The news is by your side.

Justicia en régimen de sospecha

CA_Pepe_torrente
Pepe Torrente*

Que a Iñaki Urdangarín no le hayan obligado a entrar en la cárcel, y además no se le exija fianza que depositar para garantizar el aplazamiento carcelario del condenado regio, parece un elemento de discordia social, como mínimo, ante la general y muy extendida opinión del favor que le hace la justicia a los privilegiados que la sufren con dosis altas de esponjosa delicadeza. En contraposición, claro está, con los menos favorecidos del estabishment que la sufren desde cualquier esquina que la provoquen, por menos aparente o importante que ésta sea.

Menos mal que en la misma fecha de la cuestión urdangarina se condena a Blesa y Rato con seis y cuatro años de cárcel, respectivamente, porque de lo contrario todo hubiera confluido hacia un conspicuo berenjenal de intereses que habría congregado en torno a su poder el Rajoy más abyecto que para estos mal pensados y demagogos anti PP pudiera existir. La culpa por haber sido nombrados por el PP estos dos condenados hubiera sido arma suficiente para endilgarle al gallego que regenta la Moncloa una buena dosis de cabreo culpable.

Parece que la cuestión de la firmeza y trato imparcial no es solo desafecta cuando la cosa se refiere al ex conde de Barcelona por ser éste uno de los yernos de SM Don Juan Carlos I, sino que ese sospechoso oficialismo de la justicia blanda y comprensiva con los poderosos también les viene de cara a Manuel Chaves y a Pepe Griñán, écheme usted cartas que llevo el as.

Por si su suerte no fuera poca en pleitos y pleitesías, la bolita del disgusto de presidir el juicio por los embrollos de los ERE, le ha tocado al mismo juez que antes fuera secretario general de Justicia en los gobiernos que presidieran Manuel y Pepe. Bingo, línea y premio. Quié uste callar, don Blas.
Dice SSª, el ganador del sorteo en la Audiencia provincial de Sevilla, que cuando vea lo que tiene que ver decidirá lo que tenga que decidir. Si se abstiene o no se abstiene. La pregunta de los que aspiran a creer en esto de la justicia independiente, ingenuos retoños de esta democracia que intenta asentarse entre los más escépticos hijos del régimen que nos acecha, debería ser la siguiente: ¿por qué tener que renunciar a posteriori y no antes de iniciar el sorteo para, viniendo vos de dónde veníais, no tentar mucho más a la suerte, esa que visten los incrédulos y que la justa imparcialidad no puede aceptar jamás?

 

Ese sospechoso oficialismo de la justicia blanda y comprensiva con los poderosos también les viene de cara a Manuel Chaves y a Pepe Griñán, écheme usted cartas que llevo el as.

 

La justicia tiene en la cárcel a Pedro Pacheco por colocar a unos cuantos afines en su ayuntamiento. Sí, y ahí sigue don Pedro, jugando al tute con los más flamencos, y echando una mano a todo el que le pida ayuda en el patio del penal. Pero esa misma justicia libera a Luciano Alonso de condena por colocar a los amiguetes que le indica el PSOE, aunque la cuestión del enchufatti es la misma que la llevó al presidio al locuaz jerezano de nombre Pedro. Mire usted qué bien, y qué placer que yo me alegre por don Luciano, pero permítame también que me pregunte amable lector, el porqué de una condena para Pacheco y el cómoooorrr del sobreseimiento del Sr. Alonso, a la par, casi juntas. Sus razones de peso jurídico tendrán, estoy seguro.

Visto lo cual parece que lo del cachondeo es ya histórico para definir el estado de la justicia. Pero la cuestión de la credibilidad sí que tiene pendiente algunas cuentas que ajustar en este mundo de intereses que la justicia no traduce con los ojos tapados como debiera. Y queda claro pues, hechos mediante lo cantan, que la capacidad de visión de Pacheco fue primordial para alertarnos hace ya muchos años de lo que seguiría pasando a pesar del tiempo que transcurre.

Sí. La justicia tiene pendiente cumplimentar un amplio margen de mejora. Grande y rápìdo. Porque una democracia con una justicia en permanente estado de sospecha deja de ser tan espléndida como debiera. Al tajo, señores gobernantes. A su balanza, señorías.

 

*Pepe Torrente es Funcionario, militante del PP de Granada y colaborador habitual en diversos medios.

@torrentepep