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Espuma de barbear

El castellano ya contiene sentencioso un aviso a valorar. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.

 

 

Nuestros vecinos portugueses al afeitado lo llaman barbear. Cuando servidor era chico ,había barberos, barberías y servicio de hacerse la barba. Uno era hombre cuando tenía barba. El barbero usaba la bacía para arreglar y hacer la barba. Y don Alonso utilizó la bacía del barbero de su pueblo para, junto con el yelmo, embarazar la adarga.

El castellano ya contiene sentencioso un aviso a valorar. Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. Italia, segundo país en deuda máxima detrás de Grecia entre los de la UE, con un gobierno no en funciones y en coalición de dos partidos políticos acaba de reventar con un torpedo en su línea de flotación lanzado por su propio vicepresidente y ministro del Interior.

El partido de éste caballero, de cuyo nombre no deseo acordarme, procede de la Liga del norte italiano con vocación de liberarse de las férulas del Estado republicano y se ha expandido sobre una manta de capas varias de derecha tradicional, de tinte populista con marketing trumpista de animar la irracionalidad política al servicio de la penosa racionalidad de tener poder como venga en gana a los encrestados en esa ola que usa migrantes,carestía de vida,servicios públicos amenazados y ocultamiento de corrupciones ancestrales denunciadas por Totó, junto con los ataques a periodistas, dirigentes sociales no comprados u organizaciónes de derechos civiles sin más.

El otro partido de la coalición procede de un movimiento antisistema y es lo contrario del que abandera el orondo viceprimer ministro. Un dolor con programa indefinido e informalmente asumido. Año y medio ha durado la coalición.

No deberíamos ocultar lo ocurrido en Italia estos últimos meses y en estos precisos días del ferragosto romano . Cuando del rey abajo todo opinador que se precie urge formar gobierno, esto es a coaligarse al PSOE y a UP con partidos independentistas de varias nacionalidades históricas y otros más, conviene mirar hacia el feliz territorio maquiaveliano que tenemos a dos pasos, mar por medio.

Es cierto que los italianos han tenido 71 gobiernos en otros tantos años de reciente historia y ahí siguen. Pero en ese caso a lo mejor no es tan errado ni horrible explorar la contingencia de un gobierno en funciones de larga data. No se resolverían viejos problemas pero se impedirían algunos nuevos de peor cariz.

El que periodistas y gentes que cobran del erario público pidan gobierno ya o elecciones ya, no quiere decir que el venerable y sufrido pueblo español quiera lo mismo. Desde donde me muevo todo eso importa una higa.