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La comisión de la Formación convertida en cuadrilátero

Pepe Fdez
Pepe Fernández @Pepe_Fdez

No le falta razón a Ciudadanos cuando ha definido como “cuadrilátero” la deriva que la Comisión de Investigación de los cursos de formación ha tomado prácticamente desde su creación hace meses. Solo les ha faltado reconocer que como árbitros no están muy bregados en el partido naranja, al menos aquí en el sur. Especialmente agravada la situación tras las comparecencias más políticas de los exconsejeros Viera y Fernández o la incomparecencia de la ministra doña Fátima Báñez, la única testigo del PP convocada.

Quienes de forma intermitente estén siguiendo en directo vía Internet las comparecencias en la Comisión – los medios públicos, como la oposición, ni se coscan – se habrán percatado, de momento, de numerosos convocados que se niegan a responder a las preguntas; interrogantes convertidas ante esas negativas (políticas), en largas peroratas del interpelante, que aprovecha para el desgaste del adversario político, como si estuviese en el atril de un mitin, sabiendo de antemano que hallarán la callada por respuesta.

Entre los comparecientes “mudos” los hay  de dos clases. Quienes por hallarse investigados en causas judiciales reciben la recomendación profesional de su abogado para que no respondan. Y , por otra, los que aún estando encartados judicialmente, se niegan a responder en concreto a los diputados del PP y en especial a la diputada Mª Teresa Ruiz Sillero.

La parlamentaria gaditana acierta en el fondo de muchas de las cuestiones que plantea, se nota que ha buceado en los expedientes y que sabe lo que políticamente busca, al margen de lo que digan los papeles, pero la pierden sus formas que llegan a ser desagradables y mal encaradas incluso para la minoritaria audiencia que desapasionadamente que se acerca a la pantalla para conocer lo que cuentan unos y otros sobre «la verdad» de los cursos de formación. No para escuchar la sistemática muletilla, por todos sabida de otra parte, de que Susana Díaz es la heredera de la gestión del PSOE, también de sus cloacas. Precisamente la saña empleada, incluso la descalificación o el insulto personal, no es lo que espera el ciudadano harto de circo y falto de conocer la verdad.

La portavoz del PP, absolutamente irritada y fuera de sí tras escuchar a Fernández llamarles “falsos” y “sinvergüenza” a Javier Arenas, intentó responder y polemizar a lo que un dubitativo y desbordado presidente, Julio Díaz, puso fin con más paciencia que energía. Como siempre.

Inauguró la fórmula el exconsejero de Rodríguez de la Borbolla, Ángel Ojeda Avilés, que contestó a todos los grupos excepto al PP. Y el último en utilizarla ha sido esta semana el también exconsejero con Manuel Chaves, Antonio Fernández. Con una particularidad, Fernández recordó que echó los dientes en política con 14 años, tiene por tanto tablas y experiencia parlamentaria suficiente, guardando para el final explicarle a la Señora Ruíz Sillero los motivos por los que no respondía al PP.

El excargo de la Junta rechazó cualquier tipo de «interlocución con gente tan falsa como la del PP», partido que no le merece «ningún respeto» porque su presidente honorario, Javier Arenas, tuvo «la poca vergüenza» de decirle que «no me preocupara»  y, poco después, el PP pedía su ingreso en la cárcel como así ocurrió.

La portavoz del PP, absolutamente irritada y fuera de sí tras escuchar a Fernández llamarles “falsos” y “sinvergüenza” a Javier Arenas, intentó responder y polemizar a lo que un dubitativo y desbordado presidente, Julio Díaz, puso fin con más paciencia que energía. Como siempre.

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Momentos de la comparecencia del exconsejero Antonio Fernández antes de responder a la diputada del PP Teresa Ruiz Sillero.

En la presidencia de esta comisión, ocupada por el diputado onubense de Ciudadanos, quizás se encuentre otra de las claves que expliquen la desnaturalización de la comisión parlamentaria como tal. El papel del presidente Díaz recuerda al del maestro de primaria que difícilmente aplicará un correctivo a un alumno, no vaya a ser que se lo diga a su papi y la liemos parda. Su permanente admonición es «seamos responsables, por favor, respeten a esta presidencia, guarden silencio».

Julio Díaz, por tanto, no ha logrado el que debiera haber sido su primer objetivo: que nos tomáramos en serio la actividad parlamentaria que rodea esta comisión de investigación. No ha sido capaz de plantarse y decir hasta aquí hemos llegado. Los titulares periodísticos que, hasta ahora, ha arrojado la comisión no aportan nada nuevo que no se conociese con anterioridad. Basar muchas preguntas en recortes de prensa lleva consigo que el compareciente lleve preparado de antemano el argumentario que le exculpará de cualquier responsabilidad política.

Y como corresponsable de que todo esto se haya convertido en un cuadrilátero, en una especie prolongación en miniatura del Salón de Pleno, el presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, definitivamente dedicado a bodas, comuniones y bautizos, o sea ejercer como figura institucional decorativa en eventos sociales, culturales y políticos.

Transcurren los accidentados trabajos de la Comisión coincidiendo con la campaña electoral, lo que significa que difícilmente se va a modificar este escenario de golpes bajos en el cuerpo a cuerpo. ¿Se pueden paralizar los trabajos hasta después del 26J? A la oposición no le conviene políticamente hablando.

Así, el Parlamento no ha demostrado suficiente energía como institución fiscalizadora del gobierno a la hora de reclamar la documentación que, con cuentagotas primero y luego en un trailer, enviaban desde las consejerías investigadas.

Prácticamente lo mismo que ahora ha sucedido con la incomparencia de la ministra Fátima Báñez. Otra falta de respeto no solo a la comisión, sino al Parlamento por parte de una señora que ya está nuevamente pidiendo el voto de los andaluces como número por de Huelva para el 26J.

Este incidente  supone un serio revés a la intensa labor, incluso de agitación, desempeñada por el propio PP en la Comisión. Entre otras cosas porque fue el propio Juanma Moreno Bonilla quien le contó una mañana a Tom Martín Benítez en la radio que sí, que  acudiría la Sra Báñez a la comisión y que “habrá sorpresas”, algo que luego ratificó públicamente la propia ministra de Empleo que se mostró dispuesta a acudir.

Pero la determinación política inicial de la Sra Báñez parece que ha sido anulada por un informe del Consejo de Estado con una perogrullada que ya se barajó cuando Mari Carmen Crespo no mandaba desde la Delegación del Gobierno los papeles ministeriales de la Faja Pirítica de Huelva en la anterior comisión de los Eres. Que un parlamento autonómico no puede fiscalizar al gobierno de la nación; ergo nos quedamos sin las sorpresas prometidas por Bonilla.

Transcurren los accidentados trabajos de la Comisión coincidiendo con la campaña electoral del 26J, lo que significa que difícilmente se va a modificar este escenario de golpes bajos en el cuerpo a cuerpo. Es más, despues de lo visto y oído esta semana, la cosa puede incluso ir a peor. ¿Se pueden paralizar los trabajos hasta después del 26J? A la oposición no le conviene políticamente hablando. Al PSOE le encantaría.

Lo que puede llevar a una conclusión desoladora: esta comisión de investigación no será capaz de depurar responsabilidades políticas por el mal uso de los millones públicos para la formación. Es tan potente la capacidad de defensa que hoy tiene el PSOE en Andalucía, dentro y fuera de las instituciones, que es fácil predecir que todo quedará en agua de borrajas, en pérdida de tiempo, energías, dinero y de la confianza depositada en una institución, el Parlamento de Andalucía, con 109 escaños que en teoría representan a todos los andaluces.