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Independencia de la Seguridad Social

Javier_Menezo
Javier Menezo*

Hay una señora, nacida y residente en Madrid, con orígenes en varias naciones peninsulares. Una cosmopolita ibérica, podría decirse. Por un verdadero caso de mala suerte, solo imputable a la desidia de sus antepasados, no tiene sangre catalana. Una lástima, porque la buena señora es independentista catalana. El motivo, según declaró ella misma, es que de adolescente escuchó a Serrat.

 

Esto exige una aclaración. No es que escuchara a Serrat, y lo aborreciera hasta tal extremo que desea la independencia de Cataluña. Al contrario, le gustó tanto que se ha hecho representante de ANC en Madrid y convoca actos por el derecho a decidir, que para ella, básicamente, equivale a independencia. Imaginen si en lugar de Serrat hubiera escuchado a  Georgie Dann – no la del negro, no sean así. La de la barbacoa-. Ahora sus arterias serían autopistas de colesterol.

 

Es, tan solo, un  ejemplo de la  ligereza con que se aborda el tema. Aunque lo grave no procede de ciudadanos corrientes que escuchan a Serrat, sino de aquellos a los que un día votamos con la esperanza de que gestionaran los asuntos públicos mientras nos dedicábamos a lo nuestro, y no nos dejan parar.

 

Como la ley de transitoriedad catalana, paradojas de la vida, copia la Constitución española, a ambos lados del Ebro habría eso que se llama Estado social. Apenas dedica unas frases al asunto, pero el centro de ese Estado moderno son las prestaciones de la Seguridad Social: pensiones, protección a desempleados o políticas activas de empleo.

 

De esto último no se dice nada, se ve que en el nuevo mundo creado a la medida de los sueños, todos tendrán los conocimientos que las profesiones del futuro requieran, y la protección por desempleo no hará falta porque no habrá paro. Ahora su tasa es del 13% y va camino de reducirla al 10%. La mitad que en las Comunidades del Sur. Los motivos incluyen el turismo, el sector industrial, el atractivo tecnológico de Barcelona, y el factor demográfico. Se jubila más gente de la que comienza a trabajar. De esta forma se podrá eludir el debate sobre la protección a los parados, pero no el de las pensiones.

 

Pocos dudas de que la Cataluña independiente abandonaría la Unión Europea, pero a las empresas las discusiones sobre si es verdad o no, les importan menos que ubicarse en un lugar donde no quepa duda de que siguen formando parte del mercado único.

 

Con lo del paro, no obstante, siempre es bueno plantearse escenarios alternativos, máxime cuando estás creando un país. El turismo es inestable. Depende más de factores exteriores que de lo barato que pongas los pisos turísticos. Si algo asusta a un turista, por encima incluso de que amanezca nublado, es la inestabilidad.   Pero, además, Cataluña exporta bienes y lo hace a su hipotética futura vecina España y a la Unión Europea. En 2016 en el comercio de bienes, el superávit de Cataluña respecto al resto del Estado fue de 17.600 millones. El profesor Gonzalo Bernardos calcula que al menos la mitad de ese intercambio cesaría y eso, es deficit y paro.

 

Pocos dudas de que la Cataluña independiente abandonaría la Unión Europea, pero a las empresas las discusiones sobre si es verdad o no, les importan menos que ubicarse en un lugar donde no quepa duda de que siguen formando parte del mercado único. Para volver a la sede inicial siempre hay tiempo. La consecuencia es, pues, más paro.

 

Total que el desempleo subiría, con su secuela de menores ingresos y mayores gastos. ¿Cómo sería la ley de Seguridad Social que regule la protección? ¿Quién pagaría la factura? La idea va por el mismo camino de las pensiones y trae ecos de la la más celebrada frase de Trump. Vamos a hacer una independencia y la factura de la Seguridad Social la va a pagar España.

 

Entramos, así,  en el tema de las pensiones. Cualquier político sabe que los pensionistas son un colectivo al que no hay que enfadar. Votan. Teóricamente todo el mundo vota, pero los jóvenes son más olvidadizos para estas cosas y los jubilados van a la urna o ya se la acerca alguna monja.

 

Pero ¿y la nómina de los pensionistas actuales? Eso lo va a pagar España y ya se verá en un futuro. Lo debe pagar España porque han cotizado allí, ósea aquí. Ósea en Cataluña pero cuando era España.

 

La cuestión se solventa con un breve informe de la Generalitat cuyo resumen sería que todo irá mejor. Como el cuento de la lechera el pleno empleo llevará a tener más cotizantes – luego en España motejamos a la ministra de ignorante por decir lo mismo. La República catalana se hará cargo de las pensiones que se generen con las cotizaciones a partir del día después de ser libres.  No se que edad ni que período cotizado exigirán, pero como sea treinta años, las primeras pensiones pagadas por Cataluña tardarían lo suyo en llegar.

 

Pero ¿y la nómina de los pensionistas actuales? Eso lo va a pagar España y ya se verá en un futuro. Lo debe pagar España porque han cotizado allí, ósea aquí. Ósea en Cataluña pero cuando era España. Partamos de que nadie trabaja jamás fuera de sus fronteras, así no hay que calcular pensiones en un sitio y otro.  Parece además que se confunde el sistema público con un fondo de pensiones que vas alimentando y cobras al llegarte la edad. El sistema público de pensiones, no obstante, se basa en la solidaridad de unas generaciones con las anteriores. Trabajaron, pagaron impuestos, y mantuvieron a sus mayores. Al llegar a la jubilación la siguiente generación hace lo mismo. Y aquí llegaría lo bueno. Las actuales generaciones españolas mantendrían con sus cotizaciones a los pensionistas de la república catalana. Y además, solo con sus cotizaciones, porque lo que coticen los trabajadores catalanes irá para otra cosa, lo que sea, que no lo dicen, pero no para pagar las pensiones.

 

No parece muy realista que eso vaya a ocurrir.  De lo contrario imagino ya las manifestaciones de jubilados españoles gritando que Cataluña les roba y exigiendo la independencia de la Seguridad Social. Pero, que más da. Para que hablar de lo práctico si es tan hermoso el flamear de banderas al viento.

 

*Javier Menezo es Abogado. Letrado del SEPE (INEM). Militante de base del PSOE

@javimenezo