen estos acontecimientos en la comarca.
Lorena, otra mujer socialista contra los corruptos
Si Esther Soto fue la primera mujer, socialista, que abrió la ventana del PSOE albojense para que empezase a salir la peste y la basura, otra mujer, Lorena Ibanovich parece llamada a ser la que cierre el ciclo de una casta de personajes, con perfiles muy concretos, que encarnan la peor de las corrupciones, esa que, además, consiste en hacer ostentación ante los demás de lo que se ha robado o malversado.
La inhabilitación de Mena por la Justicia por negarse a entregar los expedientes a la oposición que ahora se confirman por el Juez como falsificados, abrió la puerta al ayuntamiento como concejal a Lorena Ibanovich, 22 años, candidata en el puesto número 10, estudiante de tercero de Magisterio en la UAL, de raza gitana y criada en un barrio marginal habitado por muchas familias de esa etnia.
A quienes manejaban el cotarro parece que no les gustaba demasiado aquella «niña» que desde hacia dos años militaba activamente en las JJSS, participando incluso en reuniones con la presidenta Díaz cuando ésta ha viajado a Almería para hablar de temas sociales; una mujer a la que nadie del clan controlaba en un delicado escenario político donde un voto significa tener o no tener el control del ayuntamiento. La intentaron manipular para que renunciase al acta, pero ella se plantó y dijo que el acta era suya.
En su toma de posesión como concejal a principios de marzo pasado, la alcaldesa Sonia Cerdán daba la bienvenida a Ibanovich con estas palabras: “Lorena es una mujer con una gran capacidad de esfuerzo y dedicación, una persona muy trabajadora. Es algo que, sin duda, será realmente positivo para nuestra corporación municipal y, sobre todo, para los vecinos de nuestro pueblo. Su juventud, de hecho es la concejala más joven de la corporación, le hace tener mucha ilusión y energía. Y eso es muy positivo”,
Tras la decisión del TSJA anulando la elección de Sonia Cerdán como alcaldesa, nuevamente el contador se pone a cero el próximo miércoles, fecha límite para celebrar el pleno que elija al nuevo alcalde de Albox. ¿Que pasará? le pregunto a mi compañero el periodista Jorge Colipe, mensajero contra el que algunos disparan queriendo desviar la atención sobre el por qué de posibles penas de cárcel en Albox.
“Juan Pedro tiene el 98% de posibilidades de ser el nuevo alcalde de Albox a partir del próximo miércoles” afirma Colipe.
-¿Y el otro 2%?, le pregunto.
-Que tenga de aquí al miércoles un accidente no deseado.
Arrancan pues unas jornadas tensionadas por culpa del calendario para que los plazos legales no se incumplan. El PSOE, que ha rebuscado en su lista un sustituto que no se diese de baja cuando Mena se fue del PSOE, espera le llegue a tiempo la credencial oficial de su nombramiento para el pleno del miércoles. Es la única fórmula que se les ha ocurrido para intentar in extremis mantener la alcaldía. Sanchez Teruel y su mano derecha Adela Segura están entregados con lo que sucede en Albox.
Lorena Ibanovich ya ha dicho que ella «no apoyará a los corruptos», esto es a sus antiguos compañeros de candidatura y de partido, los mismos que como no pudieron doblegarla se han dedicado a injuriarla proclamando que el PP le había regalado dos coches, uno para ella y otro para su hermana, amén de decir que estaba «desaparecida». Algo raro porque sería la primera vez que una concejal enseñaría orgullosa un cohecho en su muro de Facebook. En realidad los dos coches son un regalo de sus padres, trabajadores de toda la vida, que los están pagando a plazos.
La hipótesis de cambio de color en Albox avanzada por el periodista Jorge Colipe de La Comarca Noticias no es por tanto descabellada.
Albox, la prueba del algodón del PSOE de Susana Díaz.
Muchos pueden preguntarse qué interés especial tiene lo que parece a simple vista un caso más de corrupción en un pueblo de Andalucía, de la misma forma que Susana Díaz llegó a definir el arranque de todo esto como una pelea por dos o tres papeles en un juzgado de pueblo.
Pues tiene su importancia y su trascendencia en la política regional y provincial almeriense. Anoten los siguientes hechos objetivos.
-El alcalde José Garcia Navarro, ahora procesado en el caso Rambla y con más asuntos judiciales pendientes, fue miembro de la dirección regional socialista como Secretario de Ideas y Programas de la Comisión Ejecutiva Regional liderada por Chaves y Griñán.
-Su número dos siempre fue Rogelio Mena, el verdadero poder fáctico del socialismo en Albox. La cabeza pensante y quien con mano de hierro controlaba y distribuía las funciones del grupo.
-Pepe García fue el primer dirigente socialista de la provincia que propuso, en una reunión interna de los conspiradores de entonces, el nombre de José Luis Sánchez Teruel como candidato a sustituir a Diego Asensio en la secretaria General provincial y desalojar al martinismo en el control orgánico del partido en la provincia. Teruel nunca olvidó aquel cable en su carrera.
-García Navarro, con una más que discutida gestión y con un alto tren de vida que causaba sorpresa entre los miembros del Comité Provincial del que formaba parte, tuvo que dejar la alcaldía y a la misma accedió el veterano sindicalista de la UGT Rogelio Mena, su mentor, padrino e ideólogo en la sombra. Poco después Sánchez Teruel le coló a Susana Díaz en la ejecutiva regional nacida en Granada a Rogelio Mena, también como Secretario de Ideas y Programas, el mismo sillón que había tenido Pepe García. Como si sentarse en el sillón del alcalde de Albox llevase implícito ser el faro y guía de la ideología del socialismo andaluz.
Sevilla siempre lo supo todo
En definitiva, detrás de esta maraña de intereses cruzados que la justicia intenta poner en claro, se han tomado decisiones con personas de dudosa ética que han acabado ocupando cargos orgánicos o institucionales a nivel regional y provincial del partido que gobierna Andalucia. Y quien en la dirección regional socialista diga aquello de «en Sevilla no sabíamos nada», estará mintiendo deliberadamente, afirman en el propio PSOE de Almeria fuentes conocedoras de este calvario político sufrido por el partido a propósito de Rogelio Mena. Por diversos canales han estado llegando en estos años a la calle San Vicente de Sevilla los truculentos episodios de los del puño y la rosa en Albox, lo que provocó el cese de Mena en la CE regional del PSOE. Pero aquel despido de Susana Díaz fue vendido como una suspensión temporal ya que, se dijo, Rogelio Mena volvería en cuanto la Justicia le declarase inocente de lo que entonces empezaba a acusarle. Ocultar unos documentos municipales que, se ha demostrado en una instrucción judicial, confirman graves casos de corrupción política y económica.