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La gran coalición

Javier_Menezo
Javier Menezo

La actualidad del PSOE parece decidida a servir de ejemplo práctico a la Teoría del Cisne Negro de Nicholas Taleb. Un cisne negro es un hecho improbable, sus consecuencias son importantes y todas las explicaciones que se puedan ofrecer a posteriori solo buscan encajar lo imprevisible en un modelo perfecto. Vean si no.
No acaba de amortiguarse el eco del archifamoso Comité Federal cuando nuevos problemas se unen a los existentes para así, todos juntos, aguardar a los que están por nacer. Cuantas preguntas no se estará haciendo más de un barón: ¿Por qué le insistiríamos con lo de los tres noes a este hombre? ¿Por qué no le fuimos claros si todos esos noes solo pretendían constituir un no inmenso, pero a él? Nada, que no lo entendía y de aquellos polvos, estos lodos. Si se hubiera ido cuando pretendíamos derribarlo con indirectas hubiera dado tiempo a preparar una candidata adecuada y no así, inventado a todo correr justificaciones cuya vigencia no llega al final de la tarde. Y qué decir de los militantes. Si no fuera porque son muchos, esta obcecación por no captar la pedagogía que se les ofrece es como para expulsarles a todos. Que ingrata es la política.

Se visualiza así una alarmante división entre las élites del partido y las bases. Tuve la ocasión de comprobar este divorcio entre cuadros y militantes en Almería capital.

Más aquí estamos. Aún se agitaba el depuesto Secretario y ya teníamos un cisne negro: esa señora gallega que en vez de tuitear su enojo y otra cosa, va y empieza a recoger firmas, se le une el alcalde de Jun, se le suman más alcaldes, se pronuncian agrupaciones y la militancia soliviantada. Se visualiza así una alarmante división entre las élites del partido y las bases. Tuve la ocasión de comprobar este divorcio entre cuadros y militantes en Almería capital. En la asamblea de la Agrupación municipal la postura favorable a la caída del Secretario General y la gobernabilidad de España, eufemismo con que se conoce a la abstención, fue defendida en gran medida por cuadros institucionales del Partido y contestada por los que no sienten eso que unos llaman responsabilidad con la gobernabilidad y los malpensados -no yo- temor al cese.
Aparece pues el siguiente cisne negro. Cuando el objetivo declarado es frenar el populismo, los dirigentes socialistas consiguen justo lo contrario, fortalecer la idea esencial del pensamiento populista. Negando a los afiliados la posibilidad de ser consultados sobre si abstenerse sin contrapartida o votar no, han hecho creíble el dogma populista, la existencia de dos grupos homogéneos y enfrentados, unas élites preocupadas de su propio interés y un pueblo –en este caso, militantes- excluido y convertido en sujeto pasivo de las decisiones de aquellas. A lo que ya tiene encima se le une al PSOE, como todos los partidos occidentales, la urgencia por resolver qué papel tienen, si es que lo tienen, los militantes que no forman parte del grupo de notables.

En su columna el Secretario General de los socialistas almerienses ofreció algunos ejemplos de lo que podría hacerse cuando ya se tenga Gobierno y todo funcione a pleno rendimiento

Esa defensa de la abstención que aleja cuadros y bases la plasmó, aunque sin nombrarla, el Secretario General del PSOE de Almería en un delicioso artículo recién publicado bajo el título “Una pérdida de tiempo”. Su tesis es que “…la legislación está parada y el PP encantado. Mientras, la sociedad se desespera al ver que no llegan los cambios que son posibles y están esperando”. La pérdida de tiempo era no tener Gobierno.¿Cómo no conmoverse con esa imagen de una sociedad que se levanta cada mañana, ve que el BOE no publica leyes y le entra la desesperación? Ese PP encantado es, por otra parte, un poco tonto pues quiere formar Gobierno y que le hagan las leyes en lugar de esperar a fin de mes, que se convoquen elecciones y evitar el otro mantra: mejor un Rajoy débil ahora que fuerte dentro de tres meses.
En su columna el Secretario General de los socialistas almerienses ofreció algunos ejemplos de lo que podría hacerse cuando ya se tenga Gobierno y todo funcione a pleno rendimiento Este es el mejor: “la actividad parlamentaria sumaba una nueva iniciativa que pretende obtener también el apoyo mayoritario de la Cámara para revalorizar las pensiones en 2017”. Se refiere, creo, a que el Congreso ha aprobado una proposición de ley para subir las pensiones un 1,2% en 2017. Votos a favor 178, en contra 170. Es una proposición de ley, la forma como el Congreso ejerce su iniciativa legislativa. Pero entre los 170 noes están los del PP. Uds. que creen ¿Se subirán un 1,2% o el 0,25% que quiere el Gobierno? Efectivamente. Se subirán el 0,25% porque el artículo 134.6 de la Constitución permite al Gobierno vetar cualquier proposición de ley o enmienda que suponga incremento de crédito o disminución de ingresos.

…y el PSOE es hoy un partido sin rumbo dedicado a exportar sus problemas al futuro en el que le aguarda la posibilidad de una gran coalición por la vía de hecho.
Más no se ha notificado aún la abstención y se vislumbra el siguiente cisne negro: los presupuestos generales del Estado. Entre otras cosas el Gobierno promete a Bruselas ahorrar 1.200 millones en pensiones porque las subirá un 0,25% y la inflación será del 1,4%. Ya saben esas pensiones cuya subida iba a ser ley del Congreso ¿Votará el PSOE que no arriesgándose a que se convoquen elecciones en mayo, es decir un año después de convocadas las anteriores como exige el art. 115 de la Constitución? Les pilla aún peor que ahora y el PSOE es hoy un partido sin rumbo dedicado a exportar sus problemas al futuro en el que le aguarda la posibilidad de una gran coalición por la vía de hecho. Por ejemplo, ya hay dos normas que se modificarán de común acuerdo, una es la ley de estabilidad. De común acuerdo quiere decir con el PSOE aceptando lo propuesto por el PP. En esta relación el débil no es Rajoy, es un PSOE que cuanto más intente ganar tiempo para solucionar sus problemas internos antes de afrontar elecciones más tendrá que transigir con el Gobierno del PP para evitar que este las convoque. Se mete así en una espiral infernal, se debilita un poco más, se fractura un poco más y se aleja de sus potenciales electores un poco más.