_ María Auxiliadora, vaya día que he pasado en Urgencias…
_¿Y eso, María del Carmen?
_Ná, que se me ocurrió imitar a los del Circo del Sol y me quedé hecha una alcayata.
_¿A los acróbatas?
_No, si hago eso estoy ya en San Fernando. .. Quise imitar al que después de dar varias revoleás en el aire baja a la tierra y da una pataíta como diciendo: “aquí está el tío” y me quedé clavá. Sólo por dar la pataíta.
_ ¡A quién se le ocurre, hija, si el Pilates que tú haces en el Distrito es un por aquí te quiero ver!
_ Es verdad y encima las Urgencias son más tristes que el “reality real” y además no hay ni sopita.
_¿Te acompañó alguien? Porque el dicho ese de que más vale solo que mal acompañado sirve pa tó menos para las Urgencias en Andalucía.
_Desde luego, porque yo llegué, me sentaron en una silla de ruedas y me aparcaron en un quicio. Y mi marido, de celebración del divorcio de un amigote.
_Los hombres, como siempre, desaparecidos en combate.
_Llamé a mi cuñada y estaba en la pelu haciéndose las mechas. Me metió una bulla… Que si tengo el don de la inoportunidad, que a quién se le ocurre y que ella no iba a salir a la calle con el papel albal colgándole de la cabeza.
_¡Vaya por Dios!
_Mira, las enfermeras encantadoras, pero hija, desbordadas. Había una que decía que desde por la mañana no había podido ir ni a hacer pipí. Y eran las seis de la tarde…
_Pues, hija, yo entonces no puedo ser enfermera de Urgencias.
_¡Y las caritas de los médicos, agotados, con unas bolsas en los ojos como las de Jordi Pujol antes de pasar por la cirugía estética!
_Entonces, vaya concepto que tiene la Susi de las alhajas… Cualquier baratija para ella es una joya.
_¿De la corona?
_No sé si ella será monárquica, pero siempre ha dicho que la Sanidad era la joya de la corona de Andalucía.
_Una cosa es la Sanidad y otra las Urgencias, niña.
_Eso también es verdad.
_Claro que una cosa te voy a decir, que hay gente que va a Urgencias por chuminás y las “acolapsa”, que diría Lopera.
_Chiquilla, ¿dónde van a ir? ¿Si vas al médico de cabecera y te dice, sin mirarte, que tienes un virus o una poquita de depresión por la estación?
_¿De Santa Justa?
_Por el invierno, la estación del frío y la tristeza, hija.
_ A veces te mandan un análisis de orina.
_Mujer, porque eso es muy barato y siempre te pillan alguna bacteria.
_Al final, me pusieron una inyección, volví a mi ser y vino mi cuñada a por mí, hecha un pincel y yo, que era la protagonista, con dos dedos de raíz.
_En esos sitios nadie repara, mujer.
_ Pero hija, la enfermera tuvo hasta fuerzas para levantarme la moral. Me dijo que para qué quería imitar a los del Circo del Sol si el sol era yo.
_Pues habrá que decírselo a Susana, para que sepa que la joya no es el sistema sanitario; que la joya de la corona es el personal.