The news is by your side.

La Andalucía del 3×4

Tengo el pálpito de que la legislatura que acaba de comenzar va a ser “grandiosa”.

 

La verdad es que uno no se imaginaba, hace solo unos meses, que nos encontrábamos en el umbral de un cambio de “régimen” en Andalucía. Parecía que todo el mundo daba por hecho que el PSOE ganaría las elecciones del 2-D, con margen suficiente para seguir gobernando allí. Vaya, como siempre. Y no. Ganó las elecciones, pero con un resultado que ha mutado lo inconcebible en posible.

El pasado 27 de diciembre, se constituyó el nuevo parlamento andaluz en el que el bastón de mando ha cambiado de la mano izquierda a la derecha. La elección de Marta Bosquet, de Ciudadanos (C’s), como nueva presidenta de la cámara autonómica, es el comienzo del cambio. En poco más de un par de semanas, Juanma Moreno (PP), “miarma” de litoral (copyright de Antonio Burgos), será investido como presidente de la Junta de Andalucía, y formará su gobierno (PP-C’s) rematando así el nivel superior del cambio institucional.

Tengo el pálpito de que la legislatura que acaba de comenzar va a ser “grandiosa”. Y no solo por las sorpresas que podrían aparecer bajo las alfombras institucionales, tras treinta y muchos años de régimen socialista. También por el enorme potencial follonero del nuevo barco político andaluz. El barco del 3×4. Por la amura de estribor, las llamadas tres derechas: PP, C’s y Vox, donde la convivencia, especialmente entre C’s y Vox, se adivina muy complicada. Y, por la de babor, las 4 izquierdas: PSOE-A (auténtico), PSOE sanchista, Podemos (P’s) e Izquierda Unida (IU).

Esa duplicidad socialista es algo que va afirmándose paulatina y crudamente, y es donde previsiblemente se dará el “recital” más apasionante. Son dos almas del mismo tronco, llamadas a la confrontación, encabezadas respectivamente por Susana Díaz PSOE-A (auténtico) y Pedro Sánchez (PSOE sanchista). Es el resultado de la desafección que, en el tradicional electorado socialista, está causando la estrategia abandonista de Pedro Sánchez con respecto a Cataluña. Estrategia que es una de las principales causas de que el PSOE haya sido descabalgado del gobierno andaluz. Ya pueden las demás autonomías y ayuntamientos actualmente gobernados por el PSOE poner sus barbas a remojar.

 

El barco del 3×4. Por la amura de estribor, las llamadas tres derechas: PP, C’s y Vox, donde la convivencia, especialmente entre C’s y Vox, se adivina muy complicada. Y, por la de babor, las 4 izquierdas: PSOE-A (auténtico), PSOE sanchista, Podemos (P’s) e Izquierda Unida (IU).

 

Pedro Sánchez, secretario general socialista y presidente del gobierno gracias a, entre otros, los votos de separatistas y filoetarras, en una moción de censura a Rajoy, es una figura que recuerda a la de un vendedor de corbata de grandes almacenes. De verborrea grandilocuente para endosar un producto menor, de expediente académico dudoso, con rala experiencia internacional y débil soporte de 84 diputados, don Pedro es un iluso. Porque, con tan magro bagaje, pretende cerrar en unos meses el problema español en Cataluña, que está abierto por lo menos desde los Reyes Católicos, por no largarme hasta el oso que mató a Favila.

A ese paso, tragando sapos y con cesiones, concesiones y regalos a los separatistas, lo de Andalucía podría ser una gran victoria, comparada con los previsibles resultados del PSOE en la ”megacita” electoral (municipales, autonómicas, europeas y posiblemente generales) del próximo 26 de mayo. En tal caso, aunque su propio partido volviera a arrojarlo por la taza del wáter, me temo que para entonces ya tendrá a España hecha unos zorros. El PSOE podría así pasar a la irrelevancia, para tardar años en convencer a los electores que no debería haber incompatibilidad entre ser socialista y, a la vez, patriota. O, entre votar a la izquierda y defender a tope la Constitución y la unidad de la Nación española.

En 2019, el reto de la otra alma socialista, la encabezado por Susana Díaz, presidenta del PSOE-A, consistirá en tratar de aguantar en la oposición andaluza sobreviviendo a la ofensiva, especialmente del PSOE sanchista, que, contra ella, se va a desencadenar muy pronto. Vaya, a partir del momento en que se invista a Juanma Moreno como presidente de la Junta de Andalucía. Susana: a aguantar tocan.