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El final de las primarias

Javier_Menezo
Javier Menezo*

Cae el telón, en forma de votos, en las primarias socialistas. Para Díaz fueron sus primeras primarias. ¿Las quería? No, ¡donde esté la aclamación! Para Pedro Sánchez serán también, en cierto modo, sus primeras primarias. En las otras viajó a lomos o, mejor dicho, al lado de pesos pesados como Susana Díaz. E, incluso, por un momento Zapatero le amó. Tampoco es que pierda nada porque Zapatero ya no le quiera. Déjate. Con sus últimas ocurrencias ha conseguido espantar hasta a los camareros de donde daba discursos. No me extrañaría que se haya tenido que poner los cafés él solo. Por último, está Patxi. Sobre él mi duda es que secretaría de la Comisión Ejecutiva aceptará en nombre de la Unidad con U, del Partido

El camino ha sido largo. Una de las primeras colaboraciones que amablemente me publicó Confidencial Andaluz se tituló la tarea del héroe. Recordaba que con los famosos tres noes que le habían impuesto, Sánchez solo podría ser el héroe moderno, que se libera de esas ataduras; el héroe trágico, que sigue su destino hasta el final. Pero final, final. En plan sangriento. O lo que luego sería Antonio Hernando y cambiar de opinión. Eligió el héroe trágico y aunque le creimos Cesar, puede ser el Ave Fénix.

Mientras fue Cesar ¡Qué lirismo alcanzó su apuñalamiento en las escalinatas de Ferraz! ¡Qué épica la frase de le quiero muerto hoy! Y luego ya, para bajar tanta glucosa, la Máxima Autoridad, que le ha cogido el gusto y trasmutado en fábrica de frases delirantes a tiempo completo.

No lo sabíamos, aunque podía intuirse, pues Rubalcaba declamó “ Quién mata a Cesar no puede sustituir a Cesar”. Después se ajustó la toga y reapareció en IFEMA con Susana. Pero ya, su frase, insinuaba que el papel de Marco Antonio lo asumiría Patxi. El sí pudo decir “a llorar a Cesar no he venido, sino a enterrarlo” y se presentó el primero a las primarias. ¿Quién da primero da dos veces? No siempre.

 

Y para el final, el Programa  ¿El autor fue el gafe habitual? No lo sabemos, porque no hay transparencia. Por momentos pareció el trypadvisor: las playas asiáticas excelentes. Seguí leyendo por si alertaba de tiburones, pero lo dejó ahí.

 

Para cerrar la parte gloria romana. Una reflexión a Susana Díaz y el resto de los barones: en el foro romano, se siguen depositando flores donde murió Cesar.

En esto llega la campaña. La de Susana Diaz parecía, ya comentamos, diseñada por el gafé oficial de la candidatura. El primer acto coincidió con cenas de Navidad, en un hotel de Jaén, con un frío de mucho cuidado. Al frío lo sucedieron huracanes. Era ir a un sitio y desatarse una ventisca. El momento estelar de la presentación, IFEMA, se lo arruinó la chica de la titulación imaginada que reivindicó el sufrimiento de los titulados reales. Al final, los asistentes cabían en una canoa. Un síntoma de que estaba mal visto ir a sus actos si no se era cargo o aspirante.

Después, los avales. No hace falta insistir. Lo enfocaron como el momento de avasallar a Sánchez de tal forma que se retiraría lloroso -otra vez- al ver la diferencia de no menos de 20.000. No ocurrió.

No se si lloraría alguien, pero en el campo de Susana empezó un temor. ¿Y sí ganaba Sánchez? Le habían infravalorado ¿Qué iba a hacer un tío sin aparato? -la frase es dudosa, lo sé- Pero, de repente aparecía con un relato y un programa. (Las consecuencias de que tuviera programa llevaría después al desaguisado de Díaz. De esos polvos estos lodos. Pero no nos adelantemos).

Cuando se dieron cuenta, Sánchez se había construido un relato. Como Lakhov, se creó un marco y si decías militante se identificaba con Pedro, y si decías elites, cargos, cuadros, con Susana. Las palabras se cargaron de significación positiva o negativa. No digo que tuviera que ser así. Digo que fue así. El error de Susana Díaz estuvo en salir al contraataque con tal demostración de efusividad que acabó en parodia.

Un pasito más y llegó el debate. Contención, contención, le dijeron. Ella adoptó entonces un tono maternal, “estás mintiendo, cariño” “eres tú, Pedro”. Parecía que de un momento a otro la cuidadora solucionaría el problema de modo que todos estuvieran contentos y después les daría un abrazo. No hubo abrazo.

Y para el final, el Programa  ¿El autor fue el gafe habitual? No lo sabemos, porque no hay transparencia. Por momentos pareció el trypadvisor: las playas asiáticas excelentes. Seguí leyendo por si alertaba de tiburones, pero lo dejó ahí. El concepto desarrollo sublime: tener una oferta cultural que entretenga a los turistas cuando vengan.

Todo es ya, no obstante, historia. El domingo la gente estará votando. Un modelo de partido se resiste a evolucionar. El de las élites que deciden y observan indiferentes la fuga de militantes. Un 30% del voto joven se ha ido a Podemos desde 2008 a 2016, un 25% de votantes con estudios superiores han abandonado al PSOE en ese espacio de tiempo. Frente a la nostalgia, un modelo participativo -sin caer en la anarquía y el caos que predice Zapatero- Uno que permita a los afiliados opinar sobres sus candidatos electorales, exigir respuestas, participar en política. Uno que extraiga sus políticas de sus valores. Sin miedo ante la incertidumbre de una realidad cambiante. Estarse quieto es darle ventaja al diablo, dice el refrán inglés. Me voy, amigos, de interventor sanchista. Tan feliz. Ya les contaré la experiencia.

 

*Javier Menezo es Abogado. Letrado del SEPE (INEM). Militante de base del PSOE

@javimenezo