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Elecciones en la Policía… que no cambiarán nada

En todas las elecciones celebradas hasta ahora el mayoritario en vocales y número de votos ha sido el SUP.

 

El Consejo de Policía se creó en la ley 2/86 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; es el órgano de mediación y conciliación en caso de conflicto colectivo. Su informe previo es obligatorio para  normas que afecten a las condiciones de trabajo de los policías. Es paritario Administración-sindicatos y sus decisiones no son vinculantes. Se eligió por primera vez en 1987 y el 19 de junio se celebran sus novenas elecciones, organizadas en cuatro bloques por cada una de las cuatro escalas existentes. Este año se eligen catorce en vez de dieciséis vocales (por reducción de plantilla). Llegan a estas  elecciones el SUP con 7 vocales, la CEP con 4, la UFP y el SPP con 2 y ASP con 1. Concurren tres nuevos sindicatos: JUPOL, ARP (“podemita”) y MIP. Ser representativo significa tener derecho a sede, liberados y participación, de lo que no dispondrán los no representativos. 

 

En todas las elecciones celebradas hasta ahora el mayoritario en vocales y número de votos ha sido el SUP. Obtuvo 5 en las primeras elecciones (1987) y estuvo en su peor situación en 1995, con 3, empatado con la ANPU (hoy CEP) aunque la dobló en votos (16.234 – 8.720). Irrumpirá con fuerza JUPOL, sindicato creado por JUSAPOL para intervenir en la Policía, que puede acabar con la hegemonía del SUP al que posiblemente superará en votos, lo que no necesariamente se trasladará al número de vocales. Un vocal en las escalas ejecutiva y subinspección supondrá poco más de 1.000 votos en cada una y el SUP parte con amplia ventaja en afiliados, mientras en la básica cada vocal costará más de 4.000 votos.

 

JUPOL ha evolucionado. Defender la equiparación salarial y desaparecer tras conseguirlo (que dijo JUSAPOL) ya cambió. Han venido para quedarse.

 

Hablan de la importancia de la formación, que gestionarán ellos estando liberados y ganando dinero, como hacen los sindicatos clásicos. Dejarán de criminalizar a los sindicalistas liberados porque ahora lo serán ellos. Nada cambiará. Todos los sindicatos defienden más a la Policía, la empresa, que a los policías, los trabajadores, generando una práctica endogámica y corporativista muy negativa. La equiparación salarial con Mossos que defienden Jupol y sindicatos es legalmente imposible sin cambiar muchos artículos de la Constitución. Es injusta por agravios entre policías y guardias civiles según dispongan o no de vivienda gratis.

 

El SUP defendía los derechos de los policías contra la Policía y sus mandos, exigiendo igualmente protección y defensa de derechos civiles de la ciudadanía, lo más importante para una Policía democrática. Proteger y servir más allá del discurso propagandístico y falso. Por eso mantuvo enfrentamientos con ministros de Interior de PSOE y PP, con exptes. disciplinarios y querellas de mandos afines a ministros de ambos partidos. Abandonar hace años esas señas de identidad provocó pasar de más de 30.000 afiliados en 2013 a 17.000 hoy. Tampoco combate la corrupción. Retiraron la acusación popular en el caso ático de Marbella donde el ministro Fdez. Díaz y el director general Cosidó amenazaron con expedientar a policías por hacer su trabajo. El SUP abrazó el sindicalismo corporativo ignorando los derechos de la ciudadanía. Nunca levantó la voz contra la desprotección de las víctimas por miles de llamadas cada mes al 091 sin respuesta policial, ni por los millones de identificaciones prospectivas anuales que no se hacen en ningún país europeo por vulnerar derechos civiles de la ciudadanía. Gane JUPOL o el SUP ni los policías ni la ciudadanía ganarán. Quienes podrían cambiar esta situación o no concurren (PolicíaS XXI), o acaban de nacer (MIP). No cambiará nada.