La historia se repite

Al igual que en el año 1931, los independentistas de ERC ejercen un papel protagonista en la vida política española.  Antes, como ahora, estos insurrectos simulan acatar el régimen jurídico vigente solo en la medida que le sirva de vehículo transportador hacía la culminación de su programa: la independencia de Cataluña. Ayer, como hoy, los irredentos de ERC saben que no deben precipitarse y, aunque el Sr. Sánchez tolera una concepción de lo que es España distinta a lo que la historia nos ha enseñado, aspiran, de momento a un suculento y generoso incremento de prerrogativas, discrecionalidades y presupuesto. Ya llegará el momento de asestar el estoque al Estado opresor. Por ahora se conforman con ridiculizar a las instituciones estatales al tiempo que extorsionan al pueblo español mofándose de la figura de ese triste paria en el que se ha convertido el Sr. Sánchez.

Yo nunca me he acostado con una señora fea, pero me he despertado con muchas. El Sr. Sánchez, en plena borrachera de poder, no es consciente de los personajes con los que pretende cohabitar. En plena orgia egocéntrica y con visos de onanismo patológico, Mr. Sánchez ha invitado a su alcoba a criaturas surgidas del resentimiento, de la nostalgia, del revanchismo, del revisionismo. Pero fundamentalmente a cocodrilos surgidos de la desilusión y el hastio de las masas obreras a las que se les ofrece un salario milagroso y la solución a sus carencias habitacionales, entre otras lindezas,  con  viejas recetas  que se han mostrado  tan suficientemente inútiles como rezar al cristo del pandero o frotar el décimo por un azulejo con  un  gato pintado de negro para que nos toque la lotería.

Si hay que llegar, se llega. Como dijera el otrora aclamado General Queipo de Llano, “… que se utilice tanta violencia como sea menester…”. La estrategia “indepe” no deja lugar a dudas y la dejación y cobardía de los partidos de ámbito nacional se lo está poniendo a huevo. El PSOE con su eterna indefinición y su afán por nadar y guardar la ropa. El PP obcecado en su estúpida vocación de recuperar el espíritu caciquil de la España del siglo XIX. Los comunistas, cenecistas, sindicalistas, anarquistas, librepensadores y actores en paro, rescatando viejas proclamas  alentando a la sublevación de las masas contra la burguesía opresora. Estos no se han enterado que Lenin murió hace un rato, que ya hay internet y que el mercado mundial no esta en manos de burgueses, sino del Sr. Trompeta.

Frente a tanta gilipollez dogmática resurgen los conceptos básicos del conservadurismo clásico: religión, familia, orden, trabajo y propiedad.

En los últimos noventa años, el panorama político no ha cambiado sustancialmente, no hemos aprendido nada y parece que el resquemor de tantos inocentes ejecutados por las decisiones de unos lideres sanguinarios y corruptos ha desaparecido de nuestros corazones y nuestras anestesiadas mentes.

Políticos separatistas que, alentando a sus correligionarios para que salgan a la calle, desobedezcan las legítimas leyes estatales y provoquen, con sus actos vandálicos, el caos, infundiendo terror en los ciudadanos de bien para, de ese modo, imponer por la vía “democrática” sus infumables pretensiones, consiguen que reverdezcan viejos cantos tribales en pos de una España grande, libre y católica. Caín necesita a Abel, sino no seriamos españoles. ¡A mi la legión.!

Estúpidos como Torra y sus secuaces evocan en otros las hazañas de Millán Astray, Varela o Mola. Los CDR están clamando a gritos el asalto de Tabores de regulares. El odio al diferente, al rico, al facha, al español, conlleva el odio al catalán, al pobre, al ocupa, al inmigrante. Odio genera odio. Lo saben bien el Sr. Sánchez y  el Sr. Iglesias que con su discurso estalinista leninista recuerda las hazañas de Valentín González González,”El Campesino”,  terrorista en la juventud, asesino en la legión (se cepillo a un sargento durante la instrucción)  que acabo comandando las tropas de la República durante la Guerra Civil, protagonizando la heroica deserción de la ciudad de Teruel cuando atisbó la posibilidad de ser atrapado por las hordas indígenas de las cabilas de Rif.

Este sujeto murió amnistiado en su cama de Madrid, mientras su compañía desapareció en una de las mas cruentas batallas de la guerra, mas debido a las inclemencias climáticas que a los tiros enemigos, pero muertos al fin y al cabo o, terriblemente mutilados. Medio millón de muertos fue el balance de tanta parla libertaria, de tanto dios y patria, de tanto anarcosindicalismo, de tanta fe católica. Curas guerrilleros con sotanas cargadas de medallas. Curas delatores con libros registro de los que no contribuían al sostenimiento de sus parroquias. Mecánicos convertidos en tenientes o capitanes de compañías de milicianos a la caza de fachas. Milicianas asesinas y rateras de vecinos mas pudientes. Guardias de asalto al asalto de guardias. Políticos y militares dando instrucciones para que se reprimiese cualquier atisbo de disidencia. Ordenes de ejecución, sacas, paseos, linchamientos. Monárquicos, republicanos, conservadores, sindicalistas, confesiones religiosas, carlistas, requetés, anarquistas, pobres, desheredados de la vida, todos víctimas, todos culpables, todos inocentes. Solo los muertos pagaron con sus vidas los errores, las fechorías, las traiciones, las cobardías, las ambiciones y la bajeza de aquellos que los sacaron de sus campos, sus chozas, sus calles para llevarlos al sumo sacrificio y todo, por la puta y utópica fantochada de libertad frente a opresión.

Ya no está mi abuela para llorar a sus dos hijos, uno muerto y otro desaparecido en la guerra. Ya no se asusta mi padre cuando oye hablar de política, ya no teme que lo delate su primo, o un vecino como simpatizante de uno u otro bando. Ya no tiene miedo porque murió hace años. Solo la muerte le arrancó el pánico que dejaba en su cuerpo la simple vista de un panfleto con ideas políticas

Aún no se había apagado el rescoldo que avivó la ley para la recuperación de la memoria histórica, cuando sacamos a la momia de su aposento terrenal. No debíamos dejar que la herida cicatrizase. Hay que recordar a Caín que Abel sigue suelto, hay que acrecentar el odio y alentar la revancha.

Perros cobardes desde Bruselas arengan a sus tropas de imberbes para que den sus vidas en las calles de Barcelona. Nostálgicos Alfonsinos sueñan con pasadas glorias en los campos de Flandes. Carroña en forma de profesor “adjunto” en las universidades venden viejos mitos de la pasada centuria. Alquimistas que aseguran poder convertir el plomo en oro y repartirlo entre sus votantes, se autoproclaman “progresistas”.

Ni dios, ni patria ni bandera. Ni amo ni partido. Sánchez y Casado tienen la gran responsabilidad de reconciliar a los que piensan diferente, pero se respetan, apartando de la vida pública a terroristas, separatistas y gentuza que solo pretende destruir. No nos imponga una religión, ni una doctrina ni una ideología. No queremos servir a nadie ni dar nuestra  vida ni la de nuestros  hijos por ninguna bandera. Queremos vivir en paz, pensando diferente, pero actuando de buena fe. Para eso le hemos votado Señores Sánchez y Casado. No permitan que perros cobardes y  sanguinarios nos lleven a situaciones ya vividas y que tanta desgracia y pesadumbre dejaron en este país.

Es su responsabilidad y llegado el momento habrá que pedirles explicaciones. Morir por una idea política o religiosa solo tiene un resultado. Un muerto. Y el que mata debe pagar por ello. No lo olviden.