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Inma Zanoguera defendió al Sahara en la ONU

"QUIERO CONECTAR A EE UU CON EL SUFRIMIENTO SAHARAUI"

«España no es como el resto de Europa, es como un puente… Andalucía es el sitio de Europa que tiene más conexión con la Historia musulmana»  

 

El 11 de octubre pasado, Inmaculada, ‘Inma’ Zanoguera Garcías, campeona de Europa SUB-20 de baloncesto con España (2013, Turquía) defendió personalmente la posición para la autodeterminación de la República Saharaui Democrática (RASD) y del Frente Polisario.
Fue en lo que se llama un ‘hearing‘ o audiencia de varias partes (‘petitioners‘) del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (ONU). En ese ‘hearing‘ en la ONU, Zanoguera defendió las razones del pueblo saharaui (…»los saharauis tienen su propia voz, y es alta y clara. Ahora se trata de que todos nosotros les demos el regalo de ser escuchados») junto a varios representantes de SAUSA (la Asociación del Sahara en EE UU), como el profesor Mouley Smara.

 

«En el Comité de Descolonización de la ONU, la mía fue una intervención de protocolo, pero el sufrimiento y opresión son todos de la misma naturaleza en todas partes, así que hay un lenguaje universal en la Historia que el sufrimiento del pueblo saharaui transmite; el pueblo saharaui tiene su propia voz, alta y clara. Ahora se trata de que todos nosotros les demos el regalo de ser escuchados», dice Inmaculada Zanoguera en declaraciones exclusivas a Confidencial Andaluz, via Skype, desde Toledo, Ohio.
Tras cuatro años en las filas de las ‘Rockets’ de la Universidad de Toledo, en Ohio (2011-15), Zanoguera –de casi 1,80 de altura y que sufría una hernia de disco– abandonó en 2016 la práctica activa del baloncesto, tras competir 2015-16 en el Battipaglia, de la Liga italiana. En 2016, Inma viajó a Tinduf en busca de las raíces de su familia materna. «Mi madre se llamaba Naima, había nacido en Laayoune y murió de cáncer, creo; de mi padre nunca he tenido información», señala Zanoguera, quien decidió su viaje ‘iniciático’ cuando conoció, a través de su hermana Aisa, el documento con las evidencias de cómo había sido adoptada por su familia española, en Mallorca (Llucmajor).

 

«El colonialismo ya ha traído bastante crueldad al mundo. El Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Africana están llamados a asegurar que los saharauis sean escuchados en forma de un referéndum justo” 

 

Sus padres biológicos eran saharauis que habían podido exiliarse casi milagrosamente en 1975, tras la ‘Marcha Verde’ y los Acuerdos de Madrid: ‘traición’, según la inmensa mayoría del pueblo saharaui. Nacida en 1993, Inma, junto con sus dos hermanos, Adriá y Aisa, fueron dados en adopción por los Servicios Sociales baleares  a la familia que les acogió en Mallorca. Todo, en circunstancias hasta ahora no aclaradas. La vida podía ser muy dura en Mallorca para una familia saharaui exiliada… con tres hijos para mantener y que salió del Sahara sin nada. «Nunca había sabido aquella información que me dio mi hermana», cuenta Inma Zanoguera.
Hasta 173.000 saharauis – y esta es cifra oficial– se apilan en los campamentos de refugiados que Argelia alberga en zonas desérticas, en una estrecha franja entre Tinduf, Smara y Tifariti. Ante la zona del Sahara Occidental controlada por Marruecos, el Gobierno marroquí ha alzado un muro de 2.700 kilómetros (‘El Muro de la Vergüenza’) en pleno ‘erg‘ o desierto argelino. Este es un muro erizado y defendido con decenas de soldados marroquíes, búnkers y campos de minas, de las que efectivos del Polisario ya han retirado como 2.500 unidades. Su mantenimiento se estima en tres millones de dólares al día.
«En Tinduf, y por nuestra propia capacidad de adaptación, nuestra gente ha creado un país propio en condiciones injustificables… aunque la gente saharaui ha creado de la nada un sitio donde se puede vivir. Los saharauis que van allí y después van a América o España hablan de Tinduf como la casa aquella a la que quieren regresar. Pero el hecho de que puedan sacar algo de la nada… nada justifica. No es algo que se pueda permitir, no es ‘permisible’. El colonialismo ya ha traído bastante crueldad al mundo. El Consejo de Seguridad de la ONU y la Unión Africana están llamados a asegurar que los saharauis sean escuchados en forma de un referéndum justo», reflexiona Zanoguera, que usa a medias el español y el inglés y en su cuenta de Instagram se presenta como ‘hija de la diáspora’. Inma también podría expresarse en el catalán (balear) de sus padres adoptivos de Llucmajor.

 

Ya en 2018, Inma Zanoguera invitó a los campos de Tinduf y Smara a la cineasta canadiense –de Toronto– Michelle-Andrea Girouard, a quien la atleta saharaui había planteado un documental o película sobre la causa de su pueblo y su experiencia en Tinduf. Girouard aceptó (más adelante, este mismo octubre, y tras viajar con Inma a Mallorca, Michelle pasó a ser otra ‘petitioner’ saharaui en la ONU). La película se titulará ‘Running Home’, ‘Corriendo a Casa’. Aunque su estreno estaba previsto para este próximo febrero de 2019, puede sufrir alguna demora.

 

 

«La película se la ofrecí yo a Girouard», revela Zanoguera, que continúa: «A Michelle la conocí en esa época, cuando dejé el baloncesto. Teníamos muchos intereses en común, pero luego también vimos ‘Running Home’ como un modo de sacar un poco de dinero, de sacar algo de más jugo, aparte de mi historia personal. Quiero que sirva no sólo para mí, sino para comprometer al público en la causa saharaui. Debe de ser como un canal de conducción que lleve al público anglófono norteamericano a crear una conexión con el sufrimiento de la gente saharaui; estamos en proceso de producción y esperamos que pueda estar todo listo para estrenarse este próximo verano», anticipa Zanoguera. El proyecto ‘Running Home’ de  Girouard y Zanoguera – quien posee los derechos intelectuales–  ya lleva recaudados 6.3015 $ estadounidenses, el equivalente a  5.545 €.

 

 

En marzo de 2018, Inmaculada Zanoguera se impuso en la ‘Sahara Marathon’, organizada por el Frente Polisario a través de las arenas del desierto argelino, que amortiguaban los problemas ocasionados por su lesión vertebral, la hernia. «Con todos mis problemas físicos, la Sahara Marathon fue durísima, por la combinación de calor, viento, terreno duro y dunas. A nivel emocional… era diferente. La motivación no es sólo deportiva. Es más cosa del alma. Cuando las piernas no me daban ya y creía que me moría del dolor de espalda que sufro por una hernia, el recuerdo de una madre que no conocí me empujó hasta la victoria», dijo Inma Zanoguera tras rematar la carrera por las arenas del ‘erg’ argelino en 3h48:11, líder en mujeres por delante de la italiana Marina Graziani.

 

 

«Este estancamiento tiene una solución, y es que el Gobierno de Francia se ponga del lado de los valores humanitarios y de los valores de justicia». 

 

 

Inma Zanoguera nos resume así su punto de vista sobre el conflicto que azota a su pueblo desde los años centrales del Siglo XX: «No me veo cualificada para comentar: más allá de una opinión personal y subjetiva, claro. Hay muchísima gente mucho más al tanto de la situación en lo político y diplomático. La mía es una opinión humilde. Este estancamiento tiene una solución, y es que el Gobierno de Francia se ponga del lado de los valores humanitarios y de los valores de justicia. Francia es tan importante aquí porque tiene la hegemonía, el dominio ideológico y politico del Gobierno marroquí, así que es un responsable del maltrato del pueblo saharaui. No le veo excusas a Francia. Ni a Marruecos, claro. Pero si se tuviera una situación política fácil, igual no estaríamos donde estamos».
«¿España? Aquí, España tiene un asterisco. España siempre ha tenido una conciencia egoísta, ha actuado en propio interés. Cuando yo leo la historia del pacto secreto de Madrid en 1975, de la traición, el Rey Juan Carlos es un rey que nunca ha actuado según lo que él cree que es verdad, siempre se ha dejado llevar por las presiones de una parte –relaciones diplomáticas de interés con Marruecos– y por otra parte, por el deseo de seguir las tendencias modernistas de Europa. Pero nunca se paran a pensar qué papel tenemos en la Historia. España es como un puente entre Africa y el Norte de Europa, no es exactamente como el resto de Europa. Eso no se ha tomado en consideración. Y Andalucía es el sitio de Europa que tiene más conexión con la Historia musulmana. No se ha hecho un acto de reflexión de quiénes somos como españoles…»

 

«Cuanto más se puedan elevar las voces que son conscientes y que tienen una visión muy sólida, mientras más se puedan amplificar esas voces, habrá más esperanza.» 

«Nada de esto digo que sea fácil» continúa Inma Zanoguera –vía Skype– desde Toledo, Ohio, donde vive en un apartamento que cambia semestralmente. Bajo cero en el durísimo invierno de Ohio, tan lejos de los mil soles y el firmamento celeste de Tinduf o Mallorca, Inma Zanoguera cursa ahora un ‘Master’ en Literatura Internacional: becada por su Universidad. El curso próximo, Zanoguera, que fue una buenísima jugadora y tiradora (‘Ah, ah…’) en las ‘Rockets’ de Toledo ya manejará otra beca universitaria para ejercer como profesora en Ohio. «Pero antes, en el verano, ‘Allah lo quiera, ‘Insha’Allah’, quiero estrenar la película y regresar a Tinduf. No digo que nada de esto sea fácil. Cualquier español del Gobierno ve cuál es la acción justa y sabe la misma respuesta: hay una falta de intención en la posición española. La posición de España no tiene identidad propia, empezando por la traición que el Rey Juan Carlos hizo en 1975.  Ahora ya no hay excusas, no se puede justificar lo injustificable».
Para Inma Zanoguera, «es cierto que los saharauis también tenemos que empujar más. ‘Push up’. Los saharauis que han salido de Tinduf, pero que lo han visto todo allí, tienen conciencia, inteligencia y elocuencia. Cuanto más se puedan elevar las voces que son conscientes y que tienen una visión muy sólida, mientras más se puedan amplificar esas voces, habrá más esperanza. Cuanta más voz se dé a esta nueva generación de gente que sale de que esta situación no es permisible, de ahí saldrá la solución».
«Yo soy consciente. O me creo consciente, ‘aware’, tengo esa conciencia. Seguiré trabajando con la Associació d’Amics del Poble Saharaui  y, en EE UU, con SAUSA –donde somos como 20 o 30–, con Muley Smara, con varios profesores que trabajan por la causa, incluso en Michigan, también con Vivian Solan». Le enseñas la bandera cuatricolor de ‘su’ ‘Sahara Libre’ que fue regalo del héroe polisario Mohamed Ahamed Malainin… y Zanoguera sonríe ante la vision en la pantalla del programa de Skype: «Ojalá tuviera yo la bandera de mi pueblo; no la tengo, así que tendré que ir a más manifestaciones». Esté en Toledo, Ohio, en Mallorca, Canadá, Londres o recorriendo arenales en el desierto argelino, cerca de Tinduf, a Inma Zanoguera siempre la mueve el mismo objetivo: ‘Running Home’, correr a casa. Y su casa está donde están sus raíces, en la República del Sahara Occidental: junto a su pueblo.

 

 

LA COLONIA SAHARAUI DE ATLETAS EN TALAVERA

 

El deportista saharaui Lehsen Sidahmed junto a dos compañeros posan con Alejandro Delmás, autor de de la entrevista.

 

Nacido en el campamento de Tinduf, el saharaui Lehsen Sidahmed, que llegó en 2001 a Velada (Toledo) través del programa ‘Vacaciones en Paz’, fue el campeón masculino de la ‘Sahara Marathon 2018’ que Inmaculada Zanoguera dominó en categoría femenina. Adelantando al vasco Jon Salvador, Sidahmed bajó de las tres horas (2h59:47) en el duro y desértico trayecto -obviamente, no hay pistas de ‘running‘ en mitad del del desierto de Argelia- entre El Aaiún, Auserd y Smara. En la ‘Sahara Marathon’ han participado campeones como Abel Antón, Martín Fiz o el italiano Calcaterra.
Tras vencer en Tinduf -adonde planea regresar para la Sahara Marathon de marzo de 2019-, Sidhamed ha pasado a residir y entrenarse en Talavera de la Reina junto a una importante colonia de fondistas saharauis como Bujari Sidi. La intención de la colonia atlética saharaui en Talavera pasa por formar un buen club de fondistas en torno a Sidhamed, cuyo potencial puede estar listo para rebajar las 2h10 en una maratón en condiciones ‘normales’, siempre y cuando pueda mantener las condiciones adecuadas de organización y entrenamientos. «Pero Lehsen también podría hacer un gran ‘diezmil’; impresiona su capacidad de adaptaciónal entrenamiento y a cualquier circunstancia adversa’, señalan técnicos que han visto competir a Sidhamed.

 

 

Y Madrid cantó ¡Sahara libre!

 

Frente Polisario: ‘El Rey Juan Carlos fue quien nos dejó en manos de Marruecos’