La izquierda mediática había comenzado el año triste, fané y descangallada. El resultado electoral del 20 de diciembre no solo complicaba que los autodenominados progresistas se convirtieran en rápidos inquilinos de La Moncloa sino que, además, era fácil intuir una larga pugna y un largo rosario de reproches entre ellos. Y en el caso del PSOE con el drama añadido de los envites, en realidad embistes, de la andaluza Susana Díaz contra su propio secretario general Pedro Sánchez como se demostró en los dos comités federales que siguieron a los comicios, filtraciones a la prensa incluidas. Lo dicho, los medios de babor habían encontrado en el inicio de este 2016 auténticos problemas a la hora de desarrollar un mínimo relato argumental o editorial y con lealtades y enfoques no del todo claros cuando no inciertos, arriesgados o contradictorios. Hasta que se percataron de la enorme utilidad que siempre aporta un tonto útil. En el caso de Andalucía dos tontos muy tontos: el presidente popular Bonilla y su escudero malagueño Bendodo.
Me lo comentaba hace unos días un compañero de partido, no precisamente en horas altas, aunque con ciertas esperanzas depositadas, tal vez ingenuamente, en el próximo congreso regional:
- Mira, Antonio, Juanma y Elías encarnan lo que sueña cualquier medio de comunicación andaluz de izquierdas o subvencionado por la Junta. Son romos, blandos, inanes, carentes de fondo intelectual y político y con imagen de pijos. Incluso parecen forasteros pese a ser andaluces. Bueno, a decir verdad, Juanma se ha llevado más de diez años fuera y menudo lío se hace ahora con las eses y las zetas.
Un poco sorprendido por la convicción, incluso vehemencia, con la que mi interlocutor exponía su argumento, me disponía a terciar tras su comentario pero él continuó después de un leve ademán:
- Y lo peor, se dejan querer por la mayoría de medios de izquierda, que los utilizan para ridiculizar al PP, y ellos, a la vez, creen estar utilizándolos con determinadas filtraciones para limpiar de adversarios la era orgánica, lo único que les importa.
- No sé, tal vez tengas algo de razón, pero, sinceramente, no sé exactamente a qué te refieres.
- ¿Noooo? ¿Y qué me dices, por ejemplo, de la putada que ha pretendido hacerle Moreno a Fátima Báñez?
- ¿Lo de la comisión de investigación de la formación?
- Claro. El nombre de Fátima lo exige Ciudadanos para compensar el haber solicitado la comparecencia de Susana Díaz. Y va el tontaina de Juanma y suelta en Canal Sur, un medio del PSOE, que sería deseable que la ministra acudiese para dar explicaciones a la propia Junta.
- Posiblemente una torpeza y una precipitación.
- Eso seguro, porque es obvio que el foco del fraude en la formación está en la Junta de Andalucía y la lista definitiva de comparecientes no se aprobó hasta dos meses después a esas manifestaciones. Que tú dices torpes y precipitadas. ¿Y por qué no malévolas? ¿Por qué no pensar que Moreno teme como una vara verde a Fátima como posible sucesora y quería que hiciera el paseíllo ante la comisión?
- Desde luego sería muy fuerte.
- Lo que ha sido fuerte es el informe del Consejo de Estado – ¡y de los propios letrados del Parlamento Andaluz! – dictaminando que una ministra no tiene por qué comparecer ante ninguna cámara regional. Y menos si solo se ha citado a quien es ministra desde 2011 cuando se investiga un fraude que data de 2002. Moreno ha quedado en esto como un indocumentado incapaz de medir el alcance de sus palabras.
- ¿Pero no decías que había también mala intención?
- A mí no me cabe duda. Pero si la llama “la señora Fátima”. Mira, su habitual forma de intentar marcar territorio e impostar una autoridad de la que carece es poniendo a la gente en el disparadero. Fíjate lo que él y Bendodo han hecho con Paco de la Torre deslizando, sin consentimiento, su nombre como cabeza de lista. ¡Con Paco de la Torre, alcalde de la quinta ciudad más importante de España desde hace dieciséis años! Total para nada. Bueno sí. Para dejar a Paco como pato cojo el resto de legislatura municipal.
- Sí, lo de la lista electoral de Málaga ha sido un poco un despropósito.
- ¿Un poco? Toda una vida para quitar de número uno a Celia Villalobos y el elegido renuncia a los tres meses por incompatibilidad como registrador de la propiedad. Y ahora Carolina España marcada de segundo plato. Veremos, veremos qué resultado saca el PP en junio en la provincia de Juanma.
- Es que con lo de las incompatibilidades el partido se ha hecho un lío.
- ¡La ha liado él, Juanma, para dejar a los pies de los caballos a quienes no son sus conmilitones orgánicos! Es una vergüenza cómo ha quitado de en medio a Nieto, a José Enrique. O cómo ha puesto en un brete a Loles exigiéndole públicamente elegir entre el Senado y Valverde. Que lo ha hecho porque en el fondo ya no se fía de ella de secretaria general. Pero ahí sigue Loles en el Ayuntamiento. Y él con el culo de su autoridad al aire.
- A este paso me vas a decir que los registros y las detenciones de la UDEF en Granada se han ordenado desde la calle San Fernando.
- Me da miedo pensar cuando tengamos todos los datos de lo que verdaderamente ha ocurrido ahí. Pero es evidente que Moreno, que a mí me da que ha sido un poco abandonado por los que lo auparon (Antonio, el cateto de Huelva,…) se ha posicionado burda y toscamente junto a Sebastián. Desde luego Pepe Torres nunca debería haber repetido de candidato en 2015. Precisamente por eso hay que tener enorme cuidado en cómo se gestiona la transición en Málaga. Y con estos dos tontos tan tontos nunca se sabe.
Terminé la cerveza con mi buen amigo y correligionario. En realidad cayeron cinco cañas por barba. Pero más gases burbujeaban en mi cerebro, lleno de dudas, cuando pude escuchar una última consideración ya a cierta distancia. “Que no te quepa duda, Antonio, dos tontos muy tontos. Fíjate a partir de ahora cómo se pasean y los pasean los medios más afines a la Junta”.
*Antonio Varflora es un seudónimo literario y pertenece a un militante del PP de Andalucía.
