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En Triana hay una reja (pasodoble cañí)

Rodríguez de la Borbolla, una vez defenestrado Escuredo, en un cuartelazo guerrista sin consultas a los electores, inició el camino de la California andaluza.

 

La señora Díaz afirma que se presentará como candidata del PSOE-A a las próximas elecciones autonómicas a celebrar dentro de cuatro años. Y mientras tanto dirigirá la leal oposición al presidente Moreno y al vicepresidente Marín. !Dios nos valga!.

Olvida, creo, la señora Díaz que «los padres comieron el agraz y los dientes de los hijos sufren la dentera» (Ezequiel 18, 2). Durante casi cuarenta años millones de andaluces hemos comido el agraz de unas políticas que en el mejor de los casos pudieran calificarse como despotismo no ilustrado del casi todo teóricamente para el pueblo pero sin el pueblo.

Rodríguez de la Borbolla, una vez defenestrado Escuredo, en un cuartelazo guerrista sin consultas a los electores, inició el camino de la California andaluza. Defenestrado a su vez por otro golpe de salón, sin intervención popular ni del propio partido, ocupó plaza el más duradero presidente, con Pujol, de la democracia del 78, el señor Chaves, cuya memoria de hechos relevantes es tan opaca como la de don Amadeo de Saboya. Dejole la herencia, sin explicación racional al pueblo y a los afiliados, al pretendidamente inteligente señor Griñan cuya herencia política ha sido la señora Díaz, perdedora de varias elecciones externas e internas, la última de las cuales, ganada a pulso, nos ha deparado el gobierno del «trio calaveras», editado por la gramófonica compañía «la voz de su amo».

 

Oír a los dos leones braquicefalos que se entrevistaron en su nombre con la presidenta del Parlamento para comunicarle que no se ofrecía como candidata socialista debería ser suficiente para pasar una temporada en la unidad psiquiátrica de San Lázaro…

 

Las políticas de corte liberal impuestas desde Rodríguez de la Borbolla hasta las de marcha real en horas bajas de la señora Díaz han producido la situación económica y social cuyo hartazgo ha dado el resultado conocido la noche del 2-D: 59 representantes electos de derechas y 50 de la deficiente izquierda. A razón de catorce, siete la media.

Qué la señora Díaz no haya tenido la gallardía política y moral de explicar racionalmente a los andaluces el porqué , a su juicio, se ha producido esa debacle da idea de la altura intelectual y de gobernanza de esta dirigente socialista. Oír a los dos leones braquicefalos que se entrevistaron en su nombre con la presidenta del Parlamento para comunicarle que no se ofrecía como candidata socialista debería ser suficiente para pasar una temporada en la unidad psiquiátrica de San Lázaro hasta lograr una incipiente recuperación que permitiera asistir al vía Crucis del Consejo de Cofradías por el propio pie.

Pavor produce escuchar a la perdedora electoral por goleada erigirse en candidata de la próxima campaña que convoque el presidente Moreno, sin que los afiliados socialistas hayan tenido ocasión de decir esta boca es mía o dimita usted de una vez señora, con una contundencia tan satisfecha que habrá hecho removerse en su tumba a doña Carmen Calleja convencida, cómo estaba, que después del PC, lo mejor del mundo y lo más controlable y manipulable era el PSOE-A. No le dió tiempo a ver esta asombrosa desvergüenza política.

Y la Ejecutiva Federal estudiando matemáticas para cuadrar los presupuestos y que así podamos costearle a Francisco González del BBVA y a Villarejo sus jubilaciones. !Criaturitas!