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En la muerte de un torero

Jaime Gomez Garcia
Jaime Gómez García

Cuando nuestro editor, Pepe Fernández, nos dio la idea y confió hace ya ocho meses la elaboración de esta sección no tardamos ni un minuto en ponerle nombre: se trataba de condensar en pocas palabras un título que sugiriera por dónde podían ir los tiros en el repaso de las redes sociales que aquí se contaría cada semana y cómo se haría. Una suerte de crítica ácida pero también comprometida por tierra, mar y aire contra todo lo que se moviera, fundamentalmente en la actualidad política, pero sin abandonar otras temáticas no menos importantes, siempre intentando hacerlo desde el respeto y destacando en tono de humor los comentarios en plan patio de vecinos que se cruzaban en la red social Twitter (ese 3.0 tan cacareado por nuestros políticos para referirse a las nuevas tecnologías) sobre cualquier asunto de actualidad tanto nuestros dirigentes, como periodistas, artistas, ciudadanos… Lo que jamás podíamos imaginar es que la muerte de un torero, la de Víctor Barrio el pasado 9 de julio sobre el ruedo de la plaza de Teruel, provocara reacciones de una bajeza moral e inhumanidad rayanas en lo delictivo, como ya se está encargando la autoridad judicial de analizar. Nos negamos a creer que un antitaurino sea por definición eso que se ha visto en las redes y que a continuación reproduciremos. Un amante de los animales que obviamente primero lo es del género humano no puede sentir satisfacción por la muerte de un semejante y menos regodearse en ella, hacer mofa y burla pública, dirigirse a la viuda con todo tipo de comentarios despreciables y abyectos. Quienes han hecho eso no son antitaurinos, no: son deshecho humano que debe ser empapelado todo lo que permita la Ley y sentar las bases para que jamás nadie amparándose en la libertad de expresión se permita incitar al odio, desear la muerte y reírse cruelmente de quien ya no puede defenderse. Ya está bien de esconderse detrás de un teclado para derramar bilis, de que los violentos busquen cualquier excusa para hacer daño a los demás innecesariamente. Como homenaje a la persona, al torero, a su familia y amigos reseñaremos algunas de las barbaridades que se han dicho, que cuesta leer y más creer que puedan salir de una mente humana a menos que esté enferma de ira y desprecio. Que se sepa y se condene contundentemente.

Y PARA LA REFLEXIÓN ESTA COLOSAL Y CERTERA VIÑETA DE PUEBLA


GUERRA EN EL PP DE SEVILLA: SUMA Y SIGUE.

Como en las series Santa Bárbara y Arrayán, célebres por los centenares de capítulos que se rodaron y su permanente deja vù de personajes, argumentos y situaciones, la crisis abierta desde hace meses en el Partido Popular de Sevilla -que aquí les venimos contando desde nuestro humilde punto vista- vamos a tener que ordenarla y numerarla por entregas porque lejos de solucionarse va a más, como ya comentábamos la semana anterior. Por resumir un poco y no perdernos recordaremos que el germen de todo es la intención de la Secretaria General de los populares sevillanos, Virginia Pérez, de renovar las anquilosadas estructuras, ideas y procederes del actual núcleo dirigente, con el presidente provincial a la cabeza, Juan Bueno, y su corte de palmeros y agradaores: Ricardo Tarno, Juan Ignacio Zoido y José Luis Sanz. Como las legítimas aspiraciones de la señora Pérez están siendo apadrinadas por el incombustible Javier Arenas, la contienda ha tomado tintes de mayor altura y se está convirtiendo en una lucha de poder entre dos facciones claramente enfrentadas en la calle Génova, 13: la del propio Arenas y la de la Secretaria General, María Dolores de Cospedal, alineada con el citado núcleo duro sevillano para combatir las intenciones de Arenas de seguir mangoneando en la histórica plaza sevillana a través de su Adelantada y protegida Virginia. Visto el éxito de la Operación Manijero, como genialmente bautizara el contubernio el periodista Carlos Navarro Antolín, y la continua exhibición pública de músculo por parte de la señora Pérez, que ha sabido aglutinar bastantes e importantes apoyos dentro del partido para triunfar en esta necesaria revolución interna, se convocó un comité extraordinario para desproveer a Pérez de ciertas facultades que le fueron otorgadas por el presidente Juan Bueno y que al perder su confianza en ella pretendía usar de coartada para orillarla y destruirla políticamente. Pero como los críticos reunieron apoyos en tiempo record, llegando a firmar más de cincuenta personas un manifiesto para pedir el voto secreto en el comité extraordinario -básicamente para impedir las represalias contra esos cargos de confianza que se originan en los votos a mano alzada- y que se corría el riesgo de que el presidente Juan Bueno perdiera la votación generándose una situación insólita, se convocó de urgencia a los concernidos a una reunión de con la dirección regional para tratar de pacificar las cosas. Aparentemente todo parecía resuelto cuando se desconvocó el comité extraordinario, con un Javier Arenas que se felicitaba en Twitter de la unidad que se había alcanzado, pero unas interesadas filtraciones que se produjeron desde el entorno del núcleo duro sobre un documento confidencial firmado de puño y letra por la Secretaria General donde ponía su puesto a disposición del Presidente hicieron saltar por los aires de nuevo el partido en Sevilla. Virginia Pérez, que aunque amparada por Arenas quiere volar alto y con el apoyo de las bases, democratizando el partido, estalló en un comunicado a los medios donde explicaba la situación, en un insólito ejercicio de transparencia de un político, tan acostumbrados a calcularlo y medirlo todo y a no tomar posiciones de una forma tan clara y menos en asuntos tan delicados. El serial, tuit a tuit, lo recordamos a continuación.

TU NOMBRE QUE BIEN ME SUENA, JUAN IGNACIO

Al hilo de la guerra del PP sevillano y como efectos colaterales que explican bastantes según qué líneas editoriales, nos van a permitir que nos refiramos a un tweet enviado por servidor de ustedes al Director de ABC de Sevilla, Álvaro Ybarra, que provocó el inmediato bloqueo de mi cuenta por parte de quien nada menos tiene depositado el noble deber y la obligación de administrar un derecho básico en una democracia como es la libertad de expresión. Sin un insulto, sin un tuteo, sin una mala palabra, únicamente contestamos al Sr. Ybarra argumentadamente a su impresentable alineamiento con el núcleo duro, con un tuit -entre otros muchos que le ha dedicado durante toda la semana- en el que acusaba a Virginia Pérez entre otros de ser “cuatro trepas que están cabreados porque no les dan bola.”

Ante esta insólita toma de partido por una de las facciones nada menos que por el director del medio de prensa con mayor difusión en Sevilla, nos permitimos recordarle al Sr. Ybarra lo que es vox populi en los círculos mediáticos y políticos de la capital, y de lo que dio cumplida cuenta el diario elplural.com hace dos años: la campaña de publicidad adjudicada a dedo por el exalcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, y que supuso ingresos superiores a 600.000,00 € por publicar en las páginas de ABC los méritos y logros de su mandato.

Desde tiempos de Ernesto Sáenz de Buruaga como Director de Informativos de TVE -de quien José María Aznar llegó a decir que le encantaba como periodista porque no había que decirle lo que tenía que decir- no recordábamos una toma de postura tan descarada de un periodista hacia un político ni una reacción tan desairada contra un ciudadano que no es nadie, lo que evidencia y aumenta la torpeza del Sr. Ybarra, ya que con el bloqueo de mi cuenta está admitiendo que el recordatorio le ha escocido. Una pena sin duda que la dirección de ese periódico esté pidiendo a gritos, como el núcleo duro del PP al que defiende tan descaradamente, una renovación urgente. Álvaro Ybarra lo que quiere es sumarse a la mesa-camilla de Bueno, Zoido, Tarno y Sanz y echar unas partiditas de dominó en el hogar del pensionista, que es para lo que están esto cinco rancios de solemnidad.

CRÓNICAS DEL ABSURDO

En un tono más jocoso nos referiremos ahora de pasada a tres noticias que aunque variopintas y sin relación directa entre ellas, nos han llamado la atención por lo curiosas, surrealistas e indignantes: el expresidente Chaves confundido con el célebre periodista sevillano y cronista de la guerra, Manuel Chaves Nogales, el embargo de las estatuillas de los Goya a la actriz Carmen Maura y las estupefacientes declaraciones del sindicalista Diego Cañamero nada menos que en el Congreso mientras recogía su acta de diputado por Podemos, asegurando que incumplirá las leyes que considere injustas. ¡Y lo dice nada menos que en la sede de la voluntad popular y donde se elaboran las leyes! Increíble todo pero cierto, muy de Berlanga y Rafael Azcona, sin duda alguna.

EN LA MUERTE DE JUAN PEÑA, EL LEBRIJANO

No podíamos pasar por alto el recuerdo a quien lo ha sido todo en el flamenco y que nos dejaba esta semana: el eminente cantaor El Lebrijano, fallecido en Sevilla. Reproducimos a continuación una bonita imagen junto al también cantaor Miguel Poveda y recordaremos no solo el célebre y recurrente piropo que le dedicara Gabriel García Márquez tras una juerga flamenca -“Cuando El Lebrijano canta se calla el agua”- sino también una enseñanza que le dedicó su padre y que hemos entresacado del insuperable obituario que le dedicó el crítico Manuel Martín Martín en las páginas de EL MUNDO: “Si vas a ser artista, sé honrado en la vida y en el arte.” Un insuperable consejo nacido de la sabiduría popular al que nos apuntamos sin lugar a dudas para aplicarlo a cualquier ámbito de la vida profesional y personal de cada uno.

Hay corazones que siguen latiendo en nosotros , hasta siempre maestro #ElLebrijano pic.twitter.com/FWfnarFjwh

— Miguel Poveda (@MPOVEDAOficial) 13 de julio de 2016

EL PERRO: EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE

Y despedimos esta semana y el mes -retornaremos a mediados de agosto con ideas nuevas pero con la misma guasa de siempre- con un tuit de la más que recomendable cuenta en Twitter de la Guardia Civil, @guardiacivil, que junto a la de la Policía Nacional, @policia, es una fuente de información seria, contrastada, ágil y desenfadada cuando debe serlo, haciendo cercana la labor tan importante e imprescindible que desempeñan en favor de los ciudadanos.