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Hala, desde Almería, en Campaña

Dice el CIS que seremos la primera provincia en la que Vox obtiene un cargo electo.

 

¡Hala, que estamos en campaña!, rima y todo, como si fuera una invitación institucional al voto o algo así. Aquí, en la esquina -Almería- ya hemos visto algún tríptico político por el suelo. Los trípticos están muy bien, porque con una foto un poco grande y dos frases -sin programa, que como democracia avanzada que somos son superfluos- te das a conocer. Y si te lo tiran por el suelo, mejor que mejor; los paseantes lo ven. Llegas a más gente.

El caso es que, aquí, en la esquina, y por un momento hemos sido trending topic. Dice el CIS que seremos la primera provincia en la que Vox obtiene un cargo electo. Si tal cosa aconteciera regresaríamos a ser noticia, por encima de los resultados en general.  Habrá que echar un vistazo al tema, no queda otra. Su lista electoral la encabeza una mujer, que supongo que la mayoría de los electores no conocemos de nada. No es obstáculo. En las elecciones generales de diciembre de 2015 elegimos un diputado por Podemos que, yo creo, nos visitó en dos ocasiones. En las siguientes ya no. Vino el general y, bueno, ya no. El PP también tiene como diputado por Almería a Rafael Hernando. Ahora ya si es almeriense, pero en su momento inicial fue cunero ¿se dice así? En el PSOE estuvo Cristina Narbona.

¿Por qué digo esto? Porque hay una larga tradición, no vaya a ser que con lo de Vox digan por ahí que somos un poco como xenófobos y que es por la inmigración -yo tampoco soy de aquí, por cierto-

 

Dice el CIS que seremos la primera provincia en la que Vox obtiene un cargo electo. Si tal cosa aconteciera regresaríamos a ser noticia, por encima de los resultados en general. 

 

Un dato peculiar, al tiempo, es que únicamente las candidaturas de izquierda -PSOE y Adelante Andalucía- la encabezan hombres. Que no quiere decir nada, más allá de la anécdota, pero así es.

No penséis, amigos del resto de Andalucía, que lo que ocurra aquí en la esquina, es algo curioso, pero intrascendente. Una vez, el PP, pensó que la conquista de Andalucía podrían iniciarla justo desde donde escribo. En plan, vamos bajando desde Valencia, por Murcia, entramos por ahí y en un pis pas ponemos a Javier Arenas en Sevilla -concretamente en el despacho que ahora ocupa Susana Díaz- De hecho Javier Arenas fue candidato por Almería en 2012. Ya les digo que de xenófobos nada, cualquier candidato es bienvenido. Ganó las elecciones y perdió la Junta, pero ya lo habrá superao. Hizo una campaña anodina por no espantar y que se movilizaran sus contrarios y consiguió adormecer a propios y despertar a extraños. Una lección que, a buen seguro, no olvida Susana Díaz en su difícil papel de que se vea serenidad, nada de aristas, crispación o sobresaltos pero, oye, que vayan a votarla, no se me queden en casa.

Total, que Almería, ahí donde lo ven, es como un indicador adelantado de Andalucía. No olvidemos que fue la única provincia en la que, en dos elecciones anteriores ganó el PP. Desde 1982, los dos principales partidos andaluces: PSOE y PP han seguido aquí un camino inverso. El mismo que Andalucía, pero más marcado. Sus caminos se cruzaron en 2008. EL PP obtuvo cerca de la mitad de los votos de los almerienses, y el PSOE el 39%. En 2012 el PP iba ya por el 51%. Esa fue su mejor marca. Los árboles no llegan hasta el cielo. La aparición de Ciudadanos dividió el voto de centro derecha, y así, el PSOE que obtuvo sus peores resultados registrados hasta la fecha -32% del voto- pudo presumir de que el PP sólo le sacaba 4 puntos, frente a los 16 de 2012. Ven, siéntate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo, me dijo una vez alguien.

 

De hecho Javier Arenas fue candidato por Almería en 2012. Ya les digo que de xenófobos nada, cualquier candidato es bienvenido.

 

Y esta vez, el PSOE va a ver pasar ese cadáver. Volverá a ser, de nuevo, el partido más votado en Almería y quizás con los peores resultados hasta la fecha. Pero da igual porque lo importante es que el mapa se vea todo en rojo, sin desentonar, que no tuerza el gesto contrariado nuestra Presidenta.

Si las encuestas se confirman, el PP empieza en Almería -y con un escalofrío pueden pensar que ese es su futuro en Andalucía- el tiempo de los adioses. De dominantes a necesitar a otros ¿también, después, en municipios y Diputación? El voto de centro y derecha, se divide, aumenta Ciudadanos que, en fin, sus candidatos por Almería tienen el carisma de una lechuga sin aliñar (imaginad si encima fueran conocidos). El PP ya contaba con ello, pero tan enfrascado estaba en su competidor Ciudadanos y ahora, para espanto suyo, por el franco derecho (no tomen lo de franco por Franco, por favor) se le van también los votos.

El laboratorio almeriense, por tanto, puede vaticinar el futuro para el PP, al que se le podrá decir: no lamentes perder lo que no supiste defender, pues, seamos serios, poco sabemos sobre que han defendido para la provincia. Cierto que no gobiernan Andalucía -y al paso que van no lo harán- pero un día no muy lejano gobernaron en España y mira, tampoco, en la esquina notamos el beneficio de que aquí fuesen los más votados.