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El breve Centro de Prensa de Sevilla

Tras la Expo 92, esta dotación duró poco más de un año y para la historia queda un hito profesional, además de los muchos actos que allí se celebraron

Santiago Sanchez Traver
Santiago Sánchez Traver

Casi nadie cae en la cuenta pero Sevilla, capital de Andalucía, ciudad en la que pasan muchas cosas y muchos medios acuden a cubrir informaciones, buscar reportajes, documentar historias y entrevistar a personajes, no tiene un centro de prensa. Instalación que, además de las grandes capitales, sí tienen multitud de ciudades españolas, como Zaragoza, Santiago, Guadalajara, Mérida, Jaén, Cádiz o Logroño, con perdón, sin que desmerezca a ninguna. En muchas de esas ciudades con centro de prensa oficial, no se produce más de una noticia “noticiable” al año, pero lo tienen.

Sevilla lo tuvo, por muy poco tiempo lo tuvo, y desde hace más de veinte años no lo tiene. El Centro Internacional de Prensa de Sevilla de breve vida, fue una herencia más de la Expo que se tragó la crisis posterior al 92. Vayamos con esta historia, casi olvidada –aunque reciente, porque han pasado poco más de dos décadas–.

El Centro Internacional de Prensa de Sevilla se crea por un acuerdo entre la Asociación de la Prensa y la propiedad del edificio Centro de la Prensa de la Expo 92, que era el entonces Grupo Bores, que lo había construído para su uso durante la muestra para recatarlo después. Al frente del mismo estaba Pepe Bores Saiz, hermano del más conocido Jesús Bores, fiel asesor de Felipe González. De una familia sevillana y heliopolitana de gran raigambre.

[blockquote style=»1″]Y Sevilla sigue sin Centro de Prensa, una necesidad de una ciudad moderna, aunque veinte años después pueda tener más elementos virtuales que los de entonces.[/blockquote]

Las instalaciones eran perfectas, apenas hubo que hacer ninguna adaptación, pues todas las necesidades de un centro de prensa estaban ya resueltas: perfecta y moderna instalación tecnológica con cable, oficinas, salón de actos, sala de redacción, cabinas audiovisuales, y hasta patio central de celebraciones. Posiblemente, el mejor centro de España y uno de los mejores de Europa.

Y se inaugura con todo boato el 28 de septiembre de 1993. Para muestra, la fotografía inaugural, con el presidente de la Junta, Manuel Chaves, la delegada del Gobierno, Amparo Rubiales, el alcalde Rojas Marcos y el presidente de la Diputación, Miguel Ángel Pino, además de este autor que ejercía de anfitrión. 

¿Qué pasó después? Pues que la crisis desmoronó el grupo Bores, muy diversificado por aquel entonces pues, además de este edificio y otros inmuebles, tenía bodegas en Ribera de Duero y chocolates en Asturias. Y todo aquel emporio que había montado Pepe Bores Saiz, se vino abajo por completo, con el consiguiente embargo del edificio, desalojo del Centro de Prensa, y posterior venta del mismo.     

No se dio ninguna explicación de aquello, ni nadie en Sevilla echó de menos, hasta la fecha, esta importante instalación. Duró poco más de un año y para la historia queda un hito profesional, además de los muchos actos que allí se celebraron: a primeros de noviembre del 93 se celebró allí la Asamblea Extraordinaria de FAPE, que aprobó unos nuevos estatutos de la corporación periodística y el Código Deontológico por el que aún nos regimos los periodistas españoles.

Y Sevilla sigue sin Centro de Prensa, una necesidad de una ciudad moderna, aunque veinte años después pueda tener más elementos virtuales que los de entonces. Hubo dos intentos posteriores, en el Pabellón de Europa en la Expo y en el sevillano Patio de Banderas, que también fracasaron, pero esa es otra historia, que habrá que contar.