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El enigma del PSOE

Pedro Pitarch
Pedro Pitarch*

El PSOE ya tiene secretario general. Pedro Sánchez. Alguien que dimitió de ese cargo tras un bochornoso comité federal, el 1 de octubre de 2016, ha regresado tras ganar las primarias celebradas hace pocas horas. El resultado de aproximadamente 50%, 40% y 10% de los votos, obtenidos respectivamente por Pedro  Sánchez, Susana Díaz y Patxi López ha sido tan arrasador como inesperado. Enhorabuena a don Pedro por su triunfo.

No está tan claro que el PSOE esté de enhorabuena. Va a un nuevo modelo de partido. Pero ese “nuevo PSOE de los afiliados”, del que el nuevo líder ha hablado tras su contundente victoria, contiene mucha incertidumbre.  Es de suponer que don Pedro, que en dos elecciones generales en 2016 logró hundir sucesivamente el suelo del PSOE, no pretenderá alcanzar el objetivo de conseguir en el futuro tantos votantes como militantes. Son los votantes, por encima de los militantes, los que ganan las elecciones. Tampoco estoy seguro que nadie sepa ahora hacia dónde va ese partido. Es un enigma. La imagen de Pedro Sánchez tras la victoria, rodeado de su equipo de campaña y cantando la Internacional con el puño en alto, sugiere un gran salto hacia atrás, volviendo adonde hace muchos años estuvo. ¿Es esa, tal vez, la cacareada renovación?

 

Son los votantes, por encima de los militantes, los que ganan las elecciones. Tampoco estoy seguro que nadie sepa ahora hacia dónde va ese partido. Es un enigma.

 

En todo caso, lo más difícil viene ahora: afrontar el desafío de recomponer el partido que, tras casi nueve meses de lucha fratricida, aparece hoy hecho unos zorros. Los resultados de las primarias tienen muchas lecturas. Pero lo que sí evidencian inequívocamente es una profunda falta de sintonía entre los dirigentes territoriales del partido y sus bases. Sin tal recomposición ―objetivo imprescindible aunque no base suficiente―, el PSOE no podrá recuperarse de su actual estado de postración.

Por eso, más allá del censo de militantes y de la carga ideológica que se logre armar en el congreso del próximo mes de junio, el tiempo apremia. En solo un mes sabremos si el PSOE se une o no. Ahí tiene un papel a jugar el PSOE andaluz con el 25% de los afiliados del partido. Por eso, ese 40% de los votos obtenido en las primarias por Susana Díaz, junto con su condición de secretaria general del PSOE-A es una potente plataforma para inclinar hacia un lado u otro la solución al desafío de la división interna. Hacer borrón y cuenta nueva y aunar a su partido en esa común voluntad de vencer, que es el principio más esencial para abordar cualquier empeño mayor, no va a ser fácil para Pedro Sánchez.  En todo caso, llegar al congreso de junio con un inestable escenario de “Díaz versus Sánchez” sería catastrófico. Llevaría al PSOE a la inoperancia, como paso previo, tal vez, incluso a su desaparición.

 

 

*Pedro Pitarch es Teniente General del Ejército (r).

@ppitarchb