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¿Es el ‘Gori-Gate’ fruto de la guerra Zoido – Arenas?

Pepe Fdez
Pepe Fernández*

Gori es como cariñosamente llaman para abreviar los amigos en Sevilla a Gregorio Serrano, Director General de Tráfico. Ese señor bajito, entrado en kilos, joven, con un marcado acento sevillano que no disimula ni falta que le hace y que últimamente lo sacan en La Sexta más que a Belén Esteban en Tele5. Dos domingos, dos, abriendo y cerrando El Objetivo.

Para quien no lo sepa, este señor al que se le presenta como si fuera un gañote aprovechao, ha sido el concejal más trabajador y  seguramente más solvente que ha tenido el equipo Zoido en Sevilla. Serrano ha gestionado casi la mitad del ayuntamiento en estos años y solo ha metido la pata cuando ha querido ejercer de enfant terrible en la confrontación política abierta. Sí, ahí le podemos pillar más de una docena de cosas que, bien agitadas mediática y políticamente, convierten a Gori Serrano en primo segundo de Esperanza Aguirre, aunque este es de los que asume lo que dice y como lo dice.  La videoteca es una maldita prueba del algodón que muy pocos políticos superan.

Gregorio no es un golfo dedicado a la política, ni un político sevillano bajo sospecha. Serrano ha sido él y sus circunstancias, que en política  lo determinan casi todo. Desconozco las cualidades que deban adornar a un Director General de Trafico en España, pero como pasemos lista a los anteriores nos vamos a hartar de reír y con alguna de llorar.

No he escrito ni un twit hasta hoy sobre el asunto del piso gratis para el jefe de Tráfico,  entre otras cosas porque había una cosa que me ha ido desconcertando y dando mala espina durante la última semana, conforme se iban conociendo nuevos detalles del escandalazo, dada la cobertura alcanzada. Por cierto, mientras Murcia estaba ardiendo y de qué manera.

 

Gregorio no es un golfo dedicado a la política, ni un político sevillano bajo sospecha. Serrano ha sido él y sus circunstancias, que en política  lo determinan casi todo.

 

Sí, sorprendía y mucho que un canal de televisión a nivel estatal y de primer nivel se empleara tan a fondo en lo que parece a todas luces una caza menor. Que lo haga una tele regional o local o lo que queda del Tdt Party mira, pero La Sexta en un espacio de prestigio y gran audiencia lograba que nos preguntásemos  en los primeros momentos ¿a quien ha matado o cuánto ha mangado Gregorio Serrano?

El “Gori-Gate” que ha destapado La Sexta (controlada por el Grupo Planeta) dedicándole dos domingos en prime time muchos minutos, como escándalo de trascedencia social es bastante débil en tanto que no se discute lo fundamental del problema: si a un alto cargo, con 85.000 euros de sueldo al año, le tenemos que pagar la vivienda todos los españoles con nuestros impuestos, sea en un piso de la GC, de los agentes de aduanas o prisiones. Sobre todo, como es el caso, en el que los sevillanos no hemos empujado a Gregorio Serrano hasta el Ave en Santa Justa para que se vaya con Zoido a Madrid; él se fue solito y encantado con su amigo, confidente y jefe, como cuando se montó de crucero en el buque escuela Elcano.

Serrano, nos guste o no, va a vivir en un piso gratis porque tiene derecho a ello según la ley y en tanto no se modifique la misma así será. Menos lobos pues. Esa es la cuestión, aunque luego se hayan equivocado dando explicaciones a destiempo, evidenciando que la política de comunicación del ministerio es igual o peor que la que tuvo el Ayuntamiento de Sevilla en los años de la histórica gran mayoría popular. Sí, que los papeles, protocolos o normas parece que no se han hecho bien, los “putos papeles” , desgraciadamente es algo que a diario sucede y no una vez como se está viendo en infinidad de procedimientos judiciales en curso. Que no reconoció que visitó el pisos en obras y le pillaron, pues mal. Que si las dietas, que si el hotel.. «yo me conformo con un colchón donde dormir» acabó proclamando patéticamente en su comparencia ante la prensa. Y quienes le conocen te dicen que era sincero, que no es amante de lujos, salvo que jugar al golf se le considere como tal.

 

Serrano, nos guste o no, va a vivir en un piso gratis porque tiene derecho a ello según la ley.

 

Se hubiese digerido mejor por la audiencia de la tele progre del Grupo Planeta que, aprovechando el caso del piso de Gregorio Serrano, se hubiese dedicado también atención, por ejemplo, a cuanto destina la Junta de Andalucía( y el resto de gobiernos) para financiar las viviendas de los cargos desplazados, datos que permanecen tan ocultos y secretos como esa orden de la consejería de Hacienda autorizando la transformación  de la Fundación Cajasol en la fundación pulido.  Ya puestos sería muy interesante y esclarecedor  conocer con exactitud y rigor el parque de viviendas que pagamos en España para funcionarios y altos cargos. Entre otras cosas porque parece claro que procede una revisión, un reajuste y una redistribución, los tiempos han cambiado y las distancias no son las mismas, algo que beneficiaría, por ejemplo, a miles y miles de guardias civiles y sus familias que malviven en covachas viejas e insalubres de muchas casas cuartel y alguna he visto personalmente.

No soy amigo de Gregorio Serrano aunque siempre durante años tuve con él una relación de cordialidad y respeto mutuo; siendo oposición a Monteseirín era uno de los contertulios habituales del recordado Ricardo Acosta en sus Sevillanos de guardia; Serrano sabe perfectamente qué opino del equipo al que ha pertenecido y pertenece, con Zoido al frente. No soy, por tanto, sospechoso de estar en nómina o  en el pesebre del PP, como de ningún otro por suerte.

Creo que con Gregorio Serrano se ha cometido una enorme injusticia personal y política. Ha sido desproporcionado el daño causado y el ensañamiento empleado, no  por la información en sí – noticia que había que dar, sin duda- sino por el despliegue utilizado para contarnos lo que a todas luces parece un cambalache o un compadreo digno de ganaderos en el Mercantil de la calle Sierpes, donde, ojo, nadie ha metido la mano en la caja de todos. Porque el caro parqué de roble, desde luego, no es creíble que se lo traiga Serrano a Sevilla el día que cese como director general de Tráfico. El pecado de Gori, me asegura un amigo suyo, ha sido actuar confiadamente, sin consultar, como cuando le arregló a la Benemérita en Sevilla un jardín infantil para la casa cuartel, cortito de papeles justificativos y por tanto ilegal.

 

Creo que con Gregorio Serrano se ha cometido una enorme injusticia. Ha sido desproporcionado el daño causado y el ensañamiento empleado, no  por la información en sí – noticia que había que dar, sin duda- sino por el despliegue utilizado.

 

Estoy convencido de que a Serrano, en toda la tramitación del asunto de su vivienda en Madrid,  jamás se le pasó por la cabeza que hacía algo ilegal y mucho menos que se iba a convertir en una pieza a batir con armamento de grueso calibre. Por eso sorprende esta cacería menor, habiendo como hay en tramitación casos tremendos de corrupción en España o los que están por venir. (Por cierto, aquí en Andalucía circula el run run  estos días de dos asuntos en ciernes. Uno de envergadura que afectaría a Susana Díaz, dentro de su gobierno y otro al de Juan Ignacio Zoido siendo alcalde. Seguiremos informando…)

Volviendo al Gori-Gate, se llega a la conclusión que este no ha sido un disparo solo contra el bueno de Gregorio, este ha sido un cañonazo en toda regla lanzado contra Juan Ignacio Zoido,  en el  mismo trasero de su hombre de mayor confianza entre todos los que se ha llevado a Madrid.  Esa es la clave a despejar, que de existir, se debería aclarar para que sepamos quien ha estado detrás y con qué objetivo confesable o inconfesable.

Pienso que el ministro Zoido comparte  esta misma sospecha, quizás por esa razón una de sus primeras órdenes tras el estallido del caso hace más de una semana fue abrir una investigación interna para conocer quien había filtrado el tema y, así, poder saber las verdaderas intenciones.

Resultaría por tanto aventurado y ligero afirmar que el Grupo Atres Media, al que pertenece La Sexta, había decido por su cuenta y riesgo zarandear al flamante ministro del Interior publicando la ‘exclusiva’ de un asunto de gravedad fundamentalmente ética y estética. Zoido cultivó con exquisitez su amistad y relación con José Manuel Lara, recientemente desaparecido, no así por lo que se ve con quienes le han sucedido al mando de la nave mediática del Grupo Planeta.

 

Con el Gori-Gate se llega a la conclusión que este no ha sido un disparo solo contra el bueno de Gregorio, este ha sido un cañonazo lanzado contra Juan Ignacio Zoido,  en el  mismo trasero de su hombre de mayor confianza.

 

Conociendo algo al primer ejecutivo de AtresMedia con el que he trabajado, si Silvio González  ha permitido esta operación de tanta repercusión política seguramente no es por capricho, seguro que se lo han apuntado quienes verdaderamente deciden en la línea editorial de los medios de Planeta, el propio presidente Josep Crehueres o Mauricio Casals presidente de La Razón . Este último es amigo personal desde hace años de Javier Arenas y de la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría y gracias a esta relación, bastante fructífera para la propiedad del grupo, se fraguó el apoyo editorial de los medios de Planeta al PP a nivel municipal, autonómico y estatal.

En el PP de Sevilla, donde las aguas andan muy revueltas y donde puede pasar de todo en el próximo congreso provincial, hay quienes no descartan que, políticamente hablando, detrás de este guantazo en público a Zoido esté la larga e influyente mano en las sombras de su ahora enemigo Javier Arenas. “¿Tú te crees- me pregunta un antiguo parlamentario del PP- que los de Planeta van a darle una patada en los huevos al ministro del Interior de este país sin recibir el ok de alguien con autoridad en el PP? Pues no, le respondo.

Sé que a algunos no les gustará esta  modesta defensa  de Gregorio Serrano a quien considero una buena persona –buena gente decimos por aquí- y que ha demostrado que está en política para trabajar como un mulo, no para pegar mangazos porque nunca los dio. Otros, esos que piensan que todo se compra y todo se vende, se pondrán en alerta pensando que quizás Serrano me ha quitado alguna multa o añadido puntos al carné de conducir, pero no tengo coche y mis puntos están intactos, así que tranquilo por ahí.

Y  puede que alguno, en la mesa camilla del ministerio del Interior, hasta desconfíen ahora de Serrano porque un periodista para ellos crítico e indomable  diga que Gregorio Serrano es un tipo decente. ¿Sabes lo que te digo Gregorio? que en el pecado llevan la penitencia. Que aprovechen y carguen con su cruz de penitente, que para eso estamos cerquita del Viernes de Dolores.

 

*Pepe Fernández es Periodista. Editor y Director de Confidencial Andaluz.