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Esperando al PSOE

Javier_Menezo
Javier Menezo*

En San Valentín, la SER publicó su obSERvatorio. Un nombre muy logrado. El PSOE adelantaba a Podemos. Un punto. También estaba once por debajo del PP, pero eso es accesorio. Junten día de los enamorados; la obsesión de los apparatchik socialistas por justificar la abstención cada minuto; y la sana competitividad de los Perea boys and girls en twitter por colocar el tweet más enardecido a favor de la lider ¿Qué sale? No crean, podría haber sido peor. Leí cosas como “en San Valentín seguimos enamorando y trabajando”. Referidas a su particular visión del socialismo. Habrán pasado junto a una marquesina donde ponía en San Valentín seguimos tirando los precios y encontraron la inspiración. La musa es así, te surge al encuentro.

Más allá de lo jocoso del asunto, queda el mismo error que vimos en la última campaña electoral socialista de Almería, y terminó con los peores resultados jamás obtenidos. Eso sí, la cabeza de lista, allá por septiembre, cuando Pedro Sánchez se tambaleaba, publicó una brillante autocrítica sobre resultados electorales. De Sánchez, por supuesto.
¿Es eficaz que el segundo en tamaño ataque a quien va el tercero o, como en el caso de Almería, el cuarto? ¿Situarse por encima de Podemos es todo a lo que aspira el PSOE? La naturaleza enseña que un león no caza ratones. El esfuerzo invertido para llegar a comerse a Ratatouille sería muy superior a la energía adquirida. Traducido a la política sería: no le quitarás tantos votos como para ganar las elecciones, pero si los suficientes para que, indirectamente y gracias a la Ley D’hont, beneficies al que va primero.

 

El portavoz socialista, Hernando, afirma, como entonces, que no los respaldarán. Pero está en ese nivel de credibilidad en el que uno no le confiaría su coche y, mucho menos, el destino del país. 

 

La excepcionalidad en la que vive instalado el PSOE, sin más meta ni otro futuro que las primarias y el Congreso, le lleva a descuidar lo importante. El resto de los partidos celebraron los suyos. El PP ha debatido el tipo de pájaro de su logo – tener el poder aplaca los ánimos-. Ciudadanos sobre si eran liberales de centro o socialdemócratas de ese mismo centro y Podemos sobre el liderazgo. Al hacerlo coincidentes, las noticias de unos tapaban las de otros, la atención saltaba de este a aquel. La mejor idea: dispersar la atención. El escenario ahora queda vacío y los focos serán para el PSOE. Corre el riesgo de que, parafraseando a Lars Yyer “nuestra estupidez quede a simple vista”

En esta ceguera, o despreocupación, el PP está reedita con los presupuestos la estrategia que tan bien le salió con la investidura. El portavoz socialista, Hernando, afirma, como entonces, que no los respaldarán. Pero está en ese nivel de credibilidad en el que uno no le confiaría su coche y, mucho menos, el destino del país.
¿Qué dice el PP? No hay presupuestos -como no hubo Gobierno- por culpa del PSOE, que anda con sus líos internos, en lugar de pensar en España, como hacen ellos. Al igual que entonces insinúan que la salida puede ser otras elecciones ¿por culpa de quién? Pues del PSOE. Esperando andan, y es un ejemplo, tres millones de empleados públicos con el sueldo congelado. Son muchos votos, el PP lo sabe y les tiene de rehenes. Es que no hay presupuestos.

 

Mientras, en el “entorno”, quienes dijeron que Susana Díaz anunciaría su candidatura en enero, luego febrero, más tarde el 4 de marzo, ahora dicen que no, ese día no, poco después.

 

El final de la historia anterior, como saben, es que hubo Gobierno. Rajoy lo consiguió gratis total. En mi provincia ningún diputado votó contra él. Es algo que podrán contar a sus nietos. No nos extrañe que el PP pueda repetir el cesto, cuenta con los mismo mimbres. Mientras, en el “entorno”, quienes dijeron que Susana Díaz anunciaría su candidatura en enero, luego febrero, más tarde el 4 de marzo, ahora dicen que no, ese día no, poco después. Un tacticismo que irrita a militantes de su partido, desconcierta a los votantes, y enfada a los ciudadanos. También Susana Díaz tendrá algo divertido que contar a sus nietos sobre esta época. No os lo vaís a creer, dirá, pero tuve en vilo a todo un país. Les convertí en los esperando como en Mad Max. Lo que no está decidido aún, es que contaremos los demás a los nuestros. Tal vez, una historia que comience diciendo: existió una vez un partido y lo llamaban PSOE.

 

 

*Javier Menezo es Abogado. Letrado del SEPE (INEM). Militante de base del PSOE

@javimenezo