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Dos no pactan si uno no quiere

Donde gobiernan “todo se hace bien” y si algo falla es culpa del gobierno de izquierdas.

 

Igual que hay un axioma que dice que “dos no pelean si uno no quiere”, existe un corolario del mismo que nos lleva a pensar que “dos no pueden pactar si uno no quiere”. Y el ejemplo más inmediato, y trascendental, lo tenemos en la actitud del Partido Popular, que cada vez que Pedro Sánchez les ha ofrecido una posibilidad de pacto, la han rechazado. Perdón, de boquilla han dicho que sí, pero inmediatamente los condicionantes y discursos contradictorios indican que realmente no tienen absolutamente ninguna intención de llegar a acuerdos. Hemos escuchado cosas tan peregrinas como “la intención” que hay detrás de cada propuesta de Pedro Sánchez: “quiere lavar su responsabilidad con una pantomima de acuerdo”, “quiere aparentar que quiere pactar cuando realmente no quiere”, o ya lo más reciente: “nos enteramos de la cita con Pedro Sánchez por los medios de comunicación, cuando esto habría que haberlo negociado entre las dos partes”.

Si bien es verdad que, en cierta medida, pueden tener razón en cuanto a las formas, es impresentable que hagan juicios de valor y de intenciones, cuando lo que importa es unir esfuerzos y salir lo mejor posible de esta crítica situación sin dejar a nadie detrás.

Y no valen excusas que solo demuestran la falta de voluntad. Si se quiere que haya rendición de cuentas sobre la actuación de cada uno en todo el proceso del COVID-19 (deseo que compartimos muchos), basta simplemente con que se acuerde por los dos principales partidos crear una comisión de investigación en el Congreso, y cuyo trabajo empezará cuando haya pasado la parte más crítica de esta pandemia. ¡¡Tema resuelto!!

Si el problema son las declaraciones de unos u otras, “tabla rasa” porque a los españoles lo que le importa son las soluciones y no la sensaciones y sensibilidad de cada uno. No nos vamos a poner a hacer un catálogo de los insultos.

Y parece que la piel está muy sensible cuando se enojan porque que la cita con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez la conozcan por los medios de comunicación. Probablemente haya habido un error de transmisión, pero todo estaremos de acuerdo en que si hay una agenda hoy día complicada y súper apretada es la del Presidente del Gobierno, y todos podemos hacer un esfuerzo de acudir a una cita tan importante. En todo caso no es para utilizarlo como excusa para cuestionar la propia reunión.

Todo ello viene a demostrar muy a las claras de que no hay, en absoluto, voluntad alguna de llegar a acuerdos por parte del Partido Popular.

Y esto no ocurre solo ahora con la pandemia y sus consecuencias. No han sido capaces de aceptar ningún acuerdo en temas de Estado, como son la renovación de unos órganos tan importantes como el Consejo General del Poder Judicial, la dirección y control de RTVE, los organismos reguladores, el Defensor/a del Pueblo, etc.

Igual ha venido ocurriendo en Andalucía. Hasta que no ha llegado el Partido Popular al gobierno no han permitido llegar a acuerdos, con el entonces gobierno socialista, para renovar muchísimos órganos autonómicos de la administración andaluza. Con ellos en la oposición nunca hay acuerdos, con el PSOE sí son posibles y se hacen.

Solo les interesa la confrontación, el ataque, la crispación, y la doble cara según dónde y cómo estén. Mientras que en Andalucía solo hay oscurantismo, prisas y malas formas democráticas, ahora exigen luz y taquígrafos en esa supuesta negociación, como forma de boicotearla desde el principio. Donde gobiernan “todo se hace bien” y si algo falla es culpa del gobierno de izquierdas. Los datos de la Comunidad de Madrid, y la nefasta gestión de sus responsables en Salud y en Asuntos Sociales (de ahora y de las dos últimas décadas) no deberían ponerlas como ejemplo de nada.

En resumen, sobran pruebas más que evidentes y objetivas de que el Partido Popular, por razones que todos sabemos, no tienen intención de propiciar, facilitar y suscribir un gran acuerdo nacional de Reconstrucción, que ayude no solo a salir de la pandemia, sino a superar las consecuencias sociales y económicas que ya estamos soportando y que se agravarán. No quieren acuerdos, a pesar de encontrarnos en la peor encrucijada en la que está España desde la guerra civil.

Confiemos en que el ciudadano, sepa en su día atribuir cada responsabilidad, (sin duda también el gobierno tiene alguna), y recordar cuál es el comportamiento que ha tenido cada partido, y por tanto, el ser más o menos merecedores de la confianza y del apoyo de los ciudadanos.

Pero eso será mañana. ¡Ahora, a trabajar, todos juntos!, y el que no, que al menos se calle y no moleste a los que se están dejando la piel en este terrible reto.