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La crisis socialdemócrata

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Christians Cantero*

Tras los resultados en Francia y con el reciente recuerdo de Holanda nadie duda de que la izquierda política tiene que tener un periodo de reflexión y reorganizarse para volver a ser la alternativa a la derecha.

La socialdemocracia ha entrado en un proceso aberrante, la pérdida de identidad es la clave. El proyecto a base de empujones de la derecha mediática se ha desplazado ideológicamente a tierra de nadie. La credibilidad está por los suelos. El miedo a enarbolar las banderas de la izquierda por no ser visto como radicales extremistas está haciendo del proyecto que más avances sociales ha traído a Europa un mero espectador en los procesos electorales.

La dramática situación económica causada por el neoliberalismo y las enormes desigualdades que conllevan sus políticas, justifica hoy más que nunca, un movimiento progresista alternativo. Sin embargo, lo que hay es un plegamiento al orden establecido.  Una total adaptación de las fuerzas progresistas a la realidad ideológica del liberalismo.

 

El miedo a enarbolar las banderas de la izquierda por no ser visto como radicales extremistas está haciendo del proyecto que más avances sociales ha traído a Europa un mero espectador en los procesos electorales. 

 

El seguidismo a las políticas neoliberales ha desdibujado el proyecto socialdemócrata y con ella la renuncia de ser la alternativa a la derecha. Grecia, Holanda y Francia son el ejemplo pragmático de ello.

En España y tras la abstención del PSOE a Mariano Rajoy, estamos en esa tierra de nadie, de lo que pase en un futuro será en buena medida del liderazgo del partido. Porque no es lo mismo Pedro que Susana, ni un PSOE alternativo al PP o uno complaciente que se abstiene ante la corrupción del PP.

 

¿Queremos ser Portugal o Francia, Holanda y Grecia? ¿Queremos ser primera fuerza o tercera?

 

La izquierda tiene posibilidades de recuperarse, para ello tiene que hacer un ejercicio de rencuentro con sus ideas de siempre, pero actualizadas al Siglo XXI. Si los partidos socialistas en general prefieren seguir la tónica de Grandes Coaliciones o políticas neoliberales tendrán el mismo resultado que Grecia, Holanda y Francia. Si por el contrario enarbola sus propias banderas tendrá más futuro que nunca, como podemos observar con el Partido Socialista portugués quien tras su pacto de izquierdas va en primera posición con más de 17 puntos de ventaja sobre la derecha.

Por todo ello, las preguntas siguen siendo las mismas ¿Queremos ser Portugal o Francia, Holanda y Grecia? ¿Queremos ser primera fuerza o tercera? ¿Queremos ser la alternativa al PP o los que se abstienen ante el PP? O lo que es lo mismo ¿Queremos que el PSOE lo lidere Pedro Sánchez o Susana Díaz?

 

*Christians Cantero Rodríguez es Consultor y Social Media. Militante del PSOE.

@ChristiansCCR