Goodbye Susana

Los estómagos agradecidos tiemblan con un miedo atroz. Como soldados en la trinchera petrificados ante el rumor de los bombarderos, todos los fichajes de toda la administración paralela que el PSOE ha creado a lo largo de estos treinta y siete años de gobierno ininterrumpido encomiendan su alma a dios, con la esperanza de que les acerque una rama de olivo para salvar sus traseros. Saben que son lo que son tan sólo porque supieron arrimarse al ‘poder’ de turno a tiempo. Lo han hecho con el PSOE y seguramente lo vuelvan a hacer con el PP, CIUDADANOS, VOX o el que sea que gobierne en el futuro. Es pura ley de vida. Si los partidos políticos tuvieran que sostenerse tan sólo a base de los fieles creyentes que se entregan inflexiblemente a un ideal, los partidos políticos desaparecerían de la faz de la tierra.

Lo que ocurre es que no son capaces de aceptar que se les acaba el chollo y no tienen ni de de a dónde van a ir a parar a ahora.

En consecuencia, son muchos en esta legión de amamantados por el régimen andaluz los que con más hostilidad reaccionan ante al cambio de gobierno. En consonancia con las directrices impartidas desde el califato socialista. Lo de VOX es una excusa. Lo que ocurre es que no son capaces de aceptar que se les acaba el chollo y no tienen ni de de a dónde van a ir a parar a ahora. La primera de todas, Susana Díaz. Un animal político de raza, no hay duda, pero con ninguna actividad conocida fuera de la política y nulo mérito en un mercado laboral que no esté marcado por las redes clientelares del PSOE. Esto es lo que hay. Este es el miedo de quienes hicieron una campaña caracterizada por la desidia, la vagancia más abyecta y la autocomplacencia de unos líderes que se planteaban renovar el sillón como Putin revalida su presidencia en Rusia. Las emperatrices no se someten al mandato popular. Salvo que no tengan más remedio y en contra de su voluntad. Esta es la razón por la que han utilizado todo su capital político para movilizar a los lobbies a los que llevan años financiando con dinero público, como el feminismo radical, los sindicatos, los inmigrantes ilegales, el nacionalismo andaluz y todas las asociaciones culturales diseminadas por doquier para deslegitimar en todo lo que les sea posible una transferencia de poder que en cualquier estado democrático que se precie debería ser una normalidad.

El miedo aumenta cuando comprueban que muchos de los que durante estos años han sostenido el cortijo del PSOE mientras miraban para otro lado cuando este se dedicaba a robar a mansalva, a sobornar a los díscolos y a chantajear a los jueces han muerto, se están muriendo o malviven en algún asilo. Se les viene encima una nueva generación muy formada e informada, que está hasta las narices de dejarse la piel estudiando años y años para acabar de dependientes en un McDonald´s o tener que aguantar que en las administraciones susanistas los traten como si fuesen una autentica basura o tener que comprobar que eso de que la sanidad andaluza es la panacea no es más que un burdo y cruel engaño. Y que, en consecuencia, se niegan a considerarse mercancía electoral mientras les engañan una y otra vez y se ven obligados a irse fuera de su país porque aquí su talento no vale un duro a menos que chupes de la teta del Poder.

No se nos olvide que va a acceder a la presidencia un partido -el PP- que ha tenido que dejar el Gobierno de la Nación por la corrupción de la Gürtel después de que fuese condenado como partícipe a título lucrativo.

Si fueran demócratas, harían autocrítica y abrirían unas primarias cuanto antes para jubilar a una generación de líderes que están manchados. Pero como no lo son, lo que hacen es negarse a aceptar que han perdido y meter presión para sabotear la alternancia parlamentaria, con sus amigos comunistas -esa ideología genocida- independentistas y compadres de ETA. A pesar de que militantes socialistas hayan sido canallescamente asesinados por la banda terrorista. Conste que quien escribe no cree que con los que vienen ahora la cosa vaya a ir mejor. No se nos olvide que va a acceder a la presidencia un partido -el PP- que ha tenido que dejar el Gobierno de la Nación por la corrupción de la Gürtel después de que fuese condenado como partícipe a título lucrativo. Y que va a ser apoyado por un partido -CIUDADANOS- que ha apoyado al PSOE durante la última legislatura y no le ha retirado el apoyo hasta el final viendo la que les venía encima, absolutamente ajenos al coste que ello pudiera tener para Andalucía; y por otro -VOX- con un espíritu y una ideología del todo alejadas de los vientos de cambio que deben impulsar el avance hacia más cotas de libertades individuales y derechos sociales.

Pero lo que sí es cierto es que, con el apoyo cómplice de Izquierda Unida en su momento, ahora integrada en Unidos Podemos, quienes han robado todo lo que han podido y más, quienes han orquestado la corrupción de los ERE y el fraude de los Cursos de Formación, quienes se han cepillado el dinero público de todos los andaluces en prostitutas, quienes convirtieron las Cajas de Ahorro andaluzas en meros satélites políticos que luego hubo que bancarizar con el consiguiente despido de cientos de trabajadores, quienes se han quitado de en medio a la juez Mercedes Alaya para que no siguiera imputando a altos cargos, quienes han intentado privatizar la Sanidad por la puerta de atrás, quienes han convertido la Educación en un vertedero de adoctrinamiento ideológico y de fracaso escolar, quienes han infiltrado la Universidad y las Administraciones Públicas para ponerlas a su servicio, quienes han manipulado las licitaciones y los contratos públicos para meter a los suyos, quienes han lazado una caza de brujas contra el discrepante ideológico o personal en los organismos públicos y les han vedado toda posibilidad de ascenso y de promoción, quienes han creado una administración paralela e inoperante que se ha dedicado a restringir los derechos de los andaluces en vez de a trabajar por ellos, quienes han manipulado los lobbies para meter a miles de enchufados y desviar ingentes cantidades de dinero público hacia ideas que sólo han buscado la aprobación de leyes discriminatorias, quienes se han identificado con Andalucía hasta hacerla patrimonio exclusivo a la vez que avergonzaban miserablemente a quienes no estaban dispuestos a pasar por el aro y quienes, en definitiva, han convertido a Andalucía en un pozo de fracaso y en la Comunidad Autónoma más corrupta de España, son los del Partido Socialista Obrero Español. No lo olvidemos jamás.

Por estas y muchas otras cosas, . No creo que tenga una altura ética semejante. Pero los andaluces han hablado en las urnas y su dictamen es claro: goodbye Susana y goodbye PSOE. Esperemos, que por mucho tiempo.