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El PP, acusado de jugar con la seguridad nacional

C.A. publicará un caso en el que la actitud electoralista de autoridades del PP habría puesto en peligro la continuidad de un infiltrado en las redes yihadistas

Redacción C.A./ Pepe Fdez.- Los terribles atentados yihadistas de París el pasado 13-N han conmovido al mundo entero, pero especialmente a la vieja y cobarde Europa, que tiembla cuando el presidente de la República francesa proclama: “Estamos en guerra”.

De pronto, miles de ciudadanos se han dado cuenta no solo de que convivimos con los terroristas en nuestras calles y plazas, mezclados con gente inocente que ama la vida como nosotros. Han percibido nítidamente, casi al mismo tiempo, el fracaso de décadas de educación aplicada en la tierra de acogida de sus padres y abuelos. Pero ese no es el asunto, lo que ahora nos preocupa; más bien son las consecuencias de un fracaso que parece no tener patria ni bandera.

El terrorismo, nos guste o no, ha logrado en gran medida su objetivo, sembrando de muerte y de terror los adoquines de París, aquellos bajo los que se ocultaban playas en mayo del 68.

Europa está ‘acollonada’, con miedo, recordando los más viejos del lugar las dictaduras terroríficas que han asolado el continente a lo largo del siglo pasado. Por eso, por el miedo generalizado al terror, muchos electores se preocuparán de conocer de qué manera unos y otros van a luchar contra el enemigo en casa. Parece, por tanto, que todos los esfuerzos en línea con lo que ejecute la Unión Europea y las Naciones Unidas serán bienvenidos por la inmensa mayoría de la opinión pública.

Una de las dificultades que la inteligencia española está teniendo en su intenso e importante trabajo sobre el radicalismo yihadista en España, está siendo la infiltración de personas que sepan interpretar el submundo musulmán con ojos de confianza desde este lado de la trinchera. 

De este asunto, del que por razones más que obvias deberemos eliminar cualquier dato identificativo de personas, territorios o circunstancia de referencia, ha tenido entrada una denuncia de los hechos ante la Fiscalía Superior de Andalucia en Granada

La división correspondiente del CNI tiene desplegadas sus antenas por toda la geografía andaluza, considerada de alto riesgo en este tema, pero de forma muy especial sobre los enclaves más poblados por personas de religión musulmana. No todos los territorios controlados son similares en cuanto al nivel de riesgo. En sectores agrícolas, por ejemplo, es relativamente fácil el proselitismo en la convivencia diaria, pero mucho más complejos a la hora de controlarlos desde fuera.

Para un servicio policial es mucho fácil el contacto en las zonas urbanas que en las rurales, y eso también lo saben quienes dirigen los hilos del terror.

Precisamente la historia que se dispone a revelar Confidencial Andaluz a partir de la próxima semana tiene que ver con un caso en el que, tras lograr la inteligencia española introducir a un hombre de su confianza en el corazón musulmán de una determinada comarca agrícola del sur de España, turbias maniobras electoralista de dirigentes del PP –pese a ser conocedores del papel jugado por el protagonista de la historia– han puesto en peligro la continuidad con eficacia del topo infiltrado en núcleos de interés para la seguridad en España.

De este asunto, del que por razones más que obvias deberemos eliminar cualquier dato identificativo  de personas, territorios o circunstancia de referencia, ha tenido entrada una denuncia de los hechos por si resultaran delictivos ante la Fiscalía Superior de Andalucía en Granada.

La próxima semana les daremos cuenta de la parte más sustancial de dicha denuncia que acusa abiertamente a autoridades de una determinada provincia de actuar a sabiendas de que lo hacían por despecho partidista en plena campaña electoral.

Luchar contra el yihadismo que pregona el terror, sí, con todos nuestros medios disponibles. Pero por favor, quiten de la gestión de la gobernación a gente torpe o escasamente patriota, como parece que son los que se ocupan tras la historia que nos disponemos a revelar y sobre la que aún se trabaja en documentarla.