Entrevista a la exconcejal de Urbanismo de Granada
«El misterio de la
‘operación nazarí’ es la intencionalidad que hubo desde el
principio»
Isabel Nieto, ex concejal de Urbanismo, investigada en el operativo judicial y de la UDEF que acabó con el gobierno del PP en el Ayuntamiento de Granada, niega la corrupción en el área municipal -«eso está descartadísimo»- y critica la actuación policial: «La juez no ordenó las detenciones y la Defensora del Pueblo ha pedido a la Dirección de la Policía por dos veces que explique quién dio las órdenes sin que se le haya dado respuesta»
– ¿Cómo recuerda la jornada en que la UDEF registró su casa y su despacho?
– Parece que estuviésemos viviendo una película. Aquel 13 abril te quedas descolocado. Al día siguiente empiezo a estudiar el auto y veo que es correctísimo, que respeta la Ley de Procedimiento Criminal, que está dentro de la legalidad, pero no se cumplió ninguno de los términos. ¿Esto cómo pudo ser? El Consejo de la Abogacía pide explicaciones, también la Fiscalía del Estado, que dice que «nosotros no hemos pedido…». ¿Y ya está? Todo se ha hecho mal. ¿Con qué intención? En el auto no se ordenaba detener. Para los ordenadores la ley dice que se abra, se busquen los archivos que estén relacionados con la investigación y se haga una carpeta y copia. Pero no, se llevan los ordenadores, que solo está contemplado si técnicamente resulta imposible hacer la copia o si es robado. Ese registro es nulo. Y eso no es ignorancia de la Policía, es para que tenga impacto en los medios de comunicación.
– Se desahoga, entretanto, escribiendo en webs y periódicos. Usted ha escrito que si Torres Hurtado no hubiera optado a la reelección la ‘operación nazarí’ no se habría producido.
– Hay una intencionalidad desde el principio. Ese es el misterio, ese el secreto de la ‘operación nazarí’. La Defensora del Pueblo, a la que escribí, cuando estudió el contenido de la denuncia dio curso al expediente y lo trasladó a la Dirección General de la Policía para que dé explicaciones. Pasaron dos meses y no ha contestado. Ha vuelto a requerir y… silencio. ¿Quién es el responsable de eso? Pero también echo de menos a la jueza, que no daba esas órdenes, que dicta un auto bien redactado, pero que tiene que velar por que sus órdenes se cumplan. Porque le están echando abajo la investigación. Hubiera dado una imagen de rigor e imparcialidad. Si recibe una denuncia tiene obligación de investigar. Hasta ahí, de acuerdo. Pero no de esta forma. ¿Quién es el responsable de que esto se haga mal?
– ¿Quiere decir que la forma en que se desarrolló la operación puede dar lugar a la nulidad?
– Reiteradamente. Pero yo no quiero anular. Con mi ordenador: dígame día y hora que yo colaboro. Vamos allí, un chico lo desatornilla, saca las tripas y el disco duro, que tiene mucho contenido personal, vuelve a cerrarlo y se queda las dos cosas. Y el muchacho: «Yo soy informático, de lo demás no entiendo». Pero el auto dice que se miren los archivos relacionados con la causa y se extraigan. Pues se lleva todo. Y lo mismo con los móviles. Quiero las fotos de las bodas de mis hijas, mi historial médico, documentos que afectan a toda la corporación… Repito: ¿quién es el responsable?
– Pues usted describe los resultados de aquella jornada como ‘la conjura de los envidiosos’.
– Es que hay habladurías. Yo no sé nada. Escribo lo que sé de expedientes que se están investigando. Que para empezar no tienen nada que ver los unos con los otros. No es normal.
– Pero en esa conjura alguien de su propio partido podría darse por aludido…
– …Si alguien se siente aludido pues… quien se pica ajos come.
– Es que hay quien dice que la operación se alentó desde el propio Partido Popular…
– No. ¿Del PP? Si era en vísperas electorales, ¿cómo tirar piedras contra tu tejado? Esa lectura de ‘para enviar mensaje de lucha contra la corrupción aunque sea en el propio partido’… No, porque también tenía la otra lectura: más corrupción en el PP
– Protesta por las formas. Analicemos los contenidos.
– Eso es lo menos importante. Lo grave del caso han sido las formas. ¿Contenidos?: ahí está la Ley Suelo, la Ley de Contratos de las Administraciones… Se estudian, se leen… puedes estar o no de acuerdo, puede haber distinta interpretación u opinión…
– En el piso del alcalde, en el mismo bloque que el suyo. Una información de ‘Ideal’ dice que se delegó en un concejal, que no era de Urbanismo, para que firmase la licencia de primera ocupación.
– A ver: cuando el alcalde necesita licencia porque quiere cambiar un alicatado no se la va a dar a sí mismo. Tenía que abstenerse y en mí no podía delegar porque también estaba afectada. Había que delegar en el primer teniente de alcalde. ¿Por qué se viste de malo eso?
– Pero había una propuesta de sanción que finalmente se quedó en la décima parte.
– Que no. No ha habido nunca propuesta de sanción. Siempre ha sido de 40.000 euros. Arranca por esa cantidad y termina en esa cantidad. Está recurrida, primero en reposición y ahora en Contencioso, por el derecho a recurrir que tiene todo el mundo. Los 600.000 euros es otra cosa, no una sanción. El edificio ocupa un poco más dentro de tu parcela, diez metros lineales, por diez cien metros cuadrados por siete plantas son 700 metros cuadrados. La ley dice que la sanción tiene que ser proporcional, no puede causar un daño mayor al daño causado, no se puede echar abajo el edificio. Pagar esos 700 metros es pagar el aprovechamiento que tienes de más. Podría haber sanción si hay de más pero es que lo que hay es de menos. Un techo más bajo. Esa discusión se aprovecha para relacionar dos cosas que no son lo mismo.
– En El Serrallo: allí sí es tangible que donde iba un parque ahora hay una discoteca.
– Pues no porque estudio el PGOU y la Ley del Suelo. Los espacio público son zonas verdes y parques. En los parques sí se puede construir. Como en Las Titas, como en la Lonja del Violón… hasta un 2 por ciento del suelo. Y en El Serralo hay 33.000 metros cuadrados de parque.
– Pues perdone la ingenuidad de la pregunta, pero si está tan claro ¿cómo es que el caso lleva judicializado años y años?
– Eso suele ocurrir en todas las instrucciones porque un juez de Instrucción no conoce un PGOU ni en la carrera se estudia ni en las oposiciones a Judicatura. Es una especialización. Cualquier juez o fiscal al que le plantees un caso lo investigan a base de escuchar a unos y a otros. Y todos, pasa un año, dos y nada se ha solucionado, porque quizá se trate de un tema contencioso por incumplimiento de la norma. En El Serrallo una cosa son las ruedas de prensa y otra lo que hay dentro. Allí se está discutiendo si la carpa que cubre la pista de patinaje se computa como edificabilidad. Jacobo de la Rosa (ex director de Urbanismo, enfrentado a Isabel Nieto) dice que por supuesto computa. Los demás técnicos dicen que no son edificaciones, que son estructuras montables, licencias provisionales… Aunque según los periódicos allí se construyó una discoteca, trasciende el mensaje fácil. Pero en las tripas del expediente se ve que realmente no es eso.
– Se les ha acusado de pasar la mano a determinados constructores en cuanto a la fiscalidad y tasas, con el consiguiente quebranto a las arcas municipales.
– Eso es la primera vez que lo escucho.
– Pues, de alguna manera, es lo que ha trascendido de la investigación. El caso de San Jerónimo…
– Ahí no tenían que pagar nada al Ayuntamiento. Es una licencia a un edificio terminado, que se tenía que avalar y se avaló.
– Se dice que en el área de Urbanismo había rencillas, rivalidades y que usted, como concejal, debía estar por encima de todo ello y, sin embargo, se metió en el barro de las discordias.
– Yo sé que siempre ha habido sus bandos internos, pero yo siempre he intentado que todos estuvieran a gusto, trasladar a quienes no se llevaban bien con otros…
– Que había corruptelas era un run-run en la ciudad hasta que un día supimos que había corrupción… con acento en la ‘o’…
– Antes de llegar yo, que también era más ignorante, escuchaba cómo era posible que determinadas personas tuviesen propiedades en todos sitios. ¡Qué casualidad! ¿Es que tienen información privilegiada? Pero una vez dentro ves que si ya en 1999 había un borrador de PGOU y ya se sabían las zonas de expansión, los propietarios de esos terrenos afectados son gente que no so dedican a esto y de pronto les viene una obligación de urbanizar. Quien llega le compra. Venden porque se quitan un problema de encima. Y en Granada, ¿cuántos son?: media docena de personas que se dedican a eso, siempre los mismos. No hay más.
– Oyéndola, ¿cómo explicar que la UDEF vea una trama de corrupción urbanística en el área municipal?
– Eso está descartadísimo. En el área de Urbanismo yo sé quien tenía iniciativa, quién es ágil, a quien le gusta y quién está allí por obligación, quién se lleva mal… pero ¡camarillas organizadas, no! Yo entré en 2007, cuando empezaba la crisis y en los años que yo he estado no se ha movido nada, ni ventas ni especulación. En julio y en septiembre de aquel año yo daba citas, como los médicos, recibía por las tardes. Cita, cita, cita… Todos traían muchas cosas en cartera. En octubre habían desaparecido todos. Nunca más se supo. Este barrio de aquí atrás (Santa Paula, en el casco histórico): ¡lo que a mí me hubiera gustado una rehabilitación integral…! Ya ve: todo embargado, todo parado…
– Una vez fuera del Ayuntamiento, ¿cómo lleva las ‘trampas’, como dice el actual equipo de gobierno, que se van encontrando en el camino? Sentencias en contra que obligan a pagar…
– Esos trece millones me los encontré cuando llegué y los del PTS, también. Son mucho más antiguas, latentes, de años los años. La Justicia va lenta.
– La Casa Agreda también es objeto de investigación judicial.
– La idea era cederla gratuitamente, como se hace con todos los equipamientos sociales. pero sí teníamos la preocupación de a quién, porque había obligación de rehabilitar. No todos tienen capacidad. La Asociación de Sordos estaba interesada, para poner allí talleres, cosas… Pensé que a ellos, pero ¿pueden rehabilitar? Es que se les cae encima. Había que ceder a alguien con capacidad, para muchísimos años, hasta que se ofreció la ONG de Marruecos. A comprar, rehabilitar. Pusimos pliego y sacamos a concurso público. La ley no obliga en casos de asociación sin ánimo de lucro. Porque esta ONG tenía posibilidades. El precio, a fin de cuentas, no tenía trascendencia.
– Supongo que vio la reacción de portavoces del PP cuando saltó la noticia: «La decisión corresponde a dos personas que ya no están en el partido».
– Sí, si la conozco. ¡Hombre, no me gustó!
– ¿No se refleja ahí cierta división en el propio grupo? Usted ha escrito que Torres Hurtado no quería ir a la reelección.
– No, digo que tuvieron que convencerlo. Él tenía sus dudas. Siempre ha sido hombre de partido. Le dicen que el candidato es otro, pues muy bien. Que le dicen que «mira, Pepe: que tienes que seguir tú…» Pues también. Esa era su actitud. Lo que tenga que ser. Le gustaba.
– ¿Y usted le decía que siguiera o que no?
– Se lo dije todos los días: que no.
– En lo referente a usted, ¿tenía ambiciones? ¿Se veía en la carrera por la sucesión? ¿En otros cargos que no requieren tanta dedicación?
– Se lo dije a mi presidente provincia: yo, con doce años en el Ayuntamiento, ya he cumplido. Tanta batalla me tenía cansada. Me entrego y llegas a un ritmo que muchas veces piensas que también tienes amigos, que estás deseando estar en casa… ¿Otras ambiciones? No, no, no. Todo acababa en el ayuntamiento. Y a la alcaldía tampoco porque yo no tengo capacidad, porque no soy políticamente correcta, soy rebelde y díscola. Nunca me postulé. Ni cuando la enfermedad de Pepe Torres.
– Al estallar la operación ofrecieron tres cabezas a cambio de nada. ¿Cree que la dirección del PP gestionó bien la crisis?
– Estamos en una situación política muy complicada y esto es una gotita de océano. Lo de Granada a nivel nacional no es nada. Los problemas de Rajoy y del PP son otros. Su mayor responsabilidad es un país sin gobierno. Pero que alguien llamada de Génova, una llamada de teléfono, «Pepe, ven a Madrid…». ue ha sido diputado: delegado del Gobierno, alcalde… Y nadie lo llama y le pide que explique. Que le den 24 horas para dimitir. No lo merecía.
*Ramón Ramos es Periodista.