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El fanatismo tranquilo

Lo de Colón fue más que legítimo, tanto como revelador, y por qué no decirlo tablao y público en tono menor y confuso.

 

Comparto con José Luis Sampedro que: “Es asombroso que parte de la Humanidad todavía no sepa vivir en paz, que palabras como frentismo sean las que mandan frente a palabras como convivencia”.

Y lo digo por el ruido de las cifras, de las banderas, de los autobuses, de las soflamas, de la apropiación indebida de un país, de las medias verdades, de los espectáculos monocolor enmascarados de tríos de colores superpuestos.

De los discursos excluyentes y tóxicos que desestabilizan el presente en construcción, y que perversamente utilizan para tapar las vergüenzas de las presuntas mega corruptelas del “paquí pallá” entre otras. De quienes se afanan en el blanqueo. 

El modelo masculino no está hecho para la derrota

 

Lo de Colón fue más que legítimo, tanto como revelador, y por qué no decirlo tablao y público en tono menor y confuso… todo ello en formato espectáculo, pero sobre todo fue una foto magistral, de cuanta ciudadanía está por volver a las tinieblas.

Los hombres pueden ser destruidos, pero no derrotados»

El viejo y el mar

Ernesto Hemingway

 

Y por razones de salud democrática, deberían no hacerse trampas en solitario. Y reconocer que ha sido el acto con menor respaldo, de los irritados -que no indignados- de los últimos años.

Según la Policía Nacional (no sospechosa) que es la que hace el recuento, y lo suministra a la Delegación del Gobierno, fueron 45.000 venidos de toda España, amén de decena arriba, calle abajo. Según el no servicio de orden (innecesario), ya que según los actores principales, era gente aseada…

Pero no se trivialice con Colón, que las conquistas y reconquistas antes eran presenciales, y ahora pueden ser solo electorales. Pregunten al Vox andaluz que no ha necesitado ni las instituciones ni la calle, para de cero pasar a decidir Gobierno.

La triple alianza no tiene complejos, no necesita narrativa

 

Con la épica de que se rompe España, y otras inquietantes propuestas tienen suficiente munición. Puesto que “el pánico es más contagioso que la peste y se propaga en un instante” como decía Nikolái Vasílievich Gógol.

Superado ese comportamiento tras los vientos de baja intensidad  del domingo de marras, ahora toca a este gobierno dejar de practicar el “coitus interruptus político”.

Y saber que si quienes tienen la llave electoral, que son algunos partidos catalanes, le dan una prórroga tras el proyecto de ley de Presupuestos.

Ya que la próxima parada, o segunda vuelta de Colón es el 8 de marzo, Huelga Feminista. De cuidados, consumo, estudiantil y laboral. Un día más, pero simbólico y medidor de lo que piensa y hace la ciudadanía.

Las feministas autónomas, que sin ejército virtual, ni medios, ni financiación, pararán y saldrán en sus territorios. Explicarán y demostrarán que así no, porque no es no, para nosotras. 

Para que este país pueda evitar un 155 español, el Gobierno debería tomar nota.

 

Solo puede salvarse si reconoce a sus aliadas. Si reconoce las movilizaciones de pensionistas, feministas, y colectivos luchando por su supervivencia, y mundo mejor para todos y todas.

No se puede construir la Arcadia feliz de la mano de Trump y Cía. No se puede hacer política como el llanero solitario, sobre todo quien no tiene el viento a favor.

Por eso deberían mirar a la tripulación, que son los únicos que no abandonan el barco de la lealtad. A los valores democráticos, la ética y la justicia social y económica, que son parte de los materiales con los que se construyen las barcazas. Para no naufragar en cada puerto.

Recuerda aquello de Paulo Coelho «Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él».