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El Estado de la Comunidad andaluza

Javier_Menezo
Javier Menezo*

Si el seguimiento en redes sociales sirve de indicativo, el debate del estado de la Comunidad ha pasado sin pena ni gloria. Sinceramente, gracias. Eso necesitamos. Un país sin sobresaltos, de políticos predecibles. Afirmaba Lampedusa que los males hacen menos daño al alma que el aburrimiento. Eso fue porque era rico y no había internet.

Lo que, en verdad, necesitamos en política necesitamos aburrimiento. Andalucía podría ser la Suiza del sur. El contraste con la hipercrispada Cataluña. Mira que fuimos criticones con Susana Díaz cuando en el congreso de su partido, ya avanzada la noche, se fue de vinos. ¿No tranquiliza más ver eso que Marta Rovira, quizás próxima presidenta de Cataluña, todo el día llorando? Me respondo yo mismo: sí. Si tu Presidenta llora y no es porque ha perdido el puesto, échate a temblar.

Menos agradable es la otra posibilidad. Que no se sigan estos debates pues no resultan sino un entretenimiento de nuestra clase política, ocupados un par de días en lanzarse replicas ingeniosas y fuera de las cuestiones que ocupan a los ciudadanos.

Da igual la causa porque al final encontré un islote de interés en el océano de previsibilidad que son estos debates. Un tuit reproduciendo una frase de la Presidenta Susana Díaz. Decía así “dos de cada tres nuevos contratos suscritos en este último año en Andalucía son estables, por encima de lo que ocurre a nivel nacional” ¿Qué querrá decir, me pregunté en voz alta? Como estaba en un bar, el señor de al lado se cambió de sitio.

 

Eché en falta un tuit que dijera: “en Andalucía, para obtener un afiliado más a la Seguridad Social se necesitan 37 contratos de trabajo. En España 30”

 

Pensé, al principio, que se refería a contratación indefinida. Probablemente no.  A ver si estable es otra cosa. En Andalucía se han celebrado 4.101.830 contratos de trabajo entre enero y octubre. Algo así como uno por cada dos andaluces de cualquier edad y condición. De ellos, el 4,10% son indefinidos. Menos de la mitad del porcentaje nacional, situado en el 9%. Bien, pensarán, se debe a que el gran motor de la recuperación del empleo es el turismo. Es verdad, pero también lo es en Baleares y en el mismo período la contratación indefinida fue del 14,30%.

Eché en falta un tuit que dijera: “en Andalucía, para obtener un afiliado más a la Seguridad Social se necesitan 37 contratos de trabajo. En España 30” La rotación y la precariedad son, por tanto, la norma. La tasa de paro está en el 25,9%, la más alta de España, y los sectores que empujan el empleo son los de menores retribuciones.

La conclusión es que, según los últimos datos del INE, un trabajador vasco gana 551€ más que un andaluz. Al mes. En esa línea imaginaria que divide el norte y el sur, al sur están no solo las tapas y la playa y lo alegres que son los naturales de esta tierra. Se encuentran, también, las mayores tasas de paro – Córdoba cuadriplica la tasa de Guipúzcoa- y los sueldos más bajos.

El debate social va por otro lado. En Andalucía la amenaza del paro estructural es real y sitúa el suelo del desempleo, aquel que costará hacer descender, en una tasa del 20%. Y eso porque soy de natural optimista. El empleo que se crea es frágil, y en el mercado laboral se nota cierta saturación. No es que el paro no vaya a seguir bajando, es que la velocidad del descenso se frena.

 

Seis Comunidades Autónomas se acercan a los niveles de empleo de antes de la crisis y aquí falta aún la mitad, 286.000 puestos de trabajo, para regresar a ese nivel.

 

De eso podrían haber hablado. De la decepcionante tasa de paro del último trimestre, el verano, el mejor. De que en los últimos doce meses en el País Vasco se creó un 20% más de empresas que el año anterior y en Andalucía se redujeron en un 3,65%. O de que seis Comunidades Autónomas se acercan a los niveles de empleo de antes de la crisis y aquí falta aún la mitad, 286.000 puestos de trabajo, para regresar a ese nivel.

Todo ello cuando, además, hay que afrontar la digitalización. ¿En qué encontrarán empleo los andaluces? Mientras aquí el debate de la Comunidad sigue el trillado camino de siempre, en Alemania, que no tienen tanto sol, gira sobre cómo evitar la desaparición de ciertas profesiones. La digitalización, afirma el Budesbank, afecta al mundo laboral como la automatización afectó a la manufactura. La diferencia es que ahora la humanidad tiene una generación para adaptarse.

Bueno, pues ¿Cómo va a adaptar Andalucía a la nueva generación, para por una vez, llegar a tiempo? No he leído ningún tuit sobre ello. Solo el enigmático ese que parecía anunciar el paraíso laboral.

 

*Javier Menezo es Abogado y Funcionario.

@javimenezo